Los hámsteres pertenecen a la familia de los roedores y son conocidos por ser excelentes recolectores de alimentos. Una de sus adaptaciones más notables son las bolsas o sacos bucales llamadas abazones. Estas cavidades expandibles se encuentran a ambos lados de sus mejillas. Estas bolsas están revestidas por un tejido elástico que les permite almacenar grandes cantidades de comida.
Cuando un hámster encuentra comida, la recoge con sus dientes y la lleva hacia sus mejillas. Allí, puede almacenar una cantidad considerable de comida, a veces incluso más grande que su propia cabeza. La capacidad de almacenamiento varía según la especie de hámster, pero en general, pueden almacenar una cantidad significativa de alimentos. Estas mejillas expandibles les permiten transportar alimentos de manera eficiente desde el lugar donde los encuentran hasta su nido o madriguera
Los hámsteres son animales nocturnos y, en la naturaleza, pasan la mayor parte de su tiempo buscando comida durante la noche. Al llenar sus abazones con alimentos, pueden regresar a su madriguera y consumir la comida recolectada sin tener que exponerse a los peligros del exterior durante el día.
Esta adaptación es crucial para la supervivencia de los hámsteres en la naturaleza, donde a menudo deben competir por recursos limitados y enfrentarse a depredadores. Al poder almacenar grandes cantidades de comida en sus abazones, los hámsteres pueden asegurarse de tener suficiente alimento disponible para ellos mismos y, en algunos casos, para sus crías.
Además de transportar alimentos, los hámsteres también utilizan estas bolsas para almacenar provisiones. En la naturaleza, pueden almacenar semillas, frutas, vegetales e incluso insectos en sus bolsas bucales para consumirlos más tarde. Esta estrategia les permite asegurarse de tener suficiente comida disponible, especialmente durante los períodos en los que la comida es escasa.
En resumen, los abazones de los hámsteres son una adaptación increíble que les permite ser recolectores de alimentos eficientes y les ayuda a sobrevivir en su entorno natural.
