La clave para el comportamiento de un conejo es la comprensión de su naturaleza como animales de presa y adaptar tu comportamiento hacia ellos para manejar ésto. La mayoría del “mal” comportamiento en conejos se debe a la desconfianza hacia las personas o a la falta de seguridad en su entorno y esto, por tanto, se puede superar con tiempo y paciencia. Un conejo puede desarrollar su patrón de comportamiento a una edad temprana y aún así se le puede enseñar algo diferente a una edad mayor.
Los conejos que no han sido castrados o esterilizados son mucho más propensos a tener problemas de comportamiento, causados por la territorialidad y/o frustración sexual. Muchos “problemas” de conejos se pueden resolver simplemente con una esterilización.
Generalmente, una agresión causada por un conejo, ya sea tratando de defender su territorio o en sí, puede ser producida por una falta de confianza hacia las personas, es decir, el conejo supone que le pueden hacer algo malo y reacciona primero con un gruñido o mediante un mordisco de advertencia.
Esto requiere mucha paciencia. Debes pasar tiempo con tu conejo a nivel del suelo, tumbado o sentado, y dejar que se acerque a su debido tiempo. Tentar con algo de comida, hablarle en voz baja, suave y evitar movimientos bruscos, son formas eficientes y rápidas de eliminar su desconfianza. Deja que tu conejo se sienta cómodo con el simple hecho de estar cerca de ti antes de intentar tocarlo o acariciarlo. No trates de correr en este proceso, vendrá solo.
Un conejo puede gruñir o arremeter contra tu pie o mano cuando intentas limpiar su jaula, su esquinero, o su territorio. Esto es más común en conejos hembra. Evita entrar en el territorio del conejo cuando está ahí, llevándolo a hacer sus ejercicios o una habitación diferente cuando estás limpiando su jaula o el esquinero. En el siguiente artículo trataremos el tema de cómo transformar esta conducta focalizándola a través delenriquecimiento ambiental.
Los conejos pueden ser sorprendentemente dominantes, especialmente los conejos domésticos. Esto parece venir de su creencia de que toda la casa es suya, su territorio. Muchos conejos pueden agredir los pies al intentar interponerse en su camino, y esto puede llegar a ser doloroso. Puedes cambiar este hábito y eliminarlo provocando tú una advertencia chistándole cuando preveas que vaya a hacerlo, o bien evitar cortarle el paso hasta que el conejo adquiera la confianza suficiente como para no verte en esa situación como algo invasivo hacia él.
Un conejo puede también morder las manos y los pies cuando quiere llamar la atención para que le ofrezcas alimentos. Trata de no reforzar este comportamiento dándoles lo que quieren, empújale suavemente y espera media hora antes de ofrecerle algo de comida. Mantener una rutina de alimentación también ayuda. Tu conejo aprenderá rápidamente su horario de comida y si se evita dar golosinas entre medias, hará que deje de mendigar comida entre horas.
El comportamiento destructivo: Mordisquear muebles o alfombras. Esto realmente no es un problema de comportamiento, es un aspecto natural de un conejo y es difícil enseñar a un conejo a que elimine esta conducta. La mejor opción es darles juguetes más tentadores para jugar, entretenerse y destruir, tales como trozos de cartón, periódicos, ramas, piñas, y siempre hay que asegurarse de que tengan abundante heno para comer.
Autor: Juan Luis Sánchez de León Sierra – Veterinario especializado en animales exóticos
