Canibalismo en roedores

Hamster con bebes

 

Introducción

La mayoría de los que hemos tenido alguna vez en casa roedores como mascotas (jerbos, ratones, hámsteres) y los hemos criado hemos podido verificar antes o después la aparición de este comportamiento. Es igualmente cierto que, generalmente, nos hemos dado cuenta de dicha actitud cuando comprobamos horrorizados que los restos de nuestra adorable camada se esparcen despedazados por el suelo de su alojamiento.
Pese a que este comportamiento no es infrecuente, aun se desconoce mucho en lo que a este se refiere. En este artículo trataremos de arrojar algo de luz sobre este problema.

¿Qué es?

El canibalismo, en lo que a los roedores se refiere, es un comportamiento desarrollado por los adultos de los ,consistente en devorar o mutilar a sus propias crías.

Se puede decir que existe un canibalismo «normal» y otro aberrante. El canibalismo que se produce de manera «normal» es aquel por el cual la madre devora aquellas crías que mueren o nacen muertas. Este comportamiento obedece a la necesidad de eliminar restos que podrían atraer a diversos predadores y poner en peligro a las crías. Se puede decir que es normal puesto que obedece a un fin concreto: elimina restos del nido que podrían atraer a depredadores y que, además, si quedaran en el propio nido, se pudrirían pudiendo provocar enfermedades que acabasen con el resto de la camada. Este tipo de canibalismo podría equipararse a la ingesta de la placenta por parte de los herbívoros. Tal vez nos podríamos preguntar por qué los progenitores no se limitan a arrojar los restos lejos de la madriguera como hacen otros animales. También para esto hay una posible explicación: los roedores se alimentan principalmente de materia vegetal. Los tejidos vegetales contienen una menor cantidad de proteína que los animales, y además, esta es de peor calidad. Así que ¿por qué no reciclar una proteína que tanto ha costado formar durante la gestación?. Devorando a las crías muertas se consigue reincorporar parte de la proteína que la madre empleo en el desarrollo de las crías hacia su organismo.

 

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El problema aparece cuando el canibalismo se presenta de una manera aberrante, es decir, dicho comportamiento no esta asociado a ninguna ventaja para la especie, puesto que se mata a animales sanos, con lo cual se pone en peligro la crianza para la pareja que practica dicho canibalismo. Aun así en la naturaleza no todo es blanco o negro, como nosotros lo pretendemos ver. Hay una amplia gama de grises, es decir, comportamientos que aún cuando nos pueden parecer aberrante, tienen en si mismos una causa «justificada». Pongamos algunos ejemplos:

No es infrecuente que las crías que presentan algún tipo de malformación sean devoradas por los padres. La explicación es sencilla, no merece la pena gastar una valiosa energía y tiempo en la crianza de individuos que no van a ser viables, con lo cual lo mejor es reciclarlos (puede sonar duro, pero es así).
Si no hay suficiente alimento (leche) para todas las crías, por ejemplo, porque escasee el alimento para los adultos, habrá algunas crías que se debilitarán y morirán. Puede darse el caso de que la hembra, al ver peligrar a su progenie, decida sacrificar a aquellos de sus hijos que sean más débiles.
A nadie le interesa que unos genes que no son los suyos propios pasen a la siguiente generación. En crianzas en colonias se dan casos de camadas muertas por otras parejas, e incluso dentro de la misma camada, por el macho.

Las madres a veces devoran a sus crías cuando se ven sometidas a un fuerte estrés. En estas condiciones pueden decidir que la crianza que se esta llevando a cabo no es viable puesto que la madriguera no es segura. Así que deciden hacer las maletas y largarse, pero, por que dejar atrás una valiosa fuente de proteína que será de gran ayuda para la próxima gestación.
Al margen de estos comportamientos más o menos explicables, aparecen otros en los que el canibalismo no puede ligarse a ningún tipo de actitud explicable como una «ventaja». Este es el canibalismo aber, ¿Por qué? Como ya hemos mencionado, es prácticamente imposible llegar a conocer las causas de este tipo de comportamiento aberrante, aunque hay algunas teorías al respecto.
Por un lado hay quien afirma que este comportamiento se debe a una cantidad insuficiente de proteínas en la dieta. Los detractores de esta teoría alegan que animales alimentados con idéntica dieta no desarrollaban canibalismo, pero hay que tener en cuenta que no todos los animales son iguales, y que las condiciones de cautividad no son idénticas para todos los individuos, lo que nos puede llevar a que las necesidades de proteína varíen entre individuos y por tanto, lo que es suficiente para una, sea insuficiente para otro animal.

Por otro lado hay quien afirma que el canibalismo «aberrante» en los roedores se debe a causas genéticas. En su contra puede alegarse que hay líneas que no habían presentado nunca canibalismo y en las que este aparece de pronto. Esto, no obstante, no es indicativo. La expresión de un carácter, en este caso el canibalismo, se debe a una combinación de causas genéticas y ambientales, animales «portadores» de canibalismo pueden no desarrollarlo puesto que las condiciones ambientales inhiben la expresión de este carácter, mientras que animales no portadores, por las condiciones ambientales pueden desarrollar canibalismo.
Otra teoría dice que el consumo de proteína animal extraña a su dieta (carne) por parte de los roedores, puede desarrollar en estos un gusto hacia la carne que predisponga a los animales hacia el canibalismo. No hay datos que puedan corroborar esta teoría, pero tampoco los hay para descartarla.
Finalmente, cabe mencionar que lo que inicialmente fue un comportamiento «justificado», como por ejemplo canibalismo por estrés, puede continuarse una vez desaparecida la causa y pasar a ser aberrante.

¿Cómo prevenirlo?

He aquí la piedra filosofal. Nos interesan poco las causas, pero mucho el evitarlo. A parte de ser un espectáculo desagradable, este comportamiento reduce la eficacia reproductiva (no tendremos crías) y además genera animales mutilados (pérdida de extremidades por los ataques). Así pues hay van algunos consejos prácticos para reducir en lo posible el peligro.

En primer lugar hay que evitar en la medida de lo posible el estrés a los animales. Para mí el estrés durante el periodo de cría es la principal causa desencadenante del canibalismo, y una vez que aparece, puede no desaparecer. Hay que proporcionar a nuestros animales un lugar tranquilo y adecuado para criar, y molestarlos lo menos posible.

 

Canibalismo entre roedores

 

Hay que tener en cuenta que las tendencias caníbales no se dan con la misma frecuencia en todas las especies. Por ejemplo, es mucho menos frecuente en los jerbos que en los hámster. Por tanto hay que prestar especial atención a las especies que más susceptibles son de desarrollarlo.
Es muy importante retirar cuanto antes las crías muertas del nido. Si se evita la oportunidad, no se dan los hechos. Retirando los cadáveres evitaremos que la madre los devore.
No puedo estar de acuerdo con los autores que afirman que no hay que proporcionar ningún tipo de proteína de origen animal a los roedores. Hay especies que en su medio natural comen de vez en cuando algún que otro insecto. El no suministrar a estas especies este aporte proteico puede desencadenar el comportamiento que tratamos de evitar. Lo que si que no hay que dar nunca a los roedores es carne, que de manera natural nunca ingerirían en su dieta.

Por último una dieta equilibrada es esencial para evitar problemas. Si aseguramos un aporte suficiente de alimento en cantidad y calidad, en especial en aquellos periodos en los que los animales más lo necesitan (gestación y lactación), quizás luego no tengamos que lamentarnos.
Esperamos que este artículo os ayude a no tener que enfrentaros nunca a esta situación.
Hay que tener en cuenta que una vez que el canibalismo aberrante aparece es casi imposible conseguir que cese este comportamiento, por lo tanto lo mejor es la prevención.

 

Publicado: 14 Mar 2018 

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