Vitamina D, ¿cómo protege el corazón del perro?

Border collie

Las comidas ricas en vitamina D no solo protegen el corazón de las personas. Alimentos como el pescado azul y el hígado, ricos en este nutriente, también cuidan el corazón del perro, según revela una reciente investigación. En este artículo se explica por qué los alimentos con vitamina D favorecen la salud cardiaca del can, qué comidas cuidan el corazón del perro y qué precauciones se deben tomar antes de cambiar la dieta del peludo comensal.

Alimentos que protegen el corazón del perro

Los alimentos ricos en vitamina D previenen los problemas de corazón en los perros, según una reciente investigación

Los alimentos ricos en vitamina D no solo cuidan del corazón de las personas. Comidas como el pescado azul, vísceras como el hígado, los cereales y hasta la mantequilla, alimentos que aportan vitamina D a la sangre, también protegen el corazón del perro. «La falta de vitamina D en el can aumenta el riesgo de que sufra fallos en el corazón o dolencias cardiacas», explica el veterinario Marc Kraus, quien ha coordinado un extenso estudio para analizar el papel de esta vitamina en la salud canina.

Alimentos perros enfermos corazón
Imagen: Jacky W.

Los investigadores han hecho el seguimiento de un total 82 perros durante tres meses. El objetivo era conocer su dieta y su salud cardiaca, así como realizar sucesivos análisis de sangre. ¿Cuál ha sido el resultado? «Mientras que variables como el sexo del can no son determinantes en la salud cardiaca del animal, la cantidad de vitamina D ingerida en la dieta sí guarda relación con el riesgo de insuficiencia cardiaca«, asegura el experto.

Vitamina D para cuidar el corazón del perro

Uno de cada diez perros padece problemas de corazón, pero el número crece de forma importante a medida que el can cumple años

Tomar la cantidad de vitamina D necesaria a través de la alimentación es importante para las personas, pero aún un poco más para los perros. ¿Cuál es el motivo? Mientras que nuestra piel produce vitamina D durante la exposición directa a la luz solar, esta habilidad no es compartida por los peludos compañeros.

«Al contrario que nosotros, los canes no son capaces de absorber vitamina D a través de su piel, por lo que ingerir la cantidad necesaria de este nutriente con su alimento es importante para cuidar el corazón del perro», añade Kraus. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista científica especializada Journal of Veterinary Internal Medicine.

Pescado e hígado protegen los huesos y músculos del perro

La vitamina D puede incorporarse a la dieta del can a través de alimentos, como el pescado azul (caballa, atún, salmón), el hígado y los cereales.

Este nutriente, además, mantiene sus huesos y músculos en forma. La razón es que la vitamina ayuda a los huesos del perro a absorber el calcio que precisan para estar fuertes. Sus músculos también requieren vitamina D para moverse: los nervios la usan para transmitir mensajes entre el cerebro del can y las diferentes partes de su organismo.

Problemas de corazón en perros: ¿son frecuentes?

 

Corazón de `piensoImagen: nancyg48

 

Un perro que se cansa demasiado y jadea de un modo excesivodurante los juegos o las salidas al parque puede sufrir un problema de corazón. El corazón con insuficiencia necesita hacer demasiado esfuerzo para bombear la sangre con oxígeno al resto del cuerpo, que no llega en la cantidad requerida. Esto se traduce en un jadeo fuerte, problemas para respirar e inhalaciones de aire cada vez más rápidas: el can intenta captar el oxígeno que su cuerpo le demanda.

Los problemas de corazón no son extraños en perros: afectan a uno de cada diez canes, según un estudio de la Universidad de Tufts. Sin embargo, como en las personas, el riesgo de padecer insuficiencia cardiaca crece a medida que cumple años. De este modo, las enfermedades de corazón atañen a uno de cada cuatro perros entre 9 y 12 años y al 75% de los canes que han cumplido los 16 años.

Vitamina D para perros: precauciones

La cautela debe ser la consejera antes de introducir un cambio en la alimentación canina: primero, hay que consultar con el veterinario. Los motivos para mantener la precaución incluyen el hecho de que cereales como el trigo y el maíz se encuentran entre los alimentos con más riesgo de provocar alergias en los peludos comensales.

Los suplementos de vitamina D para perros, además, están disponibles en clínicas y tiendas especializadas en nutrición canina. Pero, de nuevo, la previsión y el consejo veterinario serán los mejores asesores: tanto por exceso como por defecto, la ingestión de las vitaminas puede ser peligrosa para su salud.

Una dieta equilibrada para el perro, así como una vida activa, con ejercicio, juegos y cariño a grandes dosis, es el mejor modo de cuidar la salud y el corazón del can.

Autora: Eva San Martín                    Web: www.consumer.es

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