Mi perro muerde los muebles: ¿cómo usar los repelentes de sabores?
Los perros necesitan morder, pero hay consejos y hasta productos repelentes con sabor amargo que evitan que destrocen los muebles.
Cachorros y perros adultos necesitan mordisquear para descubrir el mundo y liberar estrés. Pero ¿qué ocurre cuando el can no sabe todavía qué puede morder y qué no y prefiere zapatos o el sofá, en lugar de sus juguetes mordedores, para ejercitar su mandíbula? En este artículo se explica por qué muerden los perros, cómo proteger la casa para que no muerdan lo que no deben y cómo usar para ello juguetes, puzles y también productos repelentes, que prometen frenar los mordiscos en los muebles.
Los perros necesitan mordisquear, ¡es divertido y libera estrés!
Los cachorros y perros adultos necesitan mordisquear. La boca es una de las principales herramientas que tienen para descubrir el mundo y liberar estrés. Los mordisqueos son, además, un modo de aliviar el dolor de la dentición en los cachorros, cuando los primeros dientes definitivos comienzan a aparecer.
Pero su importancia no termina en la etapa de cachorro. Los canes adultos necesitan usar sus dientes para mantener sus mandíbulas en forma y, además, limpiar sus dientes. Y aún hay más. Morder ayuda a los perros a liberar estrés, combatir el aburrimiento e incluso la frustración.
Entonces ¿cuándo el mordisqueo del can deja de ser un comportamiento saludable para ser una conducta compulsiva que puede esconder un problema de ansiedad? Y ¿qué se puede hacer cuando elije morder el sofá, las patas de la silla y hasta los cojines que quedan a su alcance, cuando se queda solo en casa?
Lo primero es detectar el origen del problema: ¿el perro sufre ansiedad por separación cuando se queda solo? ¿Mordisquea los muebles porque tiene hambre? ¿Elije destrozar el sofá por aburrimiento? Descubrir el origen del problema, y atajarlo del modo adecuado, es esencial. Un educador canino de confianza, que trabaje en positivo, puede echar una mano en esta tarea.
¿Qué hacer para que el perro no muerda los muebles o zapatos?
El primer paso para lograr que el perro no muerda objetos que no debe, y que además pueden ser peligrosos para él (móviles, cables electrónicos, etc.), es proteger la vivienda. Hay que poner sus objetos de mordisqueo lejos de su alcance y bien cerrados dentro de armarios. ¡Este es el mejor secreto, y el más sencillo, para que el can deje de mordisquear los zapatos!
Sus juguetes y los huesos sanos de mordisqueo «indestructibles» (diseñados especialmente para el mordisqueo canino) son también esenciales. ¿Otra forma de reducir los mordisqueos? Mantener la mente canina ocupada con divertidos puzles de comida para perros, pues estos rompecabezas estimulan su inteligencia mientras alejan la desidia ¡y sus destructivas consecuencias!
¿Cómo funcionan los repelentes antimordiscos caninos?
¿Y qué hacer cuando estas medidas por sí mismas no acaban de ser efectivas? Los productos con sabores repelentes para canes prometen facilitar las cosas. Están fabricados con sabores identificados por los perros como malos, en especial con gustos amargos e incluso algo picantes.
«Los perros, como los humanos, diferencian cuatro tipos de sabores distintos: dulces, salados, ácidos y amargos», explica Stanley Coren, experto en comportamiento canino de la Universidad de Vancouver (Canadá). Y la mayoría de estos animales rechazan los sabores amargos. «Precisamente porque muchos perros reconocen el sabor amargo como desagradable, estos productos repelentes antimordiscos lo usan para evitar que muerdan las superficies que no queremos», aclara Coren.
No obstante, estos productos no siempre funcionan o, al menos, no son tan eficaces en unos canes como en otros. Parte del problema es que la mayoría de las células receptoras del sabor amargo están localizadas al final de la lengua. «Esto significa que con un lametazo rápido o cuando el perro muerde y traga algo de forma veloz, las células receptoras no serán capaces de detectar el sabor amargo a tiempo y el can no percibirá su sabor», añade el experto.
Esto explica por qué solo un contacto más prolongado con el producto de sabor repelente será efectivo, si se quiere enseñar al perro a que no muerda determinadas superficies, objetos o muebles. Entonces, ¿cómo hay que utilizar estos repelentes de sabores antimordisco de forma adecuada?
¿Cómo usar los productos antimordisco?
Los productos de sabores antimordiscos, que vienen en formato de aerosol o en gel, están diseñados para evitar que los canes muerdan objetos. «El modo de usar estos repelentes antimordiscos es aplicar una pequeña cantidad en un trozo de tejido o tela de algodón y, después, con cuidado y delicadeza, acércalo a la boca del perro para que pueda olerlo y saborearlo», describen los etólogos caninos de la Asociación Contra la Crueldad Hacia los Animales.
Una vez que el can haya podido saborear el producto, que no es tóxico, agitará su cabeza si es que le parece desagradable. «Habrá aprendido que el producto sabe mal: la próxima vez que huela, ya sobre la superficie deseada, sabrá recordar su sabor desagradable, por lo que lo normal es que no acuda a morder», añaden estos etólogos.
Ahora solo falta aplicar el aerosol en el sofá o superficie que no se quiera que el can muerda. Hay que intentar ser constante y repetir la aplicación al menos durante dos semanas, hasta estar seguros de que el mueble ha dejado de ser un objeto de deseo de mordisqueo para el perro.
Pero, muy importante: los repelentes no funcionan por sí solos, por lo que hay que duplicar los juguetes divertidos, ofrecerle juguetes y huesos seguros que pueda morder sin problemas, evitar su aburrimiento y regalarle puzzles para que el amigo esté feliz y estimulado.
Autora: Eva San Martín Web: www.consumer.es