Un año de la puesta en marcha del programa “Talleres Asistidos con Animales en Salud Mental”

Se cumple un año de la puesta en marcha del programa ‘Talleres Asistidos con Animales en Salud Mental’. Llevado a cabo gracias a la colaboración de PurinaDogtor Animal y la Fundación Diversión Solidaria, está orientado a pacientes adultos de la Unidad de Psiquiatría del Hospital del Henares. Tras un año desde su implementación y habiéndose evaluado internamente, los resultados obtenidos son positivos y esperanzadores: ayudan a confirmar los beneficios del vínculo humano-animal a la hora de mejorar la calidad de vida de las personas.

Como se recoge en el Plan Estratégico de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, se ha producido una demanda creciente de atención por problemas de salud mental, que se estima se mantendrá en el futuro, tanto en población de adultos como especialmente en la de niños y adolescentes. Este plan aboga por la generalización de actuaciones efectivas, seguras y basadas en evidencia que permitan ofrecer el mejor tratamiento, rehabilitación y recuperación de los usuarios ingresados en unidades de Psiquiatría.

En este contexto y siguiendo con su compromiso de hacer más de lo que verdaderamente importa, Purina y las demás partes involucradas han puesto en marcha este programa con el objetivo de fomentar el ocio inteligente de los pacientes asistentes, desarrollar buenos hábitos de vida y crear un espacio para compartir y divertirse. Concluidas las más de 170 intervenciones realizadas en este año, el dato más relevante a destacar es que la media de asistencia a los talleres respecto al número de ingresos ha sido del 77%. A su vez, en el 93% de las intervenciones, las personas conectaron con la actividad propuesta implicándose en la misma, disfrutando de las acciones que implican la interacción con los perros de intervención.

Sònia Sáez, veterinaria y responsable de comunicación de Purina explica que “experiencias como ésta nos ayudan a recopilar evidencias que confirmen los grandes beneficios del vínculo humano-animal”.

La presencia de los perros de intervención en la Unidad de Psiquiatría sirve, en muchos casos, de ayuda en la gestión emocional interindividual, ejerciendo de colchones emocionales para los y las participantes de los talleres. Su presencia es, en algunos casos, un elemento tranquilizador y, en otros casos, protector llegando incluso a ser clave a la hora de favorecer actitudes proactivas o de respeto.

De media, en el 89% de las sesiones los y las participantes no solo buscan la interacción con el perro, sino que disfrutan de él verbalizando repercusiones positivas relacionadas con el contacto directo. Dichos acercamientos promueven espacios de risas y de conexión con el contexto, produciéndose también reminiscencias con respecto a experiencias compartidas con animales o referentes a sus propios animales de familia, lo que favorece temas de conversación distendida que funcionan como conexión con la vida fuera del hospital. El 87% de los participantes aporta una retroalimentación positiva de los Talleres Asistidos con Animales.

“Durante los Talleres Asistidos con Animales en la Unidad de Psiquiatría hemos observado que tanto el contacto con nuestro perro de intervención como con el equipo humano tiene un impacto emocional en aquellas personas con las que se interactua”, explica Vanessa Carral, psicóloga clínica y educativa de Dogtor Animal. Y añade, “para muchos, los Talleres Asistidos con Animales son un espacio en el que se ‘olvidan’ de su situación y donde la enfermedad mental se normaliza alejándose de estigmas”.

Por su parte, María Parra, directora general de la Fundación Diversión Solidaria, comenta que “estamos convencidos de que las emociones positivas, la diversión y el ocio terapéutico no curan pero ayudan a sanar e influyen de forma muy directa en el ciclo vital y emocional de las personas”.

Se ha observado que la presencia de los perros de intervención se ha convertido en un recurso muy valorado tanto por los profesionales de la Unidad como por los y las participantes. Los talleres, que se han convertido en una intervención complementaria que favorece el abordaje integral de las personas ingresadas, han demostrado su valía en diversas vertientes:

  1. Mejora de la sensación de bienestar: se observa cómo las diferentes actividades propuestas en las sesiones sirven para crear espacios de bienestar donde experimentar sensaciones placenteras y emociones positivas permitiendo a los y las participantes alejarse de la situación en la que se encuentran y favoreciendo un puente adaptativo con la vida en el exterior.
  2. Conexión y concentración: la presencia del animal se ha vehiculizado como excusa o motor para que así, los y las participantes conecten con los ejercicios propuestos. El espacio de Talleres Asistidos con Animales se construye sobre actividades placenteras, fuente de estimulación transversal de las funciones cognitivas superiores desde estados emocionales de felicidad, paz y serenidad.
  3. Gestión emocional: las intervenciones mediadas a través de la presencia de los perros de intervención favorecen un apoyo fundamental en la gestión emocional de los y las diferentes participantes: el vínculo establecido con el animal favorece el desarrollo de la capacidad de automotivación de los y las asistentes desde el desarrollo de la autoestima reforzado por las interacciones con el perro.
  4. La presencia del animal favorece la conexión sensación/cuerpo/mente y, por ende, la expresión de emociones y su verbalización y el desarrollo de afectos positivos construidos desde las bases de la inteligencia emocional. Esto último especialmente en participantes que han asistido a más de una sesión.
  5. Desarrollo de afectos y relaciones interpersonales: la presencia del perro de intervención durante los talleres abre un cauce de comunicación emocionalmente seguro especialmente con el equipo humano, pero también entre los diferentes componentes del grupo de participantes, o entre los diferentes pacientes. Se observa que ante ciertas reticencias iniciales, los y las participantes han vivenciado este espacio como emocionalmente seguro pudiendo así desarrollar sus habilidades sociales a diferentes niveles.
  6. Positivización de la experiencia hospitalaria: el 87% de los y las participantes que han compartido su opinión a través de las píldoras de opinión valoran el recurso como muy positivo. Recabar su experiencia nos ayuda a inferir que un programa de estas características podría mejorar significativamente la experiencia de los y las pacientes durante sus ingresos en la Unidad de Psiquiatría, lo que ayudaría, por otro lado, a que estos entornos hospitalarios fueran percibidos más positivamente.

 

Eficacia confirmada de las terapias asistidas con animales

La alimentación animal es la base de lo que hace Purina pero no es lo único. La compañía está comprometida en hacer de éste un mundo mejor para los animales y para quienes comparten su vida con ellos y, es por eso que inició, en 2015, investigaciones para recopilar evidencias relacionadas con el impacto que genera el vínculo humano-animal, así como estudios entorno a los beneficios de las terapias asistidas con animales. Entre los resultados obtenidos, hay evidencias de que interactuar y convivir con animales tiene múltiples beneficios para la salud mental, siendo estos los principales:

  • Motivacionales: estos beneficios están vinculados a la mejora de sentimientos como la autoestima y la autoconfianza.
  • Terapéuticos: la presencia de los perros de terapia contribuye a la aceleración de los procesos de recuperación de pacientes.
  • De apoyo emocional: con gran impacto en personas mayores que viven solas, y/o aquellas que sufren episodios o trastornos de depresión.
  • Sensoriales o motrices: los especialistas están destacando la ayuda que suponen las terapias con animales en procesos de fisioterapia y rehabilitación física.
  • Socialización y empatía: los animales en general, y los perros en concreto, son grandes facilitadores sociales por su capacidad para interactuar con otros perros y personas.
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