El grado de similitud entre nuestras dos mascotas más populares ha sido durante mucho tiempo fuente de debate científico. Ya se han realizado muchos estudios comparativos sobre estas especies, con distintos grados de éxito. Por ejemplo, no está claro si son capaces de reconocer en la misma medida señales de comunicación humanas, como por ejemplo señalar.
Investigadores del Grupo de Investigación de Etología Comparada ELKH-ELTE y del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd compararon en su estudio reciente qué tan bien pueden elegir los perros y gatos de compañía basándose en los gestos humanos que señalan. Es importante destacar que las mascotas fueron analizadas en las mismas condiciones, lo que garantiza la comparabilidad de los resultados.
«Primero probamos perros y gatos en el laboratorio, lo que fue todo un desafío para los gatos», dijo Attila Salamon , el primer autor del artículo. «Un total de 62 gatos domésticos fueron llevados al departamento por sus dueños, pero solo pudimos realizar la prueba con 34 de ellos. El resto eran demasiado tímidos o no estaban motivados para participar, a pesar de que les ofrecieron sus golosinas favoritas. Por otro lado, ningún perro tuvo que ser excluido».
«La tarea parecía muy sencilla: colocamos dos recipientes en el suelo, uno de los cuales contenía una recompensa de comida. El experimentador siempre señalaba el recipiente con el cebo y luego el sujeto podía elegir. En general, los perros demostraron ser más hábiles: encontraron la recompensa con mucha más frecuencia que los gatos», dijo Melitta Csepregi , coautora. «Además, los gatos gradualmente se volvieron menos dispuestos a elegir, mientras que los perros estaban ansiosos por trabajar durante toda la prueba».
Como los gatos parecían estar en desventaja en un entorno desconocido, los investigadores probaron más tarde a un subgrupo de gatos también en casa. Si bien la disposición de los gatos a elegir un recipiente no disminuyó en casa, su éxito general fue aún menor en comparación con los perros.
«Puede haber varias fuentes de estas diferencias. Los gatos pueden haber estado menos atentos, menos motivados por las recompensas de comida o frustrados por el entorno desconocido o el manejo inusual durante la prueba», dijo Márta Gácsi , la investigadora principal. «A diferencia del gato, El perro es una especie social y fue seleccionado para interactuar y cooperar con los humanos durante la domesticación. Las diferencias en cómo los conservamos también pueden haber contribuido a los resultados de las pruebas. Considerando todo esto, no sorprende que sea menos relevante para los gatos confiar en las señales de comunicación humana», añadió.
Autores: Atila Salamón, Stefania Uccheddu, Melitta Csepregi, Ádám Miklósi &Marta Gácsi
