Prohibir razas de perros como plantea Alemania favorece la cría incontrolada y el mercado negro

La Real Sociedad Canina de España (RSCE) rechaza la posible prohibición por parte de Alemania de determinadas razas de perros, entre las que se encuentran variedades tan populares como el Teckel o el Pastor Alemán, con el argumento de que estas razas desarrollan problemas de salud. Una tesis que no tiene soporte científico y que, de materializarse, favorecerá la cría fuera de control y el mercado negro.

La organización más grande y antigua de España relacionada con el mundo del perro -fue fundada en 1911- acoge con honda preocupación las noticias que llegan de Alemania y espera que el Ejecutivo germano de coalición dé marcha atrás en su pretensión por vetar el desarrollo de hasta 17 razas internacionalmente reconocidas.

De este modo, RSCE anuncia que se suma a la campaña emprendida por su asociación homóloga en Alemania, la VdH, para recabar apoyos en contra de una futura normativa que apunta a prohibir 17 razas. Tanto la RSCE como la VdH son los únicos miembros en sus respectivos países de la Fédération Cynologique Internationale, la FCI, la federación canina más grande a nivel mundial.

Y es que el veto sobre una raza no va a provocar su desaparición sino que estimulará la cría incontrolada y el fraude ilegal. Las razas caninas no escapan al fenómeno de la globalización, multiplicándose el interés de los consumidores debido a las modas o las redes sociales, pero también porque estos ejemplares son parte de nuestra cultura y modo de vida. 

 

Un mercado que ya mueve 1.300 millones

De acuerdo con el Ejecutivo comunitario, el mercado negro de perros de raza genera un volumen de ingresos de 1.300 millones de euros al año a los criadores piratas. Adoptar prohibiciones como en Alemania redundaría en un aumento del comercio ilegal, lo que a la larga provoca daños irreparables sobre la salud y el bienestar del perro al bendecir la proliferación de enfermedades a través de la cría descontrolada. 

No por nada, el 80% de la ciudadanía en la Unión Europea cree que las autoridades de distinto cuño deben reforzar las medidas que garanticen el bienestar de los perros, lo que implica incrementar la lucha contra las mafias y proteger la figura del criador responsable. 

Para la RSCE, la decisión alemana carece asimismo de fundamento científico. Estudios como el publicado recientemente por la revista Nature avalan -como lo han hecho centenares de investigaciones anteriormente- que los perros de raza tienen mayor esperanza de vida que los mestizos.  De hecho, las razas son producto de una selección  basada en criterios morfológicos y funcionales (adaptación al clima y al terreno, trabajo a desarrollar) a lo largo de miles de años que es incompatible con una mala salud genética. 

Vetar cualquiera de las 400 razas internacionalmente reconocidas significa acabar con una riqueza histórica y antropológica, además de dejar fuera de juego a aquellas personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a la mejora de dicha raza, favoreciendo al comercio ilegal.

En opinión de la RSCE, la mejor solución para garantizar perros saludables siempre es la cría responsable. Una práctica amparada en España por la Ley de Bienestar Animal, que puede reforzarse ahora durante su desarrollo legislativo. Los criadores responsables trabajan en un marco regulado y son los únicos que pueden garantizar la evolución y la salud de las razas caninas puras. Desde nuestra asociación se señala que cada año aumenta el arsenal de pruebas genéticas y veterinarias para criar perros más sanos y para acabar con enfermedades genéticas y congénitas. 

 

Abandono marginal entre razas puras

También recuerda que los países con una mayor tasa de perros de raza es donde menos se dan los casos de maltrato y abandono. Los cinco países con menos abandono en los países de Europa  son los que poseen un mayor porcentaje de perros de raza: Finlandia (61,35% de proporción de perros de raza sobre el total), Suecia (59,03%), Noruega (58.63%), Irlanda (43.45%) o Dinamarca (34,97%).

Para José Miguel Doval, presidente de la RSCE, “es imprescindible que las organizaciones caninas hagamos lobby político a nivel nacional y también a nivel europeo a través de asociaciones como la Fédèration Cynologique Internationale, para dar a conocer lo que es la verdadera cría certificada, trazable y responsable y su papel, no sólo para terminar con enfermedades y problemas de los perros, sino también para reducir las tasas de maltrato y abandono. Igualmente, y con datos científicos y económicos de la mano, desde las asociaciones caninas debemos advertir a las autoridades del sinsentido que supondría el veto a cualquiera de las razas internacionalmente reconocidas, favoreciendo el fraude y, con él, la proliferación de enfermedades que la medida en teoría apunta a erradicar”.

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