Antes de analizar el por qué los gatos arañan las cosas, vamos a ver que transmiten las uñas del gato y las razones que tienen nuestros felinos para hacer uso de ellas.
Cómo todos sabemos los gatos tienen cuatro patas. En las delanteras tienen un total de cinco dedos y en las traseras tienen cuatro. Cada dedo finaliza con una uña insertada verticalmente que crecerá de forma continua durante toda la vida del felino. Las uñas de las patas delanteras crecen más deprisa que las traseras porque tienen un mayor desgaste. Todas son retráctiles, por lo que están protegidas hasta que nuestro gato decide utilizarlas.

Al tener este sistema, pueden sacar las uñas cuando lo creen conveniente, eso les permite desplazarse sin ruido por el apoyo de sus almohadillas plantares, pasando inadvertidos a sus presas o familia humana. Las uñas son un arma defensiva frente a otros congéneres o cualquier situación de peligro. Al ser nuestro felino un cazador nato, las aprovechan como herramienta de caza porque permite clavarlas en sus presas como si de pequeños cuchillos se tratara. También las utilizan para trepar a los árboles, rascarse y atrapar objetos en el aire.
¿Por qué mi gato araña los muebles?
Para los gatos, arañar es algo natural. Con este comportamiento marcan territorio. Entre las almohadillas se encuentran feromonas que depositan al arañar. Si tenemos varios gatos y nos fijamos, veremos que primero araña uno y posteriormente el otro; es una forma de comunicación mediante el marcaje olfativo y visual. También pueden arañar para estirarse y para eliminar restos inapropiados que hayan quedado en las uñas.
Los gatos son muy sensibles con su territorio y pueden desarrollar conductas no deseadas al ojo de sus compañeros humanos. Los cambios en el entorno del hogar de nuestro gato pueden llegar a ser muy estresantes. Con la llegada de un bebe, una mudanza, otro gato, un arenero inapropiado, un viaje, pueden generar en nuestro peludo estrés y ansiedad.
Con frecuencia los felinos suelen dejar sus evidencias en el espacio que más comparten con su familia humana. Es decir el comedor (sofás, alfombras, sillas), así como en la habitación donde descansa la persona con la que tenga una relación más estrecha.
¿Qué podemos hacer para que nuestro gato no arañe los muebles?
Podemos encontrar el mercado productos que contienen las llamadas feromonas felinas que son hormonas realizadas de forma artificial.

Estas hormonas felinas sintéticas nos servirán para transmitir al felino que lugar es correcto para el afilado de sus uñas. Así ayudaremos a que utilice los rascadores adecuados para tal fin y que podemos distribuir por toda la casa.
Recordamos que arañar es un acto totalmente natural en los gatos
Uso del rascador
Un rascador debe de tener como mínimo un altura de unos 60 cm. Los gatos suelen erguirse para rascar y debe contener suficiente altura para que se ponga de pie y pueda estirarse mientras araña con sus uñas el objeto. Esta acción les libera de tensión y energía.

Los mejores marcadores del mercado están realizados con elementos de alta calidad. Su fabricación contiene fibra natural de sisal o yute y son antideslizantes. El pegamento con el que están unidos sus elementos es inocuo.
Hay muchos tipos en el mercado de rascadores: torres, árboles, postes, de pared, esquinazos, con refugio, en forma de escalera, etc.
Es importante enseñar al gatito desde pequeño cual es el lugar adecuado para rascar. De adulto podemos hacer uso de las feromonas sintéticas. Estas hormonas felinas realizadas de forma artificial nos servirán para guiar a nuestro gato hacia una conducta humanamente apropiada (arañar en el rascador) y así minimizar los daños que pueda ocasionar en el mobiliario de casa al poner en práctica sus costumbres felinas.
Autora: Antonia Villalba