Se parecen mucho entre sí, pero gracias a los análisis filogenómicos, un equipo internacional con participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) acaba de confirmar que las poblaciones del sapo partero común que se distribuyen por la zona central de Portugal y en la parte occidental del Sistema Central corresponden a una nueva subespecie. Esta nueva incorporación al árbol de la vida, una representación de todos los seres vivos que conocemos y sus relaciones de parentesco, ha sido descrita con el nombre científico de Alytes obstetricans lusitanicus en alusión a su área de distribución. Desentrañar las relaciones de parentesco entre las especies, identificar los principales linajes intraespecíficos y conocer su distribución es imprescindible para su conservación.
Los sapos parteros se caracterizan por compartir un comportamiento único entre los anfibios. Tras el apareamiento, los machos de las diferentes especies son los encargados de cuidar de los huevos, que transportan en sus patas traseras durante las primeras semanas de su desarrollo hasta que los renacuajos eclosionan y comienzan su vida acuática. En el mundo se conocen únicamente seis especies de sapos parteros, de las que cinco están presentes en España. La especie con una distribución más amplia es el sapo partero común, Alytes obstetricans, que se extiende por buena parte de Europa occidental pero concentra la mayor parte de su diversidad morfológica y genética en la península ibérica. “Para analizar el grado de diferenciación de las poblaciones de A. obstetricans y delimitar los principales linajes históricos recurrimos a estudios filogenómicos basados en miles de marcadores nucleares, así como a análisis de datos morfométricos y bioacústicos”, explica el investigador del MNCN Íñigo Martínez-Solano. “Los estudios que se habían realizado hasta ahora en la especie se basaban en un número mucho menor de genes y no ofrecían una resolución completa, pero los nuevos datos genómicos nos han permitido caracterizar a este nuevo linaje, que se diferenció durante el Pleistoceno, hace unos dos millones y medio de años”, continúa.
Las relaciones de parentesco de los sapos parteros
El grupo de los sapos parteros comunes incluye a dos especies, Alytes obstetricans y Alytes almogavarii, que hasta ahora englobaban a tres y dos subespecies, respectivamente, a las que se une ahora Alytes obstetricans lusitanicus. Aunque tienen un aspecto similar entre sí, estas subespecies forman grupos de poblaciones con una historia evolutiva independiente, bien diferenciadas genómicamente y que se distribuyen en áreas geográficas separadas, con zonas de solapamiento más o menos restringidas (ver mapa). “La nueva investigación, además de desvelar la presencia de esta nueva subespecie, ilustra las ventajas de los enfoques genómicos a la hora de llevar a cabo revisiones taxonómicas, ya que permiten cuantificar el grado de aislamiento reproductivo entre los diferentes linajes”, apunta Martínez Solano. “Lamentablemente, considerando tanto la escasa diversidad genética de las poblaciones de la nueva subespecie en España como su reducida área de distribución, podemos concluir que su situación es delicada. Es preciso llevar a cabo estudios más detallados para documentar su abundancia, tendencias poblacionales y principales amenazas, entre las que se cuentan la pérdida de hábitats de reproducción favorables y la expansión de especies exóticas invasoras”, concluye el investigador.