Los que habéis tenido pueblo probablemente hayáis oído alguna vez este término para referirse a una enfermedad de los conejos, nada más y nada menos que la MIXOMATOSIS. Esta enfermedad vírica causada por un Leporipoxvirus fue introducida en España en los años 50 conociéndose coloquialmente entre los ganaderos y cazadores como «El Morro». La mixomatosis fue descubierta por un investigador llamado Sarinelli en 1892, llevó conejos europeos a Uruguay, donde existen conejos silvestres americanos muy comunes (Sylvilagus spp.) que son los reservorios naturales del virus, pero Sarinelli no lo sabía en ese momento. Los conejos silvestres americanos tienen el virus pero no les ocasiona enfermedad, sin embargo sí produce enfermedad en nuestros conejos europeos y en los conejos domésticos, que provienen del conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), y produce enfermedad más leve en las liebres (Lepus spp). Los conejos de Sarinelli enfermaron y murieron. En ese momento Sarinelli dio la alarma sobre esta enfermedad de posible origen vírico (en esa época se conocían muy pocas enfermedades víricas) y no se propagó, se evitó el contacto entre las poblaciones de conejos de Europa y América.
Por desgracia, pocos años después, en la década de los 30 del siglo XX, se emplearon conejos infectados con mixomatosis para intentar diezmar las poblaciones de conejos que habían llegado a ser una plaga en Australia. En ese país se habían introducido conejos como animal de granja por los primeros colonos europeos a mediados del siglo XIX y los que escaparon de las granjas, al no tener depredadores naturales y encontrar un medio natural óptimo, se reprodujeron de forma incontrolada ocasonando pérdidas agrícolas. La mixomatosis parecía funcionar en Australia causando mortalidades del 99% pero algunos conejos resultaron ser inmunes a la enfermedad y pronto se recuperó parte de la población de conejos, aunque nunca fue tan exagerada como en aquellas primeras plagas. La otra cara de la moneda es que la mixomatosis pasó a ser endémica de Australia, es decir, imposible de erradicar de ese país y por lo tanto una fuente de infección para el resto de conejos del mundo. Para más inri, en Europa se comenzaron a utilizar conejos infectados para controlar las poblaciones de conejos en ciertos terrenos agrícolas donde, según los agricultores, resultaban dañinos…y al final ocurrió algo parecido a lo que ocurrió en Australia y poco a poco la mixomatosis afectó a la población de conejos silvestres y domésticos, país por país, de toda Europa. A España le tocó en 1953, año en el que aparecieron los primeros casos descritos, y desde entonces no nos la hemos quitado de encima, aunque se ha avanzado mucho con las vacunaciones y otras medidas de control.
Actualmente se sabe que ese tipo de prácticas no son para nada adecuadas y ningún país las suele autorizar, al contrario de lo que se hacía hace 50 años.
Autor: Miguel Gallego Web: Centro Veterinario Madrid Exóticos