Mantén a tu jerbo saludable y en forma

Para mantener a tu jerbo entretenido puedes esconderle sus alimentos por todo su madriguera los mantiene entretenidos e imita la búsqueda natural de comida. Entierra su alimento entre la arena de su casa, dentro de su escondite o mételos dentro de los tubos en los que juega, estarán entretenidos y saciarán sus instintos. Entretente construyendo un ambiente para tu jerbo. Colócales heno u hojarascas, para que puedan jugar. Puedes darles tubos de los rollos de papel, cajas de cartón, botes, u objetos que sean seguros para él y así desaparecerá la monotonía, y además, mantendrá sus dientes sanos y disfrutarán de lo lindo. No te sorprendas si tus jerbos se pasan el día cambiando de sitio sus materiales, es divertido verlos como acomodan e improvisan su hábitat. También se mantendrá activo si le das una rueda giratoria solida y silenciosa. Y procurarles un espacio suficientemente amplio para cavar túneles. Al igual que con todos los roedores, los dientes de los jerbos crecen constantemente, así que es importante que siempre tengan a mano bloques de madera, ramas, juguetes adecuados y materiales de nidificación adecuados para mordisquear, ya que ayuda a prevenir los dientes demasiado grandes. Comprueba regularmente sus dientes y aconséjate en su veterinario si necesitas información personalizada para tu amiguito.
 
Jerbo 

Los jerbos necesitan que se les cepille el pelo con regularidad para mantener su “melena” limpia y saludable. Procúrale una pequeña cantidad de arena de chinchilla en un plato poco profundo cada día para ayudar a mantener su pelaje sano. Retire la arena y ponle otra cantidad limpia.

Un jerbo sano estará activo, juguetón y curioso, con la piel suave y brillante, los ojos deslumbrantes y una nariz limpia. Si no es así es que está sufriendo alguna dolencia, revisa a tu mascota todos los días en busca de signos de dolor, enfermedades o lesiones, y acude a su veterinario inmediatamente si sospechas cualquier problema.

Los signos de que padece alguna enfermedad son letargo, piel erizada, ojos llorosos o nariz mocosa y pérdida de apetito. Los dientes de un jerbo no deben ser visibles cuando la boca está cerrada y no tiene que aparecer una fina cubierta de piel sobre las orejas.

Además, estos animalitos pueden desarrollar llagas al rededor de la nariz o de la boca si el material de su madriguera es demasiado áspero para ellos. Si esto sucede, trata de cambiar los componentes de su cama y acude a tu veterinario para curarle esas heridas.

Revisado 28 Agosto 2023 – Publicado 21 Ago 2014

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