El uso de heces como fuente de material genético podría transformar los esfuerzos de conservación de especies en peligro de extinción. Si las células extraídas de los excrementos pueden convertirse en óvulos y espermatozoides viables, se abriría una nueva vía para la reproducción asistida sin necesidad de intervenir directamente a los animales.
Un método innovador para preservar la biodiversidad
Este enfoque no invasivo permitiría:
- Incrementar la diversidad genética, reduciendo el riesgo de endogamia en especies con poblaciones pequeñas.
- Facilitar la reproducción asistida, eliminando la necesidad de extraer células reproductivas de los animales.
- Obtener material genético de poblaciones silvestres, sin alterar su comportamiento ni causarles estrés.
¿Cómo funciona?
Las células desprendidas del revestimiento intestinal, presentes en las heces, pueden mantenerse vivas tras la expulsión. Los investigadores han descubierto que es posible aislarlas y reprogramarlas en laboratorio para que se conviertan en células sexuales, lo que permitiría su uso en fertilización asistida.
Aplicaciones en especies en peligro
Este método podría ser clave para la conservación de especies con poblaciones reducidas, como el rinoceronte blanco del norte, del que solo quedan dos hembras en el mundo, o animales difíciles de reproducir en cautiverio, como los grandes felinos y ciertas aves en peligro crítico.
Aunque la investigación aún se encuentra en sus primeras etapas, los resultados obtenidos en ratones y elefantes son prometedores. Si se logra aplicar con éxito a más especies, este descubrimiento podría marcar un antes y un después en la lucha contra la extinción.