Cataluña y Galicia son las únicas comunidades autónomas donde la vacunación contra la rabia de perros, gatos y hurones no es obligatoria. Que lo sea es una petición histórica del Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña (CCVC), en línea con el reto global de la OMS, la FAO, la OIE y la Alianza Global para el Control de la Rabia de eliminar, en 2030, todas las muertes de personas por rabia transmitida a través de un mordisco de perro. Aunque la Generalitat anunció en septiembre del 2022 que trabajaba en un proyecto de decreto por el que se establecería la vacunación antirrábica obligatoria, dieciséis meses después, el decreto no es todavía una realidad. Para conocer su estado y pedir que se termine y apruebe este año, una representación del CCVC encabezada por su presidenta, Verónica Araunabeña, se reunió con David Mascort, consejero del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat , y Elisenda Guillaumes, directora general de Agricultura y Ganadería de este mismo Departamento.
En la reunión, el Departamento se ha comprometido a tener listo el decreto en 2024.
La rabia, una amenaza global
La rabia afecta al sistema nervioso y, una vez que aparecen los síntomas clínicos, es mortal en prácticamente todos los casos. Está presente en más de 150 países, la mayoría de Asia y África, provocando la muerte de al menos 70.000 personas al año, de las cuales el 40% son niños y adolescentes . En el 99% de los casos, el contagio se produce a raíz de un mordisco de perro. Aunque en Cataluña no se haya detectado ningún caso en las últimas décadas, sí que se han detectado en regiones cercanas.
Es el caso de Melilla, donde desde 1983 se han producido 131 casos de rabia en animales, la mayoría perros. Según los veterinarios catalanes, «en un mundo globalizado como el nuestro, y debido a que existe una ruta regular por mar desde Argelia, donde sí hay rabia, hasta Alicante, la enfermedad sigue siendo una amenaza para Catalunya», apunta Araunabeña. En este sentido, en marzo de 2022, con la llegada de más de mil animales de compañía procedentes de Ucrania a causa del conflicto bélico con Rusia, se activó un protocolo de actuación con la colaboración del CCVC y los Colegios para prevenir, controlar y mitigar el potencial riesgo de que estos animales fueran portadores de la rabia, una enfermedad todavía endémica. En total, fruto de aquella campaña se vacunaron más de 1.500 animales.
El AIAC, a disposición del Gobierno
Los veterinarios aprovecharon la reunión con el conseller para poner al alcance del Govern el Archivo de Identificación de los Animales de Compañía (AIAC) , una base de datos informatizada del Consell donde se inscriben los microchips registrados por los veterinarios colegiados , y que incluye una cartilla con el plan sanitario del animal y donde se registran las vacunaciones. «La AIAC permitiría recoger de forma fiable la situación sanitaria real y el estado epidemiológico de Catalunya donde, actualmente, no solo desconocemos cuántos animales están vacunados sino que ni siquiera se sabe cuántos animales de compañía existen en nuestro país», señala Araunabeña. La AIAC cuenta en la actualidad con cerca de dos millones de animales registrados. En Cataluña, por ahora, la identificación de perros, gatos y hurones con microchip es obligatoria y las vacunas voluntarias ―que, si se administran es, en buena parte, gracias a la recomendación de los profesionales veterinarios colegiados.
