Nombre común: Tórtola senegalesa
Nombre científico: Streptopelia senegalensis
Descripción y origen
La Tórtola Senegalesa es un ave elegante, alargada, con una longitud de hasta 27 cm, esta especie no presente dimorfismo sexual aparente, por lo que es muy dificil distinguir los machos de las hembras si no están apareados. Tienen cabeza redondeada, suavemente conformada, con pico largo, fino y oscuro. Ojos circulares, grandes, oscuros y muy brillantes. El plumaje, liso, perfectamente pegado al cuerpo, es gris, rosado vinoso en cabeza y pecho, con dorso castaño claro y alas gris plomo, dibujadas con suaves matices ocráceos. La cola, oscura por la parte superior, y blancas las infracoberturas caudales, con una franja negra muy característica. Los flancos son blancuzcos, pero en la garganta y el cuello presentan un collar ocre intenso con puntos más oscuros. Viven silvestres en grandes áreas de Africa y Asia occidental, habiéndose adaptado en Australia, donde fueron introducidas por el hombre. Viven diez o doce años.
Alojamiento
Ideales para la pajarera mixta o habitación pajarera, pueden recogerse durante el invierno en jaulones de 100 cm de longitud por 40 de anchura y 60 de altura, aunque una pareja podrá criar en jaulas ligeramente mayores dotadas con nidales de palomas. En jardines tranquilos llegarán a habituarse a la libertad a condición de no ser hostigadas.
Alimentación
A la Tórtola Senegalesa debe suministrárseles una dieta clásica para tórtolas, compuesta por una mezcla de semillas de alpiste, mijo, trigo partido y descascarrillado, cañamones y arroz, que podrá complementarse y verduras frescas finamente picadas.
Carácter y comportamiento
Fuertes, alegres, muy adaptables y generalmente sociables, conviven perfectamente con otras especies, por lo que son huéspedes gratos de las pajareras mixtas. Su comportamiento puede tornarse esquivo o pendenciero en hábitats superpoblados o en condiciones de hacinamiento.
Cuidados diarios
Además de las aportaciones lógicas de comida y agua, es conveniente proporcionarles bandejas de arena fina estéril y baños limpios con agua diariamente. La limpieza de fondos, nidales y posaderos ha de constituir capítulo esencial en el mantenimiento de estas tórtolas.
Reproducción
La casi imposibilidad de separar machos y hembras nos obligará a la adquisición de un grupo de siete u ocho ejemplares, que se dejarán juntos en una amplia pajarera o habitación pajarera hasta que de forma natural se decanten las parejas. La colocación de nidales protegidos ayudará a esta separación. Localizados los futuros esposos, se separan a medida que se formen cada una de las parejas, aislándose en jaulones de cría o pajareras mixtas. La puesta de dos huevos va seguida de incubación compartida, que dura trece días. Los pichones pueden abandonar el nido y comer solos a las tres o cuatro semanas y los padres iniciarán otra nidada. En climas templados pueden criar casi ininterrumpidamente, pero sólo se les dejará incubar tres o cuatro nidadas, separando a la pareja para que puedan descansar y mudar la pluma.
Enfermedades
Muy robustas, pueden sin embargo, sufrir graves afecciones causadas por corrientes de aire o fríos intensos. También suelen producirse trastornos en el cambio de pluma por un exceso de actividad reproductora. Deben vigilarse las exoparasitosis, más frecuentes de lo deseable.
Publicado: 20 Nov 2013 – Revisado 23 Oct 2022