El síndrome de la orina roja por sí mismo no implica que haya una enfermedad en nuestro conejo. Siempre que tengamos ese problema deberemos acudir al veterinario para que nos haga un diagnóstico diferencial entre las distintas causas que ocasionan ese problema.
Una buena anamnesis sobre los hábitos, costumbres y alimentación del conejo orientarán el diagnóstico, así mismo como la realización de una exploración física completa y de una tira de orina donde vendrá reflejada la presencia o ausencia de sangre nos ayudará a confirmarlo. Por lo tanto el diagnóstico diferencial será entre hematuria y pigmentación.
De forma fisiológica se puede dar por la ingestión de plantas con alto contenido en Betacarotenos como la remolacha, la zanahoria y los tomates por ejemplo. La ingesta de algunos antibióticos también pueden producir alteraciones en el color de la orina del conejo. La ingesta accidental de acículas de pino o helechos también alteran la coloración de la orina.
En aquellos animales poco hidratados o con un alto consumo en calcio podemos determinar la presencia de orina algo más espesa y blanca de lo habitual, éste fenómeno desparece corrigiendo la dieta.
De forma patológica la presencia de hematuria, puede deberse a sangre que provenga de aparato genital o de aparato urinario. Así tendremos aneurisma venoso endometrial, adenomas/adenocarcinomas o pólipos uterinos como causas de sangrado genital y cistitis, traumas, urolitiasis, infartos renales, neoplasias renales o vesicales como causas de sangrado urinario.
El adenocarcinoma uterino es la enfermedad más frecuente del tracto reproductor en conejas de más de dos años, siendo incluso su incidencia del 30-80% en conejas mayores de 5-6 años. Suele aparecer descarga sanguinolenta por vagina en hembras mantenidas separadas de machos. La ovariohisterectomía es la mejor opción, sin olvidarnos de tomar muestras de ganglios mesentéricos para determinar la presencia de metástasis, un estudio radiográfico también sería de utilidad. La sintomatología además de la hematuria también puede conllevar anemia, depresión, palpación del útero de forma irregular y firme, quistes mamarios o bien se un hallazgo casual de cirugías o necropsias.
Además de los lagomorfos, como el conejo y la liebre, también los roedores pueden sufrir coloración rojiza en la orina y no siempre de forma patológica.
Ya metidos en materia, deciros que las ratas suelen eliminar un pigmento que se llama porfirina a través de las lágrimas por lo que o bien en ojos, o bien si ha pasado por el conducto nasolacrimal hacia cavidad nasal, en la nariz podremos ver una coloración rojiza que es normal en cantidad escasa o moderada y que es signo de estrés o enfermedad cuando es muy abundante.
Después de todo lo dicho ya tenemos un poco más claras las ideas sobre éste síndrome y en cuanto a la pregunta del título… ¿quién no se preocupa?
Autor: Domingo García Web: www.blog.vetjg.com