Conocida como la Bailarina Española, este gran molusco gasterópodo cuenta con seis branquias de color sangre, como indica su nombre científico «Hexabranchus sanguineus». Se la bautizó así porque su espectacular movimiento ondulado cuando se impulsa nadando a diferencia de otros nudibranquios. Es entonces cuando despliega los parapodios rojos emulando a una falda de bailaora de flamenco. También hay una variante amarilla. Su aspecto es totalmente diferente en sus etapas juvenil y subadulta. Cuando alcanza la madurez son totalmente distintas, incluso podría pensarse que son dos animales que no tienen nada que ver el uno con el otro.
Distribución
La Bailarina Española o Hexabranchus sanguineus, es una de las grandes nadadoras no solo de nuestras costas (Mar Mediterráneo), si no también en el Océano Índico, Pacífico y el Mar Rojo,
Tamaño
Esta babosa de mar puede llegar a medir hasta 40 cm., aunque lo normal es que mida entre 15 a 20 cm.
Alimentación
El Hexabranchus sanguineus es de hábitos nocturnos, es carnívoro. Se alimenta de esponjas e hidrozoos. Utiliza sus rinóforos, órganos sensoriales ubicados en su cabeza que se parecen a cuernitos, para detectar señales químicas y localizar a sus presas. Usan las sustancias venenosas que tienen las esponjas en su propio beneficio, con ellas se defienden de sus propios depredadores.
Reproducción
Son hermafroditas y ponen miles de huevos sobre superficies rocosas, como una especie de tela de color rojo con forma de rosa. Estos huevos son extremadamente tóxicos, tienen incluso mayor cantidad de toxinas que los ejemplares adultos.
Curiosidades
Hace simbiosis con el camarón Periclímenes imperator, que lleva alojado en su cuerpo y se encarga de sus branquias estén siempre en perfecto estado de revista. La Bailarina Española estará siempre limpia y el pequeño huésped tiene alojamiento, protección, transporte y comida gratis.
Es importante destacar que, debido a su apariencia atractiva y a menudo llamativa, la Bailarina Española o Hexabranchus sanguineus es una especie popular entre los entusiastas del buceo y la observación de la vida marina. Sin embargo, como con cualquier criatura marina, se debe tener precaución y respetar su entorno natural, no acosarla, porque solo conseguiríamos estresar al animal.
Autora: Antonia Villalba
