La araña violinista, se queda en tierras españolas

Araña violinista - Adobe Stock - kansak01

La araña violinista, conocida científicamente como Loxosceles reclusa, es una especie de araña nativa de América, especialmente común en Estados Unidos. Sin embargo, en España, la araña violinista no es nativa, aunque ha habido algunos casos de picaduras desde su aparición. Estos  suelen estar relacionados con el comercio internacional, ya que las arañas pueden llegar al país a través de mercancías importadas.

 

Picadura araña violinista
Picadura araña violinista

 

La picadura de una araña violinista puede ser peligrosa debido a la necrosis que puede provocar en el área afectada, pero es importante destacar que la mayoría de las picaduras no son letales y muchas veces ni siquiera se desarrollan síntomas graves. Si crees que has sido picado por una de estas arañas, es recomendable buscar atención médica para una evaluación adecuada.

 

¿Cómo es la araña violinista?

La araña violinista (Loxosceles reclusa) tiene algunas características distintivas que la hacen reconocible:

  1. Tamaño: Es relativamente pequeña, con un cuerpo que mide entre 6 y 20 milímetros de largo, aunque con las patas extendidas puede parecer más grande.
  2. Color: Generalmente es de un color marrón claro a marrón oscuro. Su cuerpo puede tener un tono uniforme o presentar un abdomen más oscuro.
  3. Marca en forma de violín: La característica más distintiva de esta araña es la marca en forma de violín que tiene en la parte superior de su cefalotórax (la parte frontal de su cuerpo donde se unen las patas). El «mango» del violín apunta hacia atrás, hacia el abdomen de la araña. Esta marca puede ser más o menos visible dependiendo del individuo.
  4. Ojos: a diferencia de muchas otras arañas que tienen ocho ojos, la araña violinista tiene solo seis ojos dispuestos en tres pares en forma de semicírculo.
  5. Patas: sus patas son largas, delgadas y cubiertas de finos pelos. No tienen espinas prominentes.
  6. Hábitos: son arañas tímidas y nocturnas, que suelen esconderse durante el día en lugares oscuros, secos y apartados como grietas, detrás de muebles o en armarios.
  7. Comportamiento: son reclusas por naturaleza, lo que significa que tienden a evitar el contacto con los humanos. Solo muerden si se sienten amenazadas o atrapadas.

Su comportamiento es tranquilo, y por lo general se encuentra en lugares oscuros y escondidos, evitando la luz y la actividad humana.

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