Se acerca la Navidad con deliciosas comidas, postres y dulces de temporada. Es tentador compartir estos sabrosos bocados con nuestras mascotas, pero este acto puede resultar un viaje inesperado a la clínica veterinaria. Mantén a tu mascota a salvo de estas delicatesen que son buenas para nuestro paladar, pero no para el de ellos. Te presentamos algunos de los productos que no deberían ingerir:
Chocolate
La ingestión de chocolate es el alimento número por el que se producen más visitas veterinarias en estas fechas señaladas. El chocolate, particularmente el chocolate amargo y el cacao, contiene ingredientes tóxicos como la teobromina y la cafeína. La mayoría de estos dulces son ricos en grasas y los perros se sienten atraídos por ellos. !Cuidado!
Nueces de macadamia
El ingrediente tóxico de las nueces de macadamia aún no se ha identificado, pero debemos de tener mucho cuidado con ellas. Todas las partes del fruto son venenosas. Las nueces de macadamia también tienen un alto contenido de grasa, lo que contribuye a sus posibles efectos nocivos. Una pequeña cantidad es suficiente para provocar síntomas graves en los perros.
Verduras
El ajo, las cebollas, los puerros y las cebolletas también son tóxicos para nuestros peludos y bigotudos. Los gatos son particularmente sensibles, al igual que algunas razas de perros (Akita, Shiba Inu y razas con problemas hereditarios de glóbulos rojos). Los efectos tóxicos son acumulativos, es decir que los síntomas no aparecen hasta horas o días después de la ingestión.
Uvas y pasas
La mayoría de las personas saben que las uvas y las pasas son tóxicas para los perros, son altamente indigestas y pueden ocasionar daños renales irreversibles. Alguna evidencia sugiere que esta fruta también puede ser tóxica para los gatos.
Alimentos
Los alimentos ricos en grasas como la salsa, la piel de pavo, el cochinillo, el cordero y la mantequilla pueden causar inflamación del páncreas (pancreatitis). La pancreatitis es una enfermedad grave ya veces mortal. Aleja a tu mascota de los alimentos con un alto contenido de grasa.
Marisco
Las cáscaras del marisco contienen una sustancia denominada quitina que el perro no digiere bien. Le puede provocar vómitos, diarrea y estreñimiento.
