El tema que nos ocupa ha tenido últimamente una gran difusión, lo que ha producido la concienciación de cada vez más propietarios de gatos: la importancia del estrés en su salud.
- ¿Qué es el estrés?
De manera amplia, el estrés es definido como la reacción general del organismo ante una situación o un cambio, principalmente en su entorno, que amenaza su equilibrio.
Dependiendo de si el cambio es positivo o negativo, más o menos duradero e intenso y más o menos controlable, el estrés que experimentará el animal podrá ser un estrés “positivo” o normal (llamado euestrés) o “negativo”, llegando a ser patológico (denominado diestrés).
Por tanto, no todo el estrés que sufre un individuo es malo. El estrés positivo o euestrés es un fenómeno habitual y cotidiano que permite al organismo adaptarse a los cambios que se producen en el entorno durante su vida. Pero, ¡ojo!, cuando los factores estresantes “colapsan” las capacidades de resistencia y adaptación del individuo, aparece el estrés “negativo” o diestrés, lo que produce alteraciones del comportamiento e incluso la aparición de algunas enfermedades.
Una vez entendido que existen dos “tipos” de estrés según sus efectos sobre el individuo, a partir de ahora cuando hablemos de estrés nos estaremos refiriendo exclusivamente al estrés negativo o diestrés.
- ¿Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad?
Con mucha frecuencia los términos estrés y ansiedad se utilizan de manera indistinta, como sinónimos. Sin embargo, no son exactamente la misma cosa. Para simplificar, podemos decir que el estrés es un fenómeno que afecta de manera general a todo el organismo; en cambio, la ansiedad es una reacción emocional(mental) de alerta ante un peligro que amenaza al animal.
La relación (y probablemente la confusión) entre ambos conceptos estriba en que la ansiedad es la reacción emocional más frecuente en el estrés. A su vez, además de que el estrés sea una de las fuentes más habituales de la ansiedad, también la ansiedad puede generar estrés.
- ¿Qué causa estrés a los gatos?
Las amenazas del equilibrio orgánico del animal que producen estrés pueden ser externas o internas. Las externas provienen del entorno donde vive el individuo y las internas, o del propio organismo del gato, son sobre todo las enfermedades o patologías que sufre el animal y que también le generan estrés.
De hecho, en muchas ocasiones resulta casi imposible determinar si una alteración de la conducta que muestra un gato es debida a un problema médico o a una situación de estrés, ya que los síntomas y signos que manifiesta son muy similares.
Dejando a un lado las enfermedades o factores internos que generan estrés, las causas externas o provenientes del entorno que con más frecuencia dan lugar a reacciones de estrés y/o ansiedad en los gatos son las alteraciones del entorno físico y los factores sociales.
A este respecto, los gatos son animales muy “apegados” a su territorio y cualquier cambio en el ambiente o en el entorno del gato es capaz de generar reacciones de estrés. Así, algunas situaciones estresantes habituales son las mudanzas, las obras en la vivienda, los cambios de mobiliario, los viajes y los sonidos derivados de la actividad humana
Por otra parte, cada vez con más frecuencia los gatos son “obligados” a vivir en condiciones que comprometen su conducta natural y a cumplir las expectativas de sus propietarios respecto a cómo comportarse, lo que puede generar efectos muy indeseables. Algunos de estos factores son convivencia con otros gatos en la vivienda, aparición y/o introducción de otros gatos en el territorio, olores y visión de otros animales, relaciones inapropiadas con los propietarios (por ejemplo, intentar tener demasiado contacto con el gato) y visitas de individuos (humanos o animales) desconocidos.
En función de la intensidad y duración de estos factores pero, también de las características de cada animal, de su grado de socialización, etc., la reacción de estrés será más o menos intensa y tendrá mayores o menores consecuencias. No todos los gatos se estresan con las mismas cosas ni en la misma medida.
Autor: Pablo Hernández – Etólogo Veterinario
Web: www.royalcanin.es