¿Es bueno darle arroz a tu perro?

El arroz es un cereal y uno de los alimentos básicos más consumidos en todo el mundo. Cultivado desde hace miles de años, es un alimento versátil que se cultiva en una variedad de climas. Se utiliza en numerosos platos de todas las gastronomías mundiales. Es un alimento con muchos nutrientes y  es una fuente importante de calorías.

Aunque hay varios tipos de arroz nos centraremos en el arroz blanco. Este se obtiene eliminando la cáscara, el salvado y el germen del grano. El arroz integral, en cambio, conserva estas capas y, por lo tanto, contiene más nutrientes y fibra.

 

Arroz blanco

 

¿Es seguro dar arroz blanco a tu perro?

Es un alimento rico en almidón con un índice glucémico de 66 y éste se convierte en azúcar en el cuerpo de tu peludo. Así que una dieta que contenga gran cantidad de este cereal puede aumentar los niveles de azúcar en la sangre, así como el riesgo de inflamación, diabetes, obesidad y otras enfermedades degenerativas.

Tanto los perros como los gatos no necesitan estos carbohidratos para gozar de una buena salud, pero en determinadas ocasiones es apropiado suministrárselo.

 

 

¿Cuándo es conveniente darle arroz a tu perro?

El arroz es una fuente de carbohidratos complejos, y el arroz blanco cocido en particular es suave para el sistema digestivo de los perros. Aquí hay algunas situaciones específicas en las que el arroz puede ser beneficioso:

  1. Problemas gastrointestinales:
    • Diarrea: el arroz blanco cocido es conocido por ser fácil de digerir y puede ayudar a frenar la diarrea en los perros. Su naturaleza suave puede proporcionar alivio al sistema digestivo al tiempo que ofrece una fuente de energía fácilmente asimilable.
    • Malestar estomacal: en casos de malestar estomacal leve debido a cambios en la dieta, el arroz puede ser un componente útil en la alimentación temporal para facilitar la recuperación.
  2. Fuente de energía:
    • Los carbohidratos del arroz son una fuente de energía importante. Esto puede ser beneficioso para perros activos, especialmente aquellos que participan en actividades físicas intensas. También puede ser útil en situaciones en las que se necesita un aumento temporal de la energía, como durante la recuperación de una enfermedad.

El arroz que ofrezcas a tu perro tiene que cocinarse sin sal y sin ningún tipo de condimento. Recuerda que el arroz puede ser beneficioso en ciertas situaciones pero no debe constituir la totalidad de la dieta de un perro.

 

 

El arroz y el arsénico

El arroz blanco puede contener arsénico, un elemento químico que se encuentra en la tierra y puede ser absorbido por las plantas, incluido el arroz. El arsénico puede estar presente en niveles más altos en el arroz que en algunos otros alimentos debido a las características de cultivo de este grano.

El arsénico tiene dos formas principales: el arsénico inorgánico, que se considera más tóxico, y el arsénico orgánico, que se encuentra en formas menos tóxicas y es más común en los alimentos de origen animal. El arsénico inorgánico es el que suele estar más en el arroz.

Para reducir la exposición al arsénico al consumir arroz, se pueden seguir algunas pautas:

  1. Variedad de arroz: el arroz blanco de grano largo generalmente tienen niveles más bajos en comparación con el arroz integral y el arroz de grano corto.
  2. Enjuagar el arroz: lavar el arroz antes de cocinarlo puede ayudar a reducir los niveles de arsénico en cierta medida.
  3. Cocción adecuada: cocinar el arroz en abundante agua y luego escurrir el exceso de agua puede ayudar a eliminar algo del arsénico.

 

 

Como siempre, antes de realizar cambios significativos en la dieta de tu perro, es aconsejable consultar con un veterinario para asegurarte de que estás tomando decisiones alimenticias que sean apropiadas y saludables para las necesidades específicas de tu mascota.

 

Autora: Antonia Villalba

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