Dentro de la fauna ibérica, también podemos encontrar ell rebeco, también conocido como sarrio en los Pirineos y gamuzo en la Cordillera Cantábrica, es uno de los ungulados silvestres más emblemáticos de la alta montaña ibérica. Su increíble adaptación a terrenos abruptos, su agudeza sensorial y su fisiología especializada lo convierten en una especie fascinante desde el punto de vista ecológico y evolutivo.
🦌🦌🦌🦌🦌🦌🦌🦌
Taxonomía y subespecies
En la península ibérica existen dos subespecies:
-
Rupicapra pyrenaica pyrenaica – Rebeco pirenaico
-
Rupicapra pyrenaica parva – Rebeco cantábrico
Ambos comparten morfología muy similar, aunque se diferencian en detalles de tamaño, distribución y ciertas adaptaciones locales.


Morfología y características físicas
-
Peso: entre 25 y 35 kg en adultos, aunque los machos pueden ser algo más pesados.
-
Altura a la cruz: 70–80 cm.
-
Cuerpo: ligero, compacto y extremadamente ágil, perfecto para trepar.
-
Extremidades: largas y musculosas, con pezuñas duras por fuera y almohadilladas por dentro, lo que les permite adherirse a superficies rocosas casi verticales.
-
Pelaje:
-
Verano: tono pardo-rojizo.
-
Invierno: mucho más oscuro, casi negro, con capa densa que ofrece gran aislamiento.
-
-
Cuernos: cortos, cilíndricos y curvados hacia atrás, presentes en machos y hembras; los machos suelen tenerlos algo más gruesos.
-
Cara: característica franja negra que va desde el hocico hasta detrás del ojo.
Hábitat y distribución
El rebeco es especialista en alta montaña. Prefiere:
-
Canchales, pedreras y cortados rocosos.
-
Praderas alpinas y subalpinas.
-
Zonas aisladas con poca presencia humana.
Se encuentran principalmente en:
-
Pirineos (España, Francia y Andorra).
-
Cordillera Cantábrica.
En invierno descienden a cotas menores para evitar la nieve profunda y acceder a alimento.
Alimentación y dieta
El rebeco es estrictamente herbívoro. Su dieta varía según estación:
-
Verano: brotes tiernos, hierbas ricas en nutrientes, flores y hojas jóvenes.
-
Otoño: hierbas secas, arbustos bajos, semillas.
-
Invierno: líquenes, cortezas y plantas perennes que sobresalen de la nieve.
Su sistema digestivo está optimizado para vegetación de calidad baja, gracias a un rumen eficiente.
Comportamiento social
-
En verano es común ver grupos de hembras con crías.
-
Los machos suelen vivir solitarios la mayor parte del año.
-
Durante el celo, llamado “ronca”, los machos buscan activamente a las hembras y pueden mostrar comportamientos territoriales y enfrentamientos.
El rebeco es extremadamente vigilante, con un campo visual muy amplio y oídos finos. Al detectar peligro, emite un silbido fuerte y seco que alerta al grupo.
Estrategias de movimiento y adaptación al terreno
Su especialidad es la locomoción en pendientes extremas, gracias a:
-
Pezuñas con dos mitades móviles que se adaptan a superficies irregulares.
-
Almohadillas internas que aumentan la fricción.
-
Extremidades robustas y gran coordinación.
Pueden saltar más de 6 metros y correr sobre terrenos donde otros animales caerían al instante.
Reproducción
-
Época de celo (ronca): noviembre–diciembre.
-
Gestación: ~6 meses.
-
Nacimiento: mayo–junio.
-
Nace una sola cría (las gemelas son excepcionales).
-
Los recién nacidos son muy precoces: en pocas horas trepan siguiendo a la madre.
Estado de conservación
Aunque el rebeco no está considerado en peligro general, enfrenta amenazas:
-
Sarna sarcóptica, una enfermedad parasitaria que puede diezmar poblaciones enteras.
-
Impacto del cambio climático sobre los hábitats alpinos.
-
Molestias humanas: turismo no regulado, perros sueltos, deportes de riesgo.
-
Caza regulada, que aunque controlada, puede afectar núcleos pequeños.