El manejo del dolor en los gatos y perros con cáncer

Sugerencias CLAVES en el manejo del dolor en animales con cáncer

El dolor es muy común en animales domésticos con cáncer, y puede detectarse mediante observación cuidadosa de su comportamiento cotidiano.

El dolor afecta negativamente la calidad de vida de las mascotas, así también como importantes funciones fisiológicas.

El dolor puede ser causado no solo por el tumor en sí, sino también por procedimientos diagnósticos (Ej. biopsia) y tratamientos (Ej. cirugía o radioterapia).

El manejo del dolor, es un componente clave, del plan de tratamiento para el cáncer de su mascota.

La eliminación del dolor en mascotas con cáncer debe ser una prioridad; pero nunca debe administrar medicamentos sin antes consultar a su veterinario (incluso algunos antiinflamatorios/analgésicos, están contraindicados debido a sus efectos colaterales o inducción de resistencia a un posterior tratamiento oncológico especifico, en determinadas neoplasias, especies y/o circunstancias).

No todos los cánceres causan dolor a su mascota, y la cantidad de dolor es probable que varían de un animal a otro, incluso para los el mismo tipo de tumores. Los estudios en humanos indican que el 20-50% de los pacientes con cáncer experimentan dolor al momento del diagnóstico, y puede llegar a un el 90% en los pacientes con cánceres avanzado o terminales. Desafortunadamente, el dolor asociado al cáncer ha sido mayormente ignorado y/o subestimado por la medicina veterinaria; pero se sabe que los animales domésticos experimentarán dolor en las enfermedades oncológicas de manera similar a los seres humanos. Muchos hospitales veterinarios reconocen ahora la importancia de tratar el dolor asociado al cáncer, y ofrecen planes de gestión adaptados a las necesidades únicas de cada mascota.

Además del dolor causado por los tumores reales, se admite también el dolor asociado atratamientos específicos, tales como cirugía, radioterapia o quimioterapia. Si no se realiza también un tratamiento para el dolor, este puede disminuir la calidad de vida en todos los pacientes, y prolongar la recuperación y/o seguimiento de un tratamiento oncológico correspondiente. Es, por tanto, esencial que los equipos veterinarios que se encargan del cuidado de las mascotas con cáncer, también desempeñen un papel vital en la educación de los dueños, sobre el reconocimiento y el manejo del dolor en sus mascotas.

Es de suma importancia, para hacer la vida de su mascota lo más cómoda posible y sin dolor, que este sea tenido en cuenta y tratado.  Estos tratamientos deben ser realizados únicamente por su veterinario u oncólogo veterinario de confianza. Los veterinarios están éticamente obligados a reconocer, evaluar, prevenir y aliviar el dolor a todos los animales de compañía a su cuidado.

Si bien no existen estudios clínicos formales, que se hallan realizado para evaluar la inducción de dolor en determinados cánceres; empíricamente, podemos decir que los siguiente los tumores son más susceptibles de causar dolor.

– Los tumores óseos (Ej. osteosarcoma)
– Los tumores del sistema nervioso (Ej. tumores cerebrales)
– Los tumores gastrointestinales (Ej. esófago, estómago, colon, tumores de recto)
– Los tumores mamarios inflamatorios
– Los tumores del tracto genitourinario (Ej. riñón, tumores de la vejiga)
– Los tumores de la cavidad oral (Ej. boca)
– Los tumores intranasales (Ej. nariz)
– Los tumores de próstata
– Los tumores invasivos piel (Ej. Carcinoma de células escamosas)


Evaluación del dolor por cáncer en los gatos y perros

Debido a que muchos gatos y perros no pueden mostrar signos evidentes de dolor debido al cáncer, y como también tienden a ocultar el dolor como mecanismo innato de protección, identificar el grado de dolor y el sufrimiento puede ser muy difícil incluso para los mismos veterinarios. Los signos más fiables que estarían indicando que nuestra mascota esta padeciendo algún grado de dolor, son algunos de los cambios en el comportamiento de la mascota, que se resumen a continuación.

Los dueños de mascotas pasan más tiempo con sus mascotas y por lo tanto, los únicos que realmente puede notar y “diagnosticar” incluso en el más mínimo cambio en el comportamiento de su mascota.

Los propietarios de mascota con cáncer deben consultar a su veterinario u oncólogo acerca del manejo y tratamiento del dolor, durante sus visitas a la clínica veterinaria.  También deben asegurarse que su veterinario cumpla con la obligación ética de realizar un tratamiento adecuado de si el animal parece estar padeciendo algún grado de dolor. Sin embargo, incluso si estos indicadores están ausentes en determinados canceres, se le debe dar el beneficio de la duda a estas mascotas, e implementarse un tratamiento para el dolor.

 

Indicadores probables del dolor en perros y gatos

  • Aparición de cambios en el nivel normal de actividad (Ej. la mascota no juega tanto, no quiere ir a los paseos diarios).
  • Cambio en el comportamiento (Ej. evita la interacción social con otras mascotas o personas, se esconde, muestra disminución de la energía).
  • Negación a moverse (Por ejemplo, la mascota está sentado o acostado por períodos prolongados de tiempo, muestra algún tipo de claudicación o renguera).
  • Cambios en el apetito (Ej. la mascota no quiere comer o come mucho menos)
  • Cambios en la actitud (Ej. la mascota se vuelve más tímido, torpe, agresivos o gruñe cuando se lo toca).
  • Cambios en la expresión facial (Ej. la cabeza del animal cuelga, expresión baja, triste, los ojos entrecerrados).
  • Reacción al tocarlo o acariciarlo (Ej. la mascota emite gritos, gruñidos o los intentos de huir cuando tocó un área afectada).
  • La respiración (Ej. aumento de la frecuencia respiratoria).
  • Auto lamido / rascado excesivo (Ej. la mascota constantemente puede lamerse, morderse o rascar una zona específica).
  • Vocalización (Ej. la mascota puede quejarse, gruñir, maullar).
  • Eliminación urinaria y digestiva (Ej. las mascotas orinan y/o defecar en el lugares inadecuado).

 

Tipos de dolor en las mascotas con cáncer

El dolor se divide principalmente  en 2 formas, agudas y crónicas. Cada una requiere su propio tratamiento. El dolor agudo es generalmente de corta duración, con una duración de horas o días. El dolor agudo generalmente es el resultado de un trauma, terapias de tratamiento (cirugía, radioterapia), o alguna enfermedad de base. Por el contrario, el dolor crónico persiste durante largos períodos de tiempo, semanas o meses. Sigue más allá del período de espera de la curación y puede ser más difícil de detectar en comparación con el dolor agudo.


Tratamiento del dolor en perros y gatos con cáncer

Hay dos aspectos importantes en el tratamiento del dolor en las mascotas con cáncer. El primer aspecto se centra en la eliminación de la fuente de dolor; muchas veces la causada por el tumor en sí.  Esto se puede lograr mediante una combinación de varios métodos que pueden incluir la cirugía, quimioterapia, y radioterapia. El segundo aspecto, se dirige al tratamiento del dolor en general y el dolor asociado con los tratamientos.

 

CARCINOMA CELULAS ESCAMOSAS FELINO

 

El tratamiento del dolor dependerá del tipo específico de dolor, de la especie, la tolerancia al dolor individual y el estado general de salud de la mascota. La mejor manera de controlar en las mascotas el dolor inducido por un tumor, es tomar las medidas adecuadas antes de que este aparezca.

Esta estrategia prevé que en algún momento del curso de la enfermedad, aparecerá dolor o malestar. Con lo cual, la administración anticipada de determinados medicamentos y el momento oportuno de comenzar a adminístralos, jugara un rol crucial en este tipo de estrategias. De esta manera se garantizara el máximo confort para la mascota.

A veces, el veterinario tendrá que combinar múltiples terapias para controlar con éxito el dolor; una condición denominada muchas veces “terapia multimodal”.

El manejo del dolor en animales con cáncer, típicamente incorpora las de siguientes clases de drogas:

  • Analgésicos no opioide (Ej. los antiinflamatorios no esteroideo) – Se utiliza en cuadros de dolor, de intensidad leve a moderada
  • Opiáceos débiles (Ej. codeína, tramadol) – Se utiliza en cuadros de dolor, de intensidad moderada
  • Fuerte opiáceos (Ej. morfina) – Se utiliza en cuadros de dolor, de intensidad moderada a grave
  • Bloque regional o local con un anestésico local

Nota importante: Para evitar dañar a su mascota, nunca se debe administrar ningún medicamento sin antes consultar a su veterinario u oncólogo veterinario de referencia(el tipo de medicamento para el dolor, dosis, intervalo de tiempo entre cada administración y duración del tratamiento dependerá entre otras cosas, del tamaño de su mascota, especie animal, el peso, otros medicamentos que este tomando, tipo de cáncer, el estado general de salud, etc.).

La Organización Mundial de la Salud ha propuesto una escalera en el tratamiento analgésico, de tres pasos para el control de leve, moderada y grave dolor en los seres humanos; Este mismo esquema podría aplicarse y adaptarse fácilmente al tratamiento del dolor inducido por el cáncer en las mascotas.

En el uso de este modelo, el dolor leve suele ser tratado inicialmente con fármacos no opioides. Si el dolor es moderado, el segundo paso sería la administración de medicamentos opioides más débiles (por ejemplo, la codeína o tramadol).  Si eso no es capaz de lograr el alivio del dolor, y/o el dolor se vuelve severo, se llega a la tercera etapa. En esta tercera etapa, estaría indicada la administración de fármacos más potentes para controlar el dolor.  Es el caso de los opioides, por ejemplo la morfina.

Para situaciones en las que el dolor es difícil de controlar, pueden ser aplicadas técnicas adicionales, tales como la administración intratecal de opiáceos (en la médula espinal),neuroestimulación, neuroablacion periférica (bloqueo de los nervios), y neuroablacion central. Los bloqueos nerviosos, se refieren al procedimiento en donde los anestésicos locales son inyectados en o cerca de los nervios para controlar el dolor en esa región.

Los propietarios no deberían desalentarse en el tratamiento de su mascota, cuando su veterinario indica medicamentos potentes como los opiáceos.  Si bien es verdad que estos se utilizan (en general) en estadios mas avanzados de la enfermedad, también la realidad es que muchas veces son necesarios para controlar el dolor de determinadas maniobras o en determinados tratamientos para que la recuperación sea lo mas rápida posible (y no siempre se utilizan exclusivamente en estadios avanzados de la enfermedad).

 

Opiáceos fuertes y su utilización en el cáncer de los animales de compañía

Los opioides son muy utilizados en humanos con cáncer y se han incorporado en los planes de manejo del dolor para los gatos y perros con cáncer. Estos medicamentos se utilizan generalmente para el tratamiento de dolor moderado a severo, y puede ser administrado en combinación con otros analgésicos, incluyendo medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. El opiáceo de mayor uso es la morfina, que puede administrarse como inyección subcutánea (bajo la piel), la inyección intramuscular (en el músculo), por vía intravenosa (en la vena), por vía oral o epidural. Otros opiáceos incluyen fentanilo (también disponible como parche para la piel), hidromorfona y la oximorfona. Los efectos secundarios suelen ser un problema en dosis más altas y con el uso a largo plazo, los cuales no son muy comunes de observar.

Dependiendo de la condición de su mascota, el estadio de la enfermedad, y el malestar percibido, el veterinario le recetará según su criterio, la medicación y las dosis apropiadas para el alivio del dolor.

Los medicamentos varían su intensidad y duración del efecto; y como el nivel de dolor puede aumentar con la progresión de la enfermedad, los fármacos de acción más potente y rápida seguramente serán administrados de forma regular (y en estos casos, no tanto en función de las necesidades para evitar la aparición de algunos efectos colaterales de tales drogas).


El dolor resultante de tratamientos contra el cáncer

Como se mencionó anteriormente, las mascotas también sufren de dolor durante los procedimientos diagnósticos y tratamientos tales como biopsias, extirpación quirúrgica de tumores de tumores, luego de la radioterapia e incluso en algunas oportunidades también durante la quimioterapia.

 

Terapia de Radiación

Los efectos dolorosos secundarios, y agudos, de la radioterapia puede incluir: inflamación en la boca, la piel, los ojos o el intestino; que aparecen generalmente más a menudo con radioterapia de curso completo. Es muy importante para evitar cualquier daño adicional en la cara, incorporar collares isabelinos; cuando sea necesario, estos se deben utilizar para evitar que las mascotas de rasquen y lastimen el área mas afectada.

La inflamación en la boca puede ser tratada con soluciones orales aclaradas (por ejemplo, una solución de té suave, enjuague con clorhexidina, una mezcla de lidocaína viscosa, difenhidramina líquida, e hidróxido de magnesio).

Los oncólogos veterinarios radioterapeutas, se esfuerzan por reducir al mínimo los efectos secundarios, mediante la planificación computarizada del tratamiento con el uso de equipos de radioterapia modernos.

 

Quimioterapia

Aunque la quimioterapia en sí no es dolorosa, puede resultar efectos secundarios que son dolorosos. Por ejemplo, el uso común de medicamento llamado doxorrubicina, puede causar colitis (inflamación del intestino), la ciclofosfamida puede inducir cistitis (inflamación de la vejiga), o medicamento llamado vincristina puede causar estreñimiento en los gatos. Algunas drogas quimioterápicas también pueden causar destrucción de tejido y consecuentemente dolor, si se infiltran durante la administración.

 

Otras estrategias de manejo del dolor

Además de administrar la medicación para aliviar el dolor, el plan de manejo del dolor también puede incluir otras estrategias. Algunas estrategias comúnmente utilizadas son:

Cuidados de enfermería general.
Camas cómodas.
Masajes y terapia física.
Acupuntura.
Adecuada nutrición y administración de suplementos dietéticos.

Su veterinario / oncólogo veterinario debe trabajar estrechamente con usted, para individualizar y desarrollar un plan adecuado para el manejo un dolor inducido por el tumor. El decidirá cuales opciones y de que manera se implementan estas. El elegirá las mejores  alternativas para las necesidades de su mascota. Rutinariamente, debe seguir en contacto con usted, para verificar la seguridad y eficacia de dicho plan, corroborando que su mascota está libre de dolor y malestar.

Artículo original en www.petcancercenter.org : Traducido y adaptado por G.Hermo.

Fuente: www.foyel.com

 

Revisado 24 Agosto 2023 –

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