Sus colores vivos y variados son un regalo para nuestros ojos. Cabeza azul, dorso verde y pecho amarillo y rojo caracterizan a este peculiar charlatán. A continuación, te contamos cómo es y qué cuidados requiere para que puedas conocer más a este divertido miembro de la familia de los psitácidos.
Buen imitador y gran trepador
Tiene un pico resistente y con forma de garfio, lo que le posibilita trepar y desplazarse con mucha agilidad. Si le observamos andar, nos percataremos de lo torpe que puede resultar, ya que la forma de su cuerpo está adaptada para volar y escalar pero no para caminar.
Los dedos de las patas, presentan una curiosa colocación: dos dirigidos hacia adelante y los otros dos hacia atrás. Este sistema le permite agarrarse firmemente y con seguridad a las ramas.
Gracias a su lengua carnosa es capaz de imitar nuestro habla, una inconfundible virtud de la mayoría de los loros. Pese a esta fiel reproducción, no debemos pensar en ningún momento que entiende lo que decimos, ya que simplemente se dedica a plagiar nuestras palabras. Además, puede usar este órgano muscular con gran destreza no sólo para parlotear, sino también para atrapar con destreza las semillas, hojas y granos.
Descendencia del loro Arco Iris
Es una experiencia maravillosa observar el desarrollo físico y psicológico de un lorito, más aún si somos nosotros quienes lo criamos desde pequeño. Debemos tener en cuenta que nos convertimos, desde el instante en el que sale del huevo, en los principales protectores de nuestro amigo.
Las crías carecen de plumas al nacer, así que las mantendremos a unos 25º C. Una baja temperatura podría ocasionarle daños o incluso la muerte. Sus pequeños ojitos permanecen cerrados, lo que nos advierte de su debilidad y de su necesidad de atención por nuestra parte hasta que desarrollen el sentido de la vista.
Los meses siguientes serán vitales para su crecimiento por lo que le aportaremos una equilibrada alimentación. Es vital seguir unos hábitos de limpieza, tanto del ave misma, como del espacio que ocupa, así le evitaremos a nuestra mascota posibles enfermedades y le aseguraremos un crecimiento sano y feliz. Si te surge cualquier duda es importante que te pongas en contacto con un centro especializado o criadero de aves, donde te informarán de todas las cuestiones que te surjan.
Un nuevo inquilino en nuestro hogar
Para que el nuevo habitante viva alegre y tranquilo lo mejor es que le habilitemos una jaula muy amplia para que se mueva a sus anchas, evitando así que un reducido espacio le produzca estrés o ansiedad. Una altura 120 cm., y un ancho de 60 x 60 cm., sería una buena dimensión para el hogar del lorito. Deberá ser totalmente metálica para evitar que rompa los barrotes con el pico, ya que su afán innato por mordisquear permanece incluso en cautividad.
Colocaremos ramas naturales para que pueda sostenerse en ellas. Si las recogemos del campo o de un parque, las lavaremos cuidadosamente antes de introducirlas en la jaula.
En el suelo del hogar del Arco Iris, pondremos arenilla corriente y una piedra del tamaño de un puño para que nuestro loro se afile el pico. Otros dos elementos imprescindibles para construir su hogar son el comedero y el bebedero, que deberán ser resistentes al aguzado pico de nuestro compañero. Por ello, lo ideal sería disponer de piezas metálicas en ambos casos, evitando el uso de plásticos o vidrio que pueda romper y picotear.
Semillas: placer culinario
Las semillas constituyen la base de su alimentación. Sin embargo, aunque le encantan y son un manjar para él, le ofreceremos además comida fresca, ya que es absolutamente esencial si queremos que nuestra mascota se mantenga sana. Hortalizas como la lechuga o la zanahoria, verduras como la espinaca y frutas como el higo o la manzana, pueden ser una buena elección.
En ocasiones, podemos completar su dieta con comida especial para aves, basada en una especie de papilla y que podrás encontrar en pajarerías o tiendas especializadas.
Es importante saber que las crías de loro arcoíris quedan englobadas al nacer en el CITES II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Convenio CITES), por lo que deberán ser marcadas con microchip o una anilla cerrada.
Autor: Facílisimo