El Guppy en el acuario comunitario

Es recomendable recordar someramente cuales son las condiciones ideales para mantener estos no por frecuentes, menos bellos peces. En su región de origen ocupan múltiples hábitats que van desde arroyos hasta lagunas y charcas. Esta adaptabilidad es la que hace tan resistente al Guppy en nuestros acuarios. Se le encuentra desde América Central hasta Brasil, aunque actualmente y por su introducción en diversos hábitats para llevar a cabo lucha biológica contra los mosquitos, se le puede encontrar prácticamente en todas las aguas cálidas del planeta. Su primera importación a Europa fue en el año 1861 con ejemplares procedentes de las Barbados. Los machos miden alrededor de 3 cm, poseen un órgano copulador llamado gonopodio y son mucho más coloreados que las hembras. Prefieren aguas duras o incluso salobres, con un pH de 7,0 – 8,0. El ideal se sitúa en torno a 7,3. Soporta un rango de temperaturas que van de los 22º C a los 28º C, aunque la temperatura más recomendable para su mantenimiento es de 22º C a 24º C. Las hembras son más grandes y menos coloreadas que los machos de Guppys.

 

Los Guppys en el acuario comunitario

 

El carácter tranquilo de los Guppys los hace peces ideales para acuarios comunitarios, sin embargo, con demasiada frecuencia, nos olvidamos de que estos animales requieren unas condiciones adecuadas para mantenerse en un óptimo de salud y color. Muy pocas veces el acuario en el que se encuentran los Guppys es el ideal para ellos.
En primer lugar y como ya se ha mencionado, son peces que requieren un agua dura para vivir, con un pH óptimo de alrededor de 7,3. Generalmente esto no es ningún
problema puesto que en general las aguas del suministro urbano en España se caracterizan por ser duras. De todas formas es un dato que hay que tener en cuenta.
El consumo de oxigeno y la contaminación generada por estos peces en el acuario es muy superior a lo que cabría esperar para unos animales de reducido tamaño, es recomendable a la hora de calcular el número de ejemplares en función del volumen del acuario asignarles un valor de 7 litros de agua por animal (10 en el caso de variedades gigantes). El acuario en el que se alojen los Guppys debe de contar con un amplio espacio central libre de plantas en el que los animales puedan nadar y llevar a cabo su cortejo. Si embargo la periferia debe de estar abundantemente plantada para ofrecer un refugio adecuado a los animales, especialmente a las hembras, que sufren un acoso constante por parte de los machos. Las plantas que mejor se adaptan a las condiciones de agua y temperatura que requieren los Guppys son las de los géneros Cabomba spp., Ludwigia spp. Y Myrophillum spp. Se pueden añadir adornos tales como ramas o raíces (ojo, que sean aptas para su uso en acuarios). Los cola de velo son una de las variedades más comunes.

 

 

Tampoco esta de más utilizar Musgo de Java, que recubrirá estos adorno creando un buen efecto estético (cuidado con su crecimiento expansivo). Algunos autores recomiendan el uso de una buena capa de Riccia en la superficie. Esto tiene un grave inconveniente, puesto que las plantas bajo la superficie reciben una cantidad de luz menor, muchas veces insuficiente para que su desarrollo sea el adecuado. Quizás la planta que mejor se adapta a las condiciones que necesitan los Guppys sean los Helechos de Sumatra (Ceratopteris thalictroides).
Se puede mantener tanto como planta flotante como enraizada, presenta un crecimiento más que satisfactorio (a veces incluso excesivo), su aspecto es muy decorativo y sus hojas no dañan las aletas de aquellos ejemplares que las tienen largas y vaporosas. Además ofrecen un buen refugio a alevines y hembras. Como ya se ha mencionado su único inconveniente es su crecimiento invasivo y descontrolado. Si no nos andamos con ojo pronto todo nuestro acuario se verá invadido por estas plantas. Es necesaria una poda regular y entresaca para mantenerla bajo control.

 

El que el carácter de los Guppys sea tranquilo no quiere decir que el de sus vecinos de acuario también lo sea. Desgraciadamente la mayoría de los peces encuentran irresistibles las grandes y vaporosas aletas de los machos, por lo que es frecuente que las mordisqueen.

 

Esto tiene consecuencias desastrosas tanto para la estética de nuestros animales como para su salud, pues estas heridas son frecuentemente la vía de entrada para múltiples enfermedades. Pero no todo está perdido, hay un cierto número de especies que no tienen este mal habito. Otros Poecílidos de tamaño similar pueden convivir con nuestros guppys sin problemas (Platis y las variedades más pequeñas de Mollys). Los Corydoras y otros peces de fondo tales como Acanthoptalmus spp. y Botia spp. también reunen características adecuadas. Algunas especies de Colisas también son válidas como por ejemplo C. lalia o C. chuna, aunque las condiciones del agua para estas últimas se alejan del ideal. Por último si queremos que en nuestro acuario halla carácidos (no olvidemos que estos son peces de aguas ácidas o neutras), los únicos que respetarán a nuestros Guppys serán los Peces Hacha.
Un detalle que con frecuencia se olvida es el carácter acosador de los machos. Generalmente y debido a que las hembras son menos coloridas suele haber más machos que hembras en los acuarios, o como mucho, igual numero. Esto tiene consecuencias desastrosas, las hembras mueren frecuentemente debido al estrés generado por este acoso. La proporción adecuada sería de 2 hembras por macho o como mucho 5 hembras por cada tres macho.
Si respetamos estas simples indicaciones no nos quepa la menor duda que nuestros Guppys nos mostrarán todo su colorido e incluso criarán. Otra cosa es el cruel final que les espera a los alevines en un acuario comunitario, pero eso es ya otra historia…

 

Revisado 30 Agosto 2023 – Publicado 30 Jun 2014

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