El embarazo psicológico en las perras: síntomas y tratamiento

Imagen: Nosey Nest

El embarazo psicológico no es una enfermedad. Se trata de un desajuste hormonal, que atraviesan muchas perras, y que cursa con síntomas físicos como: abdomen inflamado, aumento del tamaño de las mamas y producción de leche. Los síntomas psicológicos son: tratar objetos o juguetes como si fueran cachorros, inquietud, nerviosismo y, en algunos casos síntomas de parto.

Se cree que el embarazo psicológico es un mecanismo de supervivencia desarrollado en la especie canina. De esta forma, en estado salvaje, una hembra es capaz de criar una camada, en caso de que la madre biológica haya muerto.

Este comportamiento se mantiene en los lobos, de forma que cuando la loba dominante de la manada tiene cachorros, las otras lobas presentan «pseudogestaciones» con el fin de colaborar con la madre biológica en el amamantamiento de la camada. De esta manera se multiplican las posibilidades de que los cachorros salgan adelante. Se trataría de un mecanismo que asegura la reproducción de los individuos mejor dotados del grupo.

Tratamiento

Según Manuel Lázaro, veterinario de la clínica Mirasierra de Madrid: «la pseudogestación en principio no necesita tratamiento alguno, ya que los síntomas desaparecerán por sí solos con el paso de los días». El veterinario añade que, sin embargo, hay situaciones en las que sí es necesario un tratamiento, como cuando hay una excesiva producción de leche, que pueda causar a la perra mastitis o trastornos graves de conducta.

El tratamiento se lleva a cabo con un grupo de medicamentos específicos para perras, denominados «antiprolactínicos», es decir que actúan disminuyendo la hormona de la prolactina y que recetará el veterinario.

El embarazo psicológico se suele producir un mes y medio después del final del celo

En el caso de que se presenten trastornos de conducta graves, tambiénse pueden administrar ansiolíticos, siempre bajo la supervisión del veterinario. De todas las maneras es posible que se vuelvan a repetir los mismos episodios con los sucesivos celos, por lo que la mejor solución preventiva es la esterilización de la perra.

El embarazo psicológico se suele producir un mes y medio después del final del celo. Alrededor de un 60% de las perras pueden tener embarazos psicológicos. Una perra puede atravesar varios embarazos psicológicos y la mejor forma de prevenirlos, sobre todo en perras propensas a padecerlos, es la esterilización; una intervención quirúrgica que impide que la perra tenga el celo.

Síntomas

Si los síntomas del embarazo psicológico son muy leves, es probable que el veterinario no aplique ningún tratamiento. En estos casos se puede mantener a la perra entretenida con más actividad de lo normal, para ayudar a que la situación se normalice.

En el caso de que los síntomas sean más acusados, el veterinario, descartará que haya un embarazo real y se recomienda, siempre bajo supervisión veterinaria:

  • Evitar la auto estimulación de las mamas con lamidos. De esta manera se frena la activación del mecanismo de secreción de leche.
  • Retirar los objetos «adoptados», como peluches o juguetes.
  • Incrementar la cantidad de ejercicio físico.
  • Reducir la ingestión de agua. De esta manera, se restringe la producción de leche.

Normalmente el desajuste hormonal remitirá en tres semanas. Es lógico que durante el proceso del embarazo psicológico, así como después, la perra esté algo decaída y sensible. En esos momentos, necesita más cariño y apoyo de lo habitual para recuperar el equilibrio emocional. Así que hay que ser muy generoso con las caricias y los mimos.

Descompensación hormonal

Tras la finalización del estro (celo), es relativamente frecuente que la perra sufra estos trastornos hormonales, que además de embarazo psicológico también se denominan «pseudogestaciones» .

Es lógico que durante el proceso del embarazo psicológico, así como después, la perra esté algo decaída y sensible

Se producen debido a que el organismo de la perra mantiene unos niveles hormonales equivocados o erróneos. Su metabolismo actúa como si el animal atravesara una verdadera gestación .

Según el caso de cada hembra, podremos encontrarnos signos tales como preparación del nido, llantos o quejidos, cambios en cuanto a la cantidad de apetito, rascado del suelo y paredes, negativas a salir a pasear, e incluso escoger un muñeco para «adoptarlo». Las perras «pseudogestantes» pueden incluso llegar a producir y segregar leche.

Estos síntomas no tienen por qué producirse a la vez en una perra con «pseudogestación», pero en ocasiones el trastorno puede ser serio, tanto por los problemas de comportamiento, como por la gran cantidad de leche producida, por lo que será necesario recurrir a tratamiento por parte del veterinario.

Consejos

  • Ante síntomas de «pseudogestación», acudir al veterinario.
  • Para prevenir el embarazo psicológico, lo mejor es esterilizar a la perra.
  • Ayudar a la recuperación de la perra del embarazo psicológico con cariño y paciencia.
  • Como forma de avanzar en la normalización de la situación de la perra, Conseguir que haga más ejercicio de lo habitual.
  • Retirarle los juguetes «adoptados».

 

Autor: Carolina Pinedo                           Web: www.consumer.es

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