Diez trucos refrescantes que protegen al gato del calor

Imagen: monkeywing

El verano implica peligros para el gato que conviene conocer. Con la subida de las temperaturas, los felinos pueden sufrir un peligroso golpe de calor, una reacción que pone en riesgo su salud ya que hasta puede ser mortal. Pero, ¿cómo proteger al gato de la canícula en la época estival? En este artículo se ofrecen diez trucos refrescantes e ingeniosos para lograrlo, entre ellos, añadir unos cubitos de hielo al agua de los felinos, rodear una botella de agua helada con una toalla y que la abrace, mojarle las patas o pasarle un paño mojado por la cabeza cuando arrecia el sol.

Los gatos son más vulnerables a la subida de las temperaturas que las personas. El motivo es que no son capaces de eliminar el calor al mismo ritmo que los humanos quienes, a diferencia de los felinos, sí podemos romper a sudar. «Los gatos expulsan parte del exceso de calor a través de su boca, pero por desgracia este mecanismo no es tan eficiente como el nuestro, por lo que los felinos están más indefensos frente a la subida del termómetro», explica el veterinario Ion Sustatxa, autor del blog Amores perros… y gatos.

Estos diez trucos sencillos pasados por agua e ingeniosos ayudan al felino a protegerse del calor del verano.

1. Mucha agua para el gato, incluso con hielo

Imagen: Jon DeJong

El agua fresca ayuda al gato a perder el exceso de calor que acumula en su cuerpo durante el verano. Y unos cubitos de hielo en el recipiente del agua de los felinos contribuirán a mantener el líquido fresco y apetecible para nuestros peludos amigos.

Esta medida es aún más importante si todos los miembros de la familia humana trabajan fuera de casa. De este modo, el agua de los gatos permanecerá fría más tiempo.

2. Un abrazo de hielo para el gato

Una botella con agua congelada dentro de una toalla supone un refrigerio que un gato acalorado puede abrazar

Un rincón fresco en el hogar puede ser un gran aliado contra el calor del felino. Además, mojar una toalla y meterla en la nevera toda la noche le proporcionará un accesorio helado adicional por la mañana.

Otra posibilidad es rellenar una botella de plástico de agua, meterla en el congelador y cubrirla con una toalla, una vez que el líquido se haya solidificado. Este accesorio será un agradable refrigerio contra el calor del gato.

3. Mojar las patas al gato acalorado

Los felinos sudan, aunque a un ritmo muy inferior que los humanos. Además, sus glándulas sudoríparas no están repartidas por todo su cuerpo (como ocurre en las personas), sino que se concentran en zonas como las almohadillas de sus patas.

«Por eso, un buen truco para refrescar al gato en verano es mojar sus patas con agua fresca«, dice Sustaxa. Este simple y refrescante gesto le ayudará a librarse del calor.

4. Una toalla mojada por la cabeza del gato

Imagen: Claire P.

Muchos felinos temen el agua y no soportan la idea de un baño. Sin embargo, con el calor, la tolerancia al agua de muchos gatos aumenta. Un truco muy sencillo para proteger a los peludos compañeros es mojar una toalla con agua fresca y pasársela por la cabeza, hasta mojar el pelo de esta zona.

Si no se queja, podemos seguir con el resto de su cuerpo e, incluso, tratar de extender el agua con nuestras manos: un sencillo gesto de amor hacia nuestro felino que apreciará mientras se refresca.

5. Refugio refrescante para gatos con una caja

Los gatos necesitan un refugio fresco donde cobijarse del calor en la época estival. Este rincón felino puede fabricarse con una sencilla caja de cartón cubierta por una toalla húmeda o mojada. Además, se puede añadir un calcetín cerrado y limpio con bloques de hielo en su interior. ¡Estas ideas refrescantes les proporcionarán un gran alivio en casa durante el verano!

6. Colocar la cama felina cerca del ventilador

Los felinos necesitan tener camas en distintas alturas y colocaciones. Pero, además, en la época estival agradecerán que se les ponga un lugar de descanso felino cerca del ventilador u corriente de aire fresca. El gato acalorado tendrá, de este modo, un refugio fresco en el hogar al que acudir en caso de mucho calor.

7. Gatos en verano: cortinas contra el calor

El agua fresca protege a los gatos del calor, y conviene añadirle cubitos de hielo si trabajamos fuera de casa

Las cortinas no solo protegen a las personas de la entrada excesiva de calor por las ventanas. Los felinos también agradecerán esta sencilla barrera física contra el bochorno, que mantendrá su espacio más fresco.

Además, colocar cortinas tiene una ventaja económica importante: evitan en parte el recalentamiento de la vivienda y, por tanto, pueden reducir la factura doméstica en aire acondicionado o climatizador.

8. Cepillados y cortes de pelo para gatos

El cepillado diario del gato siempre es importante, pero resulta aún más fundamental en verano. Los pelos muertos que los felinos acumulan en su pelaje -y que salen despedidos cuando acariciamos a un gato no cepillado- resultan una barrera que les impide expulsar el calor.

Los que tienen un pelaje largo, además, pueden necesitar una visita al veterinario o peluquero: algunos de estos animales padecen nudos, y estos favorecen que el calor quede dentro de su cuerpo.

9. Nunca dejar al gato solo en el coche en verano

Los coches se calientan a mucha velocidad durante el verano, como consecuencia del conocido efecto invernadero: los rayos de sol inciden en la chapa y ventanas, pero no pueden salir. Por eso, la temperatura en el interior de un vehículo puede subir de forma súbita y peligrosa, incluso a la sombra, lo que supone un serio riesgo de colapso para los felinos viajeros.

10. Piscina de plástico en la terraza con gatos

Un jardín o terraza seguros y protegidos para los gatos resultan aliados importantes contra el calor. Una sencilla piscina de plástico, como la utilizada para los niños, incitará a los curiosos felinos a beber agua con mayor frecuencia.

Algunos, incluso, disfrutarán con juegos en el agua, si dentro se coloca un pato de goma o si se deja cerca sus ratones de juego. ¿Una precaución? La altura del agua no debe cubrirles las patas, para que hagan pie y no se asusten.

Autor: Eva San Martín                                               Web: www.consumer.es

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