Derogación de la Ley de «Perros Potencialmente Peligrosos»

Ley PPP

Derogación de la Ley de «Perros Potencialmente Peligrosos» y valoraciones de guías y sus dueños

A finales de marzo de este año saltaba la noticia de la propuesta de Ley que el Gobierno, de la mano de la Dirección General de Derechos de los Animales, presentaba y era acogida positivamente por los partidos de coalición y de la oposición; la derogación de los aspectos legales que atañen a los perros en la Ley 50/99, de 23 de diciembre, “sobe el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos” y el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo, que la desarrolla. Tras salir a la luz la noticia, son muchas las preguntas que nos han hecho llegar a la plataforma mediante nuestras páginas, así como en entrevistas o directos, en los que hemos intentado ir resolviendo dudas en la medida de lo que está a nuestro alcance. Son casi 22 años de discriminación y, el hartazgo que esto produce, ha dado pie a una incertidumbre, dudas razonables, y a especulaciones sin fundamento que generan personas y grupos de indeseables poco interesados en que el bienestar animal avance en este país. Con este artículo, ante la solicitud de nuestra querida Antonia Villalba, intentaremos de nuevo mantener informada a la ciudadanía que tanto ansía un cambio y avances en el bienestar de los animales en España.

 

Ley Perros Potencialmente Peligrosos

 

Esta propuesta de derogación de la conocida como “Ley PPP”, se ha anticipado a la futura Ley Marco de Bienestar Animal que la Dirección General está elaborando, para la que tenemos también el placer como plataforma de estar asesorando, y en la que irían incluidos todos los perros sin excepciones ni discriminación por razas o características. La lógica ha hecho caer finalmente ante los ojos de los políticos una Ley infame que, además, nunca tuvo ni consiguió el teórico objetivo por la que fue creada, la Seguridad Ciudadana. De esta manera fue acogida por la mayoría y está pendiente de elaboración el texto del Anteproyecto de Ley que será presentado ante el Consejo de Ministros y resto de entes competentes en los cambios legislativos. También saldrá a consulta popular previamente a esa presentación burocrática. La primicia de la derogación y, previamente a ésta, para esa futura Ley Maco de Bienestar Animal, también ofrecía información escueta sobre las valoraciones que se pretenden en un próximo marco legislativo y que se realizarán a propietarios, guías y sus perros, siendo esto lo que más incertidumbre puede generar en la multitud de preguntas que nos realizan. En ese aspecto, estando aún por determinar de forma definitiva, ya se ha producido la primera mesa de trabajo para esa conclusión final en un reglamento paralelo a la propia derogación y Ley Marco. En dichas mesas también tenemos el gusto de estar presentes para el asesoramiento, junto con otros entes de protección animal, veterinarios, educadores, etólogos y sociedades, así como agentes de la autoridad, como pueda ser yo mismo, con el objetivo de que sean lo más justas posibles, se ajusten al bienestar de los perros, al buen hacer de sus guías y a salvaguardar la Seguridad Ciudadana de una manera efectiva y real; aspectos de los que carece nuestro país en este momento. No podemos olvidar que estamos en puestos de cabeza en Europa en cuanto a maltrato y abandono animal, así como la “Ley PPP” jamás tuvo un objetivo real en cuanto a Seguridad Ciudadana se refiere.

Valoraciones de perros y guías. Tenencia responsable

La tenencia responsable es otro de los aspectos que carecen de control legislativo con las actuales normativas españolas, tanto la propia “Ley PPP” como las comunitarias y municipales de protección o tenencia animal. Es tremendamente complicado no encontrarte con propietarios responsables de perros que no tengan historias varias para contar de su día a día sobre incidentes con propietarios irresponsables. La cría, la adquisición y la tenencia claman por una regulación y control más allá de seguir confiando en el buen criterio ciudadano de la nación de los estimados 300.000 abandonos anuales y el maltrato sin prácticamente castigo. Todas ellas, serán reguladas. Las mesas de trabajo para las valoraciones van enfocadas a conseguir un criterio objetivo para todos los propietarios y guías de perros, sin discriminación, en un marco futuro en el que una valoración de éstos y sus perros nos conduzcan a un bienestar animal y vida en sociedad acordes a otros países europeos, donde se pretende que los espacios públicos y privados sean aptos para un mayor esparcimiento y convivencia con el animal de compañía por excelencia, prácticamente integrado como familia en millones de hogares españoles. Un futuro en el que, los que demuestren que pueden, disfrutarán de entradas en comercios, restaurantes, transportes, zonas verdes habilitadas para la suelta, más allá de simples pipicanes, y beneficios que hoy día no tenemos. Faltando aún mucho por determinar, todo apunta a una intencionalidad de que se pueda valorar realmente qué perros y guías son realmente aptos para la vida en sociedad con esos futuros beneficios, quiénes son aptos para seguir con las restricciones típicas de hasta ahora mismo en cualquier lugar de España, llevar a su perro atado en todos los espacios públicos, salvo excepciones, y no tener acceso a los futuros beneficios nombrados, y quiénes son realmente un peligro y tendrán que mantener unas restricciones similares a las de los actuales catalogados como “potencialmente peligrosos” hasta su reeducación.

 

Perros Potencialmente Peligrosos

¿Esa valoración “mala” será definitiva?

Tajantemente no. De hecho el mayor objetivo de los cambios legislativos futuros es la educación en cuanto a tenencia responsable y reeducación de guías y perros; un perro mal valorado, así como su guía, podrá ser valorado de nuevo y pasar a otro nivel. Actualmente, los propietarios y guías de “PPP”, no solo no tenemos salida a la imposición de una correa corta y bozal en cualquier espacio público, ni podemos demostrar que no nos hacen falta, sino que tenemos que vivir a diario los ataques de otros perros y sus propietarios. No solo nos discrimina la Ley, también lo hacen muchos ciudadanos de a pie que agreden verbal e, incluso, físicamente y dejan además que sus perros lo hagan con los nuestros mientras van amordazados. No es una cuestión de que le hayamos pedido a Sergio García Torres y a su equipo de la Dirección General que pongan bozales a todos, sino que tomen medidas para demostrar quién puede tener un perro, quién puede vivir en sociedad teniendo un perro y, por encima de todo, qué calidad de vida puede ofrecerle a éste.

¿Serán obligatorias esas valoraciones?

En un futuro todo apunta a que sí, lo serán para todos, sin discriminación por razas o características. Puesto que, tras la entrada en vigor del cambio legal, con la que se cerrarán las vías de adquisición mediante una documentación obligatoria de origen, solamente a través de criador legal formado o en adopción mediante Asociación o Centro de Protección Animal, sin la cual no se podrá registrar al animal como hasta ahora en cualquier veterinario, cualquiera que adquiera un perro posteriormente estará obligado a pasarlas, así como, seguramente, a realizar un escueto curso básico de tenencia responsable. Sin embargo, los perros nacidos previamente a la entrada en vigor de la Ley Marco o, en su caso, a la derogación de la “Ley PPP”, no estarán obligados a pasar esas valoraciones y, el que no quiera pasarlas, se mantendrá como hasta ahora. Evidentemente aquí, lo propietarios de “PPP” querremos pasarlas y, si la derogación llega antes que la Ley Marco de Bienestar Animal, seremos los primeros en optar a ellas. Y querremos pasarlas por un hecho muy sencillo, si mi perro catalogado actualmente como “potencialmente peligroso” ha nacido antes de la entrada en vigor del cambio legislativo y no quiero realizar las pruebas, seguiré con las restricciones de correa corta y bozal. Este hecho es inevitable, dado que la cantidad de perros “PPP” actualmente en España es enorme; solamente en la Comunidad en Madrid hay más de 10.000 censados. En el marco jurídico-político no es posible retirarles a esos perros las restricciones de golpe sin pasar esa valoración, tras la que podrán por fin liberarse de las medidas injustas de los últimos 22 años por el simple hecho de haber nacido. El resto de perros no considerados “PPP” que hayan nacido antes de la puesta en vigor, cuyos propietarios no quieran hacer las valoraciones, seguirán en lo que podría llamarse el grado medio, que será similar al marco actual; ir atados en espacios públicos. Nadie que no quiera pasar esas valoraciones podrá disfrutar de los futuros beneficios.

 

PITBULL

¿Qué ocurre con los perros nacidos después de la entrada en vigor o que sean adoptados tras dicho cambio?

 Todos ellos partirán de un mismo grado previo a la valoración que, como explica arriba, en este punto será obligatoria para estos perros y sus propietarios o guías. No habrá distinción ni discriminación, todos los perros partirán de un grado medio, en el que mantendrán las restricciones de correa en espacios públicos, hasta su valoración, donde podrán ser ya clasificados de forma positiva o negativa. Nosotros, como plataforma involucrada en el asesoramiento, pedimos que en esa valoración se pueda mantener un grado medio también, puesto que hay gran cantidad de perros que no tienen una agresividad pero tampoco una obediencia debida o, simplemente, no saben controlar sus impulsos sociales al ver a otras personas o animales; o quizás sean perros con miedos o traumas, todos ellos no aptos para ir sueltos en los nuevos sitios habilitados o para entrar en centros comerciales, pero sí para ir con su correa larga y sin bozal dando un paseo, puesto que hay que diferenciar las medidas a tomar ante la agresividad, o el descontrol, y ante esos hechos circunstanciales.

¿Qué grados habrá entonces tras la valoración y quiénes las harán?

Estando aún por determinar, como explica el párrafo anterior en ese grado medio, lo lógico es que haya tres; Rojo (nivel bajo), azul o ámbar (nivel medio) y verde (nivel alto). Como ya se puede determinar anteriormente en este artículo, el rojo conllevará unas restricciones parecidas a la de la actual “Ley PPP”, por el hecho de que el perro muestre una agresividad manifiesta hacia personas y/u otros perros. El nivel medio conllevaría unas restricciones de control con correa parecidas a las de la actualidad con cualquier perro y, el nivel verde, disfrutar de los beneficios expuestos más arriba. Quién llevará a cabo estas valoraciones y catalogará el grado de cada perro será cuestión de determinar qué profesionales son los más adecuados para una primera valoración y quiénes para posibles valoraciones posteriores, cuando un perro ha sido valorado previamente por agresividad o ha generado un accidente por el mismo hecho. Los perros que generen un ataque mostrando una agresividad evidente, serán valorados y catalogados, como ya ocurre actualmente, en un nivel bajo (de manejo especial); debiendo estos ser reeducados y nuevamente valorados por un profesional. Entre veterinarios clínicos, educadores y etólogos tendremos al abanico de profesionales que realizarán todas estas valoraciones que se contemplarán legalmente. Todos ellos, los que quieran participar de éstas, serán formados para su realización específica y unificación de criterios. Estas pruebas tienen como principales objetivos medir el riesgo de agresión, el grado de socialización y la aptitud para la convivencia en sociedad. Desde nuestra plataforma solicitamos que haya una clara diferenciación en lo que es una agresividad evidente o patológica y una reacción inherente a cualquier especie ante situaciones de riesgo para su integridad, que no constituyan un ataque directo y fijado sobre personas u otros animales. Reaccionar ante el miedo puntualmente no significa ser agresivo, aunque también pueda entenderse que un perro miedoso, que reacciona de forma constante de forma agresiva y no evasiva, debe ser valorado como tal y enfocar su tratamiento a superar sus traumas, por ejemplo.

 

¿Serán estas valoraciones periódicas?

 Sí, estando aún por determinar definitivamente los tiempos, se tiene en cuenta que un perro puede cambiar su actitud por diversos motivos durante su vida, por lo que la primera valoración se realizaría en torno a los 12 meses de edad y, posteriormente, cada dos años. Esta estimación inicial podría variar en las mesas de trabajo que se están realizando en pos de una mejor conclusión final. En cuanto a los perros adoptados, se les dará un tiempo de adaptación de seis meses para realizar una primera valoración, aunque podrán tenerla hecha previamente.

Como conclusión cabe destacar que nos enfrentamos a cambios legislativos que cambiarán paulatinamente la adquisición, la venta y la tenencia de perros y otros animales, porque van mucho más allá de lo expuesto en este artículo, en lo que será un texto legal vasto de una futura Ley Marco de Bienestar Animal, tan necesaria en España; una norma de rango nacional que unificará los criterios en todo el territorio nacional y sus administraciones comunitarias y municipales. Sin duda se trabaja para pasar a un prisma de Bienestar Animal y la integración total en sociedad de forma segura para todos. Los primeros, los propios animales. Con un Registro Nacional de animales, que implicará la obligación de una documentación de origen de éstos a través de esas vías cerradas, se acotará la cría ilegal y a sus compradores, cómplices de tal ilegalidad y abandono masivo del que hacemos gala en España. Esto involucra a todos los propietarios de animales de compañía y de “trabajo”, no estando nadie exento del cumplimiento normativo y, de no hacerlo, de sanciones elevadas, incautaciones  e inhabilitaciones para la tenencia o ejercicio profesional. Toda legislación tiene sus tiempos de adaptación y efectividad tangible pero, con el esfuerzo sobre el trabajo, esperamos que definitivamente cambie la imagen de España en cuanto a abandono y maltrato de nuestros animales se refiere. Delincuentes e infractores siempre habrá y, para eso, además de agotar vías a los infractores, se avecinan cambios a nivel civil y penal que fijen penas de prisión susceptibles de cumplimiento inmediato para dichos delincuentes; monstruos y cómplices de lo que a día de hoy sufren los animales en nuestro país. En cuanto a la odiosa “Ley PPP” y sus víctimas, animales y humanas, tendremos por fin la tan esperada oportunidad de olvidarla y que nuestros amados perros dejen atrás tal discriminación y maltrato legal.

 

Autor: Cristóbal López Bautista (Profesionales VS LEY PPP)

Policía Local – Portavoz de la plataforma “Unidos en apoyo a las razas PPP” Miembro del Consejo Asesor de la Sección de Derechos de los Animales del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid

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