Es importante elegir juguetes para perros diseñados específicamente ellos, de materiales duraderos y de calidad. Y aún así hay que tener cuidado porque algunos pueden ser peligrosos porque presentan un riesgo de asfixia, contienen materiales tóxicos, o pueden dañar los dientes y encías.
Como recomendación es fundamental supervisar siempre al perro mientras juega y desechar los juguetes que muestren señales de desgaste o daño.
A continuación, te exponemos que juguetes pueden ser peligrosos y cómo asegurarte de que los juguetes sean seguros para tu mascota.
1. Juguetes demasiado pequeños
- Riesgo: Los juguetes que son demasiado pequeños en relación con el tamaño del perro pueden ser tragados accidentalmente, lo que representa un alto riesgo de asfixia. Además, si el juguete es lo suficientemente pequeño como para pasar por el tracto digestivo, puede causar obstrucciones intestinales que requieren cirugía.
- Solución: Siempre elige juguetes que sean más grandes que la boca de tu perro. Si tienes un perro grande, evita juguetes diseñados para razas pequeñas.
2. Juguetes con partes sueltas o fácilmente desprendibles
- Riesgo: Los juguetes que tienen piezas pequeñas o sueltas (como ojos de muñecos, botones, cintas o adornos de plástico) pueden desprenderse durante el juego y ser ingeridos. Esto no solo puede causar asfixia, sino también perforaciones o bloqueos intestinales.
- Solución: Busca juguetes que estén diseñados para ser robustos y no tengan partes pequeñas o sueltas que el perro pueda arrancar. Los juguetes de una sola pieza son ideales.
3. Pelotas de tenis
- Riesgo: Las pelotas de tenis tienen una superficie externa hecha de material abrasivo similar al papel de lija. Cuando los perros mastican estas pelotas con regularidad, pueden desgastar sus dientes, lo que puede llevar a problemas dentales a largo plazo. Además, si una pelota de tenis se rompe o se rasga, los pedazos pueden ser tragados y causar obstrucciones.
- Solución: Opta por pelotas específicamente diseñadas para perros. Hay pelotas que son seguras, no abrasivas y mucho más duraderas que las pelotas de tenis estándar.
4. Juguetes de cuerda que se deshilachan
- Riesgo: Los juguetes de cuerda pueden parecer divertidos para el perro, pero si el perro mastica y traga las fibras de la cuerda, estas pueden enrollarse en los intestinos, causando bloqueos intestinales. En casos graves, puede ser necesario una intervención quirúrgica de emergencia.
- Solución: Supervisa a tu perro cuando juegue con juguetes de cuerda y retíralos inmediatamente si comienzan a deshilacharse. También es una buena idea elegir juguetes de cuerda de alta calidad y duraderos, diseñados específicamente para perros.
5. Juguetes de plástico duro o frágil
- Riesgo: Los juguetes hechos de plástico duro y quebradizo pueden romperse fácilmente en fragmentos afilados cuando el perro los mastica. Estos fragmentos pueden causar lesiones en la boca, garganta o incluso perforar el estómago o intestinos.
- Solución: Opta por juguetes hechos de goma dura y resistente que no se rompan fácilmente. Los juguetes hechos de materiales de alta calidad, como el caucho natural, suelen ser más seguros y duraderos.
6. Juguetes rellenos con material inapropiado
- Riesgo: Muchos juguetes blandos están rellenos de materiales como algodón o espuma, que pueden ser tóxicos si el perro los ingiere. Si el perro rasga el juguete y traga el relleno, puede causar bloqueos en el tracto digestivo o reacciones tóxicas si el material es peligroso.
- Solución: Asegúrate de que los juguetes rellenos sean de buena calidad y que el relleno esté hecho de materiales no tóxicos. Si notas que el juguete empieza a romperse, deséchalo inmediatamente para evitar que el perro ingiera partes peligrosas.
7. Juguetes con pitos
- Riesgo: Los juguetes que contienen pitos pueden ser muy divertidos para los perros, pero si el perro logra romper el juguete y acceder al mecanismo interno, puede tragarse el pito. Este pequeño componente es un gran riesgo de asfixia o puede causar bloqueos internos.
- Solución: Si le das a tu perro un juguete con pito, supervisa el juego y asegúrate de que el juguete no se dañe. Si tu perro es propenso a romper sus juguetes, es mejor optar por alternativas más resistentes que no contengan piezas pequeñas internas.
8. Huesos de cuero crudo
- Riesgo: Aunque los huesos de cuero crudo son populares para mantener ocupados a los perros, pueden ser muy peligrosos. Cuando los perros mastican el cuero crudo, los fragmentos pueden hincharse en el estómago o intestinos, causando obstrucciones. Además, muchos huesos de cuero crudo están tratados con productos químicos que pueden ser dañinos.
- Solución: Si decides darle huesos de cuero a tu perro, elige marcas que utilicen ingredientes naturales. Busca tipos de huesos masticables seguros y duraderos de origen natural o sintéticos no tóxicos.
9. Juguetes con bordes afilados
- Riesgo: Algunos juguetes tienen partes puntiagudas o bordes afilados que pueden cortar la boca, encías o garganta de tu perro. También pueden causar lesiones si el perro mastica con fuerza.
- Solución: Asegúrate de que los juguetes que le das a tu perro no tengan bordes cortantes ni partes afiladas. Los juguetes de caucho o materiales suaves y duraderos son generalmente una opción más segura.
10. Juguetes con sustancias tóxicas
- Riesgo: Algunos juguetes para mascotas, especialmente los baratos o de marcas desconocidas, pueden estar hechos con plásticos o pinturas tóxicas. Estos materiales pueden ser dañinos si el perro los mastica o ingiere, y pueden causar problemas digestivos o envenenamiento.
- Solución: Siempre compra juguetes de fabricantes de confianza que sigan regulaciones de seguridad para animales. Revisa las etiquetas para asegurarte de que los juguetes estén libres de materiales tóxicos como ftalatos, BPA o plomo.
Consejos adicionales para elegir juguetes seguros para perros
- Conoce el estilo de juego de tu perro: Algunos perros son masticadores agresivos, mientras que otros disfrutan jugando de manera más suave. Asegúrate de elegir juguetes adecuados para la fuerza y el estilo de juego de tu perro.
- Supervisa siempre el tiempo de juego: No importa cuán seguro creas que es un juguete, siempre supervisa a tu perro mientras juega, especialmente si es la primera vez que interactúa con un juguete nuevo.
- Reemplaza los juguetes dañados: Inspecciona regularmente los juguetes de tu perro y deséchalos si están desgastados o rotos. Un juguete dañado puede ser más fácil de romper o tragar.
Alternativas seguras
- Juguetes de goma de alta resistencia: Los juguetes hechos de goma gruesa y duradera, como los de la marca Kong, son excelentes para perros masticadores y suelen ser mucho más seguros.
- Juguetes interactivos: Los juguetes que estimulan mentalmente a los perros, como los rompecabezas o los dispensadores de golosinas, son una excelente opción segura que mantiene al perro entretenido sin ponerlo en riesgo de tragar partes peligrosas.
- Huesos comestibles naturales: Algunos huesos naturales y duros, como los de asta de ciervo, son seguros para masticar y ofrecen una experiencia de masticación prolongada sin los riesgos asociados al cuero crudo.
En resumen, para garantizar la seguridad de tu perro, selecciona juguetes de buena calidad, resistentes, y del tamaño adecuado para su boca. Siempre es recomendable estar atento durante el juego y reemplazar juguetes cuando empiecen a mostrar señales de daño.