Las posturas del cuerpo, las emisiones sonoras y olfativas, las marcas… todo ello ha permitido que actualmente, en la sociedad de la comunicación, un ser tan especial como el gato pueda interaccionar con sus congéneres y con el ser humano sin necesidad de depender del teléfono fijo o del móvil, del correo tradicional o del electrónico… ellos disponen de otros tipos de lenguaje, rico y variado, para el que utilizan hasta el último rincón de su cuerpo.LENGUAJE CORPORALPara el establecimiento de una comunicación con otro ser vivo mediante el cuerpo, el gato utiliza una combinación de posturas y posicionamientos de cabeza, cola, orejas, bigotes… Estos mensajes pueden verse acentuados por el erizamiento del pelo de distintas partes de su cuerpo, algo que el gato realiza en un claro intento de mostrar un tamaño mayor al real:– OREJAS: las distintas posiciones que adoptan las orejas en relación a la cabeza del animal pueden indicar múltiples cosas:

  • Gato relajado, tranquilo: las orejas hacia delante; es la posición habitual.
  • Conflicto, concentración…: las orejas se presentan giradas hacia atrás.
  • Interés, concentración…: las orejas se encuentran hacia delante y ligeramente inclinadas al frente.
  • Amenaza: orejas en posición horizontal; el gato intenta proteger las orejas ante un posible ataque y también adopta esta posición en un intento de disminuir su tamaño, justo lo contrario de cuando erizan el pelo.

– OJOS: la mirada, la contracción o dilatación de la pupila… también guarda claros significados en el lenguaje de los gatos:

  • Conflicto: mirada fija, contacto visual prolongado… los machos utilizan esta mirada para intimidar al contrario.
  • Recibir información global: el gato tiene una mirada como “perdida”; el animal no fija la mirada en ningún punto concreto y sin embargo está percibiendo una información visual global.
  • Relajación: ojos prácticamente cerrados y lento parpadeo.
  • Pupila abierta: miedo, temor…
  • Pupila cerrada: molestia, enfado…

– BIGOTES: si el animal presenta los bigotes erguidos demuestra interés, atención; si por el contrario los bigotes se encuentran pegados a la cara puede estar indicando amenaza, miedo, esta intentando “hacerse pequeño”, evitar el conflicto.

– COLA: la cola del gato no solo le permite disfrutar de un excelente equilibrio, algo así como la pértiga de un equilibrista; la cola del gato emite los siguientes mensajes:

  • Temor o excitación: cola erecta y con los pelos también erectos (intento de aumento de tamaño).
  • Saludo: recta y levantada.
  • Enfrentamiento: la cola se mueve de un lado a otro de forma rítmica.

– POSTURAS CORPORALES: no entraremos en la descripción de cada una de las posturas que puede adoptar un gato en cada circunstancia; como resumen podemos decir que el gato intenta “hacerse pequeño” (se agacha, pliega sus bigotes y orejas…) Cuando quiere evitar problemas o antes de huir del lugar de conflicto. Por el contrario intentará “hacerse más grande” (arqueo de lomo, erizamiento del pelo…) Cuando quiera hacer frente a su oponente, cuando quiera intimidarlo.

LENGUAJE SONORO

Los gatos suelen comunicarse mediante los sonidos más con los humanos que con sus congéneres; cuando emiten sonidos para los gatos suele ser exclusivamente en épocas reproductivas; el resto de las ocasiones, las vocalizaciones de los gatos, entre los gatos, solo se producen por interacciones negativas (peleas).
El lenguaje sonoro del gato hacia el hombre es debido a un mantenimiento de un comportamiento infantil; cuando un cachorro tiene hambre, miedo o necesitan cualquier cosa, llama a su madre mediante un maullido… cuando el gato quiere algo de su amigo humano también le reclama con un maullido.
Ciertos autores sugieren que los gatos tienen más de quince sonidos con significados concretos, sonidos que se pueden clasificar de la siguiente forma:

– MURMULLOS: entre ellos tenemos el ronroneo y el ruido gutural que emiten al saludarnos; estos sonidos suelen ser de bienestar y se emiten con la boca cerrada.
– SONIDOS FORZADOS: son aquellos que se producen cuando el gato se encuentra ante una situación de alta carga emocional; se emiten con la boca abierta y entre ellos tenemos el refunfuño, el bufido, el gruñido…
– SONIDOS VOCALES: el más característico es el “MIAU”, un sonido que se consigue por una perfecta combinación de apertura y cierre de boca, de entrada y salida de aire.

Otra clasificación de los sonidos emitidos por el gato es la siguiente:

  • Sonidos bajos: el ronroneo sería el ejemplo principal y también aquellos sonidos de baja intensidad que pueden utilizar para reclamar nuestra atención, pedir algo o saludar.
  • Sonidos de media intensidad: aquí englobamos a todas las variedades de su conocido e internacional “MIAU” y a la multitud de usos que nuestro amigo da a este corto y expresivo sonido.
  • Sonidos de gran intensidad: sonidos como el bufido y los distintos chillidos o gritos ante situaciones de épocas reproductivas o situaciones de conflicto o de miedo.

LENGUAJE MEDIANTE EL OLOR

Podríamos comenzar diciendo que los olores que emiten los gatos tienen una clarísima finalidad: poner fronteras a sus relaciones con los congéneres.
El gato mediante sus olores puede mantener alejados de sus territorios a otros gatos, aunque también puede sugerir el acercamiento (celo). Los mensajes olorosos emitidos proporcionan al que los percibe un gran numero de datos, entre ellos el sexo y la fase sexual en la que se encuentra, el momento en el que el animal dejo la señal…
Y muchos se preguntarán… ¿con que “productos” dejan estos mensajes los gatos?

– ORINA: la orina proporciona un gran número de datos como edad, sexo, estado reproductor e incluso estado sanitario del animal; entre otros posibles informaciones, el gato que percibe ese olor también puede saber el tiempo que hace que se depositó la señal.
Cuando los gatos marcan objetos con orina, adoptan una postura que los ingleses denominan “spraying” (pulverizar); el gato se coloca de espaldas al objeto a marcar, levanta la cola y expulsa la orina con fuerza.
– SECRECIONES GLANDULARES: Los felinos tienen distribuido por su organismo un gran número de glándulas; unas glándulas sebáceas capaces de dejar la información deseada; podemos encontrar estas glándulas en la cola, la cara, barbilla, labios, cuello…
Y ahora pensemos un momento… Cuando el gato se frota contra las sillas, contra nuestras piernas… ¿Qué está haciendo? ¿Está “a gustito”? ¿quiere decirnos algo?… ¿O realmente esta marcando sus propiedades y territorio? Puede parecernos curioso, increíble, pero el gato también marca a su propietario para indicar que somos parte de su entorno, que somos “de su propiedad”.

Cuando el gato afila sus uñas, cuando rasca los sillones, también esta dejando marcado su territorio con el contenido de las glándulas que se encuentran entre sus dedos.
Cuando el gato se acicala también esta extiendo por todo su cuerpo el contenido de sus glándulas, contenido que posteriormente dejará en la zona que sea susceptible de actuar como un buzón de mensajes.

Pero ¿que “producto” contienen estas señales olfativas? ¿qué hace que estos mensajes sean tan completos y tan especiales?
Las secreciones que el gato emite para el marcaje contienen FEROMONAS.
El término feromona fue definido por primera vez por Karlson y Luscher en 1959; el término procede de dos raices griegas: “pherein” (transportar) y “hormán” (excitación).

Estamos ante unas sustancias que tras ser emitidas son capaces de modificar ciertos aspectos fisiológicos y comportamentales del animal que las percibe; principalmente actuan sobre el comportamiento sexual y sobre el control del territorio.
Podemos decir que las secreciones más “ricas” en feromonas son la orina, las heces, el flujo vaginal y la secreción de las glándulas de la cara.
La percepción de las feromonas no se realiza por el canal olfativo habitual; para la percepción de estas singulares estructuras químicas el gato utiliza su órgano vomeronasal; el gato levanta la cabeza, abre parcialmente la boca y se queda inmóvil unos segundos, el tiempo necesario para que la información contenida en las feromonas sea “apreciada” casi “paladeada” por el organo vomeronasal, situado tras el arco incisivo.

Estamos ante unas sustancias químicas imposibles de identificar por el olfato humano… Nosotros podemos percibir el olor de la orina d un macho felino, de sus heces, pero no somos capaces de percibir la rica información que contienen esas estructuras químicas en su interior; las feromonas son una especie de “canal privado” de información de la especie que las emite.

En la actualidad se han sintetizado algunas de estas feromonas en el laboratorio para su uso en el control, tratamiento y prevención de los problemas de comportamiento felino.
Entre otros usos, las feromonas de síntesis reducen las manifestaciones de estrés (tendencia a marcar en casa con orina y arañazos), pero también han demostrado su utilidad en el control de alteraciones emocionales como desplazamientos en coche, en la caja de transporte, en las estancias en residencias felinas o durante periodos de hospitalización.

Autor: Carlos Rodríguez                                                                    Web: www.mascoteros.com