Cómo prepara a tus aves para el otoño

Ninfa y periquitos - Foto de Roshan Mendonca: https://www.pexels.com/es-es/foto/animal-mono-aves-plumas-7862080/

Preparar a tus aves para el otoño es crucial para mantenerlas sanas y cómodas con el cambio de clima. Aquí te danis algunos consejos clave:

1. Ajustar la dieta a las necesidades estacionales

Durante el otoño, las aves silvestres y domésticas experimentan un aumento en sus necesidades calóricas, ya que deben generar más calor corporal para adaptarse al frío. Para las aves de compañía, es importante realizar ajustes en su dieta que aseguren una ingesta energética adecuada:

  • Semillas ricas en grasas: Incrementa la proporción de semillas de girasol, linaza o cáñamo en su alimentación. Estas proporcionan grasas saludables, esenciales para mantener su temperatura corporal.
  • Proteínas y vitaminas: Al ser el otoño una época de muda, muchas aves requieren más proteínas y vitaminas A, D, y E, esenciales para la renovación de sus plumas y mantener una buena salud general. Los alimentos como el huevo cocido, los insectos deshidratados (como los gusanos de la harina) o pellets enriquecidos pueden ayudar.
  • Frutas y verduras: Ofrecerles frutas y verduras frescas que aporten nutrientes esenciales. Las calabazas, las zanahorias y las bayas son excelentes opciones para esta época, ricas en vitaminas y antioxidantes.

2. Proporcionar un refugio adecuado

A medida que las temperaturas caen, las aves deben tener un lugar donde refugiarse del frío y las inclemencias del tiempo. Tanto si tienes aves que viven en el exterior como si están dentro de casa, es fundamental asegurar un entorno confortable.

  • Aves al aire libre: Si tus aves viven en una pajarera o jaula exterior, asegúrate de que esté bien cubierta y aislada. El techo debe ser impermeable para proteger de la lluvia, y los lados deben bloquear las corrientes de aire. Puedes utilizar láminas plásticas o paneles acrílicos que proporcionen un aislamiento adicional sin reducir la ventilación.
  • Aves en interior: Si tus aves viven dentro de casa, asegúrate de que su jaula esté en un lugar donde no haya corrientes de aire frío, como cerca de ventanas abiertas o puertas exteriores. El otoño puede traer cambios bruscos de temperatura, y las corrientes pueden causar resfriados en las aves.

3. Controlar la temperatura del ambiente

Las aves son muy sensibles a los cambios de temperatura. En los climas donde el otoño trae temperaturas considerablemente más bajas, puede ser necesario proporcionar calor adicional, sobre todo durante la noche.

  • Lámparas de calor o calefactores especializados: Usa calefactores diseñados específicamente para aves, ya que son seguros y no emiten gases dañinos. Estos calefactores pueden colocarse a una distancia segura de la jaula o voladero, de modo que el ave pueda regular su exposición al calor moviéndose más cerca o más lejos según lo necesite.
  • Monitorear la temperatura: Coloca un termómetro cerca de la jaula para asegurarte de que el ambiente sea cómodo para tu ave, manteniéndose entre 18°C y 24°C, dependiendo de la especie. Recuerda no cubrir completamente la jaula, ya que la ventilación sigue siendo importante.

4. Mantener el plumaje seco y en buen estado

El plumaje de las aves funciona como un aislante natural contra el frío, pero para que cumpla su función, debe estar en perfectas condiciones. Es crucial mantener las aves secas y asegurar que sus plumas estén bien cuidadas.

  • Evitar la humedad: Asegúrate de que las aves tengan acceso a áreas secas en su jaula o voladero. La exposición prolongada a la lluvia o la humedad puede afectar negativamente su capacidad de regular la temperatura corporal.
  • Proporcionar baños de agua o arena: A pesar del clima frío, a las aves les sigue gustando mantenerse limpias. Proporciona agua tibia para baños si es necesario y en días soleados. También puedes poner a su disposición bandejas de arena para baños secos, que ayudan a mantener el plumaje en buen estado.

5. Prepararse para la muda otoñal

El otoño es una temporada de muda para muchas especies de aves. Durante este proceso, las aves reemplazan sus viejas plumas por unas nuevas, lo que requiere una dieta rica en proteínas y nutrientes que favorezcan el crecimiento de un plumaje sano y fuerte.

  • Suplementos de vitaminas y minerales: Aparte de los cambios en la dieta, puedes considerar suplementos específicos para ayudar a la regeneración del plumaje, como aquellos que contienen biotina, metionina o vitaminas del complejo B.
  • Controlar la muda excesiva: Si notas que la muda es excesiva o irregular, o que tu ave tiene problemas para regenerar su plumaje, puede ser señal de un problema subyacente, como estrés o una deficiencia nutricional. En ese caso, consulta a un veterinario especializado en aves.

6. Asegurar una correcta hidratación

Aunque en otoño el clima no es tan cálido como en verano, es igual de importante que las aves tengan acceso constante a agua fresca y limpia. En áreas donde el aire se vuelve seco debido a la calefacción, el agua ayuda a mantener hidratadas las vías respiratorias de las aves.

  • Evitar el estancamiento del agua: Cambia el agua a diario, ya que el crecimiento de bacterias en el agua estancada puede ser peligroso. En el caso de aves al aire libre, revisa que el agua no se congele si las temperaturas descienden.

7. Prevenir el aburrimiento y promover la actividad física

Los días más cortos y la reducción de la luz solar pueden hacer que las aves estén menos activas, lo que puede llevar al estrés o al aburrimiento. Mantenerlas estimuladas mentalmente es importante para su bienestar.

  • Juguetes interactivos: Proporciona juguetes que desafíen a tu ave, como cuerdas, columpios, y objetos para picotear. Estos juguetes no solo les brindan entretenimiento, sino que también estimulan sus habilidades naturales de búsqueda de alimento.
  • Rutinas de interacción: Dedica tiempo para interactuar con tus aves, ya sea fuera de su jaula o con juegos dentro de ella. Esto les ayuda a liberar energía y a mantener un comportamiento equilibrado.

8. Monitorear su salud de cerca

Los cambios bruscos de temperatura pueden estresar a las aves, haciéndolas más vulnerables a enfermedades respiratorias u otros problemas de salud. Es importante vigilar cualquier síntoma de malestar.

  • Signos de alerta: Presta atención a signos como cambios en el apetito, plumas erizadas, letargo, estornudos frecuentes, secreciones nasales o respiración con dificultad. Estos síntomas pueden indicar resfriados o infecciones, especialmente comunes en el otoño.
  • Consultas veterinarias preventivas: Antes de que llegue el invierno, es recomendable hacer un chequeo veterinario para asegurarse de que tus aves estén en buen estado de salud y listas para la temporada más fría.

9. Asegurar una buena ventilación

Aunque es importante proteger a tus aves del frío, también lo es mantener una ventilación adecuada para evitar la acumulación de humedad y la proliferación de bacterias o moho en sus refugios.

  • Evitar ambientes cerrados: Si las jaulas están cubiertas, asegúrate de que haya una buena circulación de aire para evitar que el ambiente se vuelva demasiado húmedo o cargado. Esto es especialmente importante para prevenir enfermedades respiratorias.

10. Adaptar la luz a los ciclos naturales

El otoño trae consigo días más cortos, lo que puede afectar los ritmos circadianos de las aves. Para imitar la luz natural y promover su bienestar:

  • Iluminación regulada: Si tus aves están en interior, asegúrate de que tengan acceso a luz natural o usa lámparas de espectro completo que imiten la luz solar. Esto ayuda a mantener un ciclo de sueño saludable y a regular sus comportamientos estacionales.

Con estas recomendaciones, tus aves estarán bien preparadas para afrontar el otoño, manteniéndose sanas, activas y felices.

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