El cáncer de mama en animales es un tipo de tumor que afecta las glándulas mamarias. En perros y gatos es una enfermedad seria que afecta principalmente a las hembras de ambas especies, aunque también se ha reportado en machos de manera mucho más rara. Es un problema de salud importante, similar al que afecta a los humanos. Es particularmente prevalente en perras y gatas no esterilizadas, y su detección temprana es crucial para aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento.
A continuación, profundizamos en aspectos importantes sobre el cáncer de mama en animales, sus causas, diagnóstico, tratamiento y la prevención.
Perros
El cáncer de mama en perras es relativamente común, especialmente en hembras no esterilizadas. Cerca del 50% de los tumores mamarios en perras son malignos.
Causas y factores de riesgo
- Estado hormonal: La exposición prolongada a hormonas como el estrógeno y la progesterona puede incrementar el riesgo de desarrollar tumores mamarios. Las perras no esterilizadas o aquellas esterilizadas después del primer o segundo celo tienen un riesgo mucho mayor.
- Esterilización: La esterilización temprana reduce drásticamente el riesgo de cáncer mamario. Las perras esterilizadas antes del primer celo tienen menos del 1% de riesgo en comparación con las no esterilizadas.
- Razas predispuestas: Algunas razas tienen mayor predisposición genética al cáncer mamario. Entre ellas se encuentran:
- Caniche (Poodle)
- Dachshund
- Spaniel Cocker
- Terriers
- Obesidad temprana: Las perras que tienen sobrepeso durante su juventud (especialmente antes del primer celo) tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama en su vida adulta.
- Edad: Las perras mayores, generalmente a partir de los 6 a 10 años, tienen mayor incidencia de tumores mamarios. Aunque no es raro ver tumores en perras más jóvenes, la mayoría de los casos se presenta en animales de mediana a avanzada edad. La obesidad durante la juventud también es un factor de riesgo.

Gatos
En gatos, el cáncer de mama es menos frecuente que en perros, pero cuando ocurre, es más probable que sea maligno. Aproximadamente el 85% de los tumores mamarios en gatas son cancerosos.
Características y factores de riesgo
- Malignidad: El cáncer mamario en gatos tiende a ser más agresivo y maligno en comparación con los perros. Alrededor del 85% de los tumores mamarios en gatas son malignos, lo que significa que es más probable que hagan metástasis o se diseminen a otros órganos.
- Razas predispuestas: El Siamés es una de las razas felinas con mayor predisposición al cáncer mamario, aunque otras razas también pueden verse afectadas.
- Esterilización: Las gatas esterilizadas antes del primer celo tienen una probabilidad mucho menor de desarrollar cáncer de mama en comparación con las no esterilizadas. Esto se debe a que la exposición a hormonas reproductivas se reduce drásticamente después de la esterilización.
- Edad: Al igual que en perros, la edad es un factor importante en la aparición de tumores mamarios en gatos. La mayoría de los casos se observan en gatas mayores de 10 años.

Signos y síntomas comunes
El cáncer mamario puede manifestarse de diversas maneras, y algunos de los signos más comunes incluyen:
- Nódulos o bultos: Los bultos o nódulos en las glándulas mamarias son el signo más común. Estos pueden ser pequeños al principio, pero con el tiempo pueden aumentar de tamaño.
- Dolor: En las etapas avanzadas, los tumores pueden causar dolor, especialmente si están ulcerados o infectados.
- Inflamación: Algunas veces, las áreas alrededor de los bultos pueden estar inflamadas, enrojecidas o calientes al tacto.
- Secreciones: Puede haber secreciones anormales de las glándulas mamarias, como pus, sangre o fluidos.
- Pérdida de apetito y peso: En los casos más avanzados, los animales pueden experimentar pérdida de peso, letargo y falta de apetito.
Es importante notar que no todos los bultos son cancerosos; algunos pueden ser benignos. Sin embargo, siempre se debe buscar atención veterinaria ante cualquier bulto o cambio en las mamas.
Diagnóstico
El diagnóstico temprano es clave para mejorar el pronóstico y las opciones de tratamiento. Los veterinarios utilizan varios métodos para diagnosticar el cáncer de mama en animales:
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- Examen físico: El primer paso es una palpación cuidadosa de las glándulas mamarias para detectar cualquier bulto o masa sospechosa.
- Biopsia: Se extrae una muestra de tejido de la masa para examinarla microscópicamente y determinar si es maligna (cancerosa) o benigna.
- Imágenes:
- Radiografías y ecografías son herramientas útiles para verificar si el cáncer se ha diseminado a los pulmones o a otros órganos.
- En algunos casos, se realizan tomografías computarizadas (TAC) o resonancias magnéticas (RM) para obtener imágenes más detalladas.
- Análisis de sangre: Los análisis de sangre pueden ayudar a evaluar la salud general del animal y determinar si los órganos vitales están afectados.

Tratamiento
El tratamiento del cáncer de mama en animales varía según el tipo y la extensión de la enfermedad, pero generalmente implica uno o más de los siguientes enfoques:
- Cirugía: La extirpación quirúrgica del tumor es el tratamiento principal. Dependiendo de la gravedad y extensión del tumor, puede ser necesario realizar una:
- Mastectomía parcial: Extirpación de una o más glándulas mamarias afectadas.
- Mastectomía total: Extirpación completa de todas las glándulas mamarias en un lado del cuerpo.
- Quimioterapia: En casos en los que el cáncer es agresivo o se ha diseminado, se puede recomendar quimioterapia para reducir la probabilidad de metástasis o para controlar el cáncer que no se puede extirpar por completo mediante cirugía.
- Radioterapia: Aunque menos común en animales que en humanos, la radioterapia a veces se utiliza para tratar los tumores mamarios malignos.
- Cuidados paliativos: En casos de cáncer avanzado, cuando no es posible curar la enfermedad, los cuidados paliativos (control del dolor, mejora de la calidad de vida) pueden ser una opción.
El tratamiento más común es la cirugía para extirpar los tumores. Dependiendo de la extensión, puede ser necesario remover una o más glándulas mamarias. En algunos casos, se puede recomendar quimioterapia o radioterapia para controlar el cáncer, especialmente si ha habido metástasis.
Pronóstico
El pronóstico del cáncer de mama en animales depende de varios factores:
- Tipo de tumor: Los tumores benignos tienen un pronóstico excelente después de la extirpación quirúrgica. Los tumores malignos, especialmente aquellos que se han diseminado, tienen un pronóstico más reservado.
- Tamaño del tumor: Los tumores más pequeños generalmente tienen un mejor pronóstico que los más grandes.
- Grado de invasión: Si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos o a otros órganos, el pronóstico es más grave.
Prevención
La esterilización temprana es la mejor forma de prevenir el cáncer de mama en perras y gatas. Las probabilidades de desarrollar tumores mamarios disminuyen considerablemente si se esterilizan antes del primer celo.
Si tienes una mascota y notas cualquier bulto o cambio en las glándulas mamarias, es recomendable acudir a un veterinario para un examen más detallado.