Las imágenes que acompañan a esta entrada corresponden con un edema palpebral bilateral, con formación de un absceso en el párpado inferior de uno de los ojos y con signos de inflamación de ambas mucosas conjuntivales, en definitiva: blefaroconjuntivitis bilateral con colecta de pus unilateral (caseoso).
En los quelonios en cautividad es habitual encontrar una alteración nutricional (hipovitaminosis A) seguida de infección de los párpados y compromiso corneal.
La lesión más evidente del epitelio que recubre anexos oculares en la hipoavitaminosis A es la metaplasia escamosa de las glándulas orbitarias y de sus conductos. Las glándulas se hipertrofian debido al aumento de la descamación y la consiguiente obliteración de los conductos.
La deficiencia de vitamina A en tortugas , no se limita solo al ojo y sus anexos, sino que puede producir complicaciones generales como: metaplasia del epitelio renal, otitis (abscesos aurales) epitelio pancreático, gastrointestinal y respiratorio.
En este caso clínico, el absceso unilateral asociado al edema palpebral, aunque en la hipovitaminosis A están favorecidos por la alteración del epitelio, se sospecha que pudo estar provocado por una infección ascendente a partir de una herida producida por haber caído en forma accidental en el anzuelo de un pescador.
La corrección dietética es primordial en este tipo de procesos, pero en casos extremos se debería medicar con vitamina A parenteral, colirios y ungüentos oftálmicos así como toda la medicación de soporte que sea necesario en cada caso.
Para tener en cuenta
A diferencia de algunos animales ablefáridos (serpientes), las tortugas poseen desarrollados los párpados superior e inferior, siendo éste último el más móvil. La secreción lagrimal en las tortugas depende de las glándulas lagrimales y de las glándulas harderianas. Las glándulas de Harder en los quelonios tienen una función añadida y muy importante en la regulación de las sales en el organismo, como un punto de excreción mineral extra renal.
El pus en los reptiles (también en aves) , puede ser espeso, caseoso, y en muchos casos que afecta a los ojos o los oídos, puede estar asociado a estomatitis por E. coli o Proteus sp en el caso de animales mantenidos en cautividad.
Autor: Adrián Romairone Duarte Web: Diagnosticoveterinario.com