Bebederos y baños para aves

Baño aves
Las aves y el agua

La mayoría de los seres vivos, y las aves no son una excepción, requieren agua para beber como necesidad primordial, pero también necesitan el líquido elemento para bañarse y limpiar su cuerpo. En la jaula o pajarera deben habilitarse los recipientes más adecuados para contener agua limpia, de forma que los animalitos la tengan siempre a su disposición. Para las jaulas o jaulones existen diferentes modelos incorporados al armazón metálico, así como los bebederos de tubo que se adosan por el exterior, introduciendo entre los barrotes la lengueta que sirve de pila para beber. Este modelo, práctico, cómodo, higiénico y fácil de limpiar, debe complementarse con la clásica pileta, ya que una grieta o colocación defectuosa podrán hacer que se derrame el líquido y tengamos a los pajarillos sin agua. Los recipientes clásicos que suelen venderse con la jaula se ensucian con más facilidad, pero son más seguros, por lo que se aconseja combinar los dos sistemas. Para la pajarera o habitación-pajarera deben habilitarse recipientes diversos del tipo involcable con un tejadillo protector que impide la suciedad que podría caer con las deyecciones de las aves; se colocan en el suelo y nunca debajo de las perchas. Además, es muy práctico, siempre que sea posible, colocar varios bebederos de tubo exteriores justo encima del enganche de las perchas.

 

 

Los baños

Ya hemos apuntado que el baño es, para muchas aves, práctica habitual y, por tanto, existen diferentes modelos y tamaños acordes con las especies que han de utilizarlos. Los clásicos recipientes descubiertos se han perfeccionado, y hoy día existen modelos cubiertos que se colocan exteriormente en el hueco de la puerta abierta del jaulón. Los baños deben ponerse diariamente con agua limpia y retirarse a la media hora. Este tiempo suele bastar para la higiene de las aves y evita que puedan utilizar ese agua para beber. En las pajareras pueden colocarse bandejas planas de 30 x 15 cm. de superficie en las que la altura del agua no supere los 3 ó 4 cm. y preferiblemente con el fondo rugoso y en declive, de forma que las especies de pequeño tamaño utilicen la orilla y las más grandes la parte de 3 ó 4 cm. de agua.

 

 

Este tipo de bañeras deben ser ofrecidas a las aves durante treinta o cuarenta minutos como máximo. Es primordial tener en cuenta el comportamiento de las aves en el momento del baño. Deben de sentirse seguras y entonces se colocan sumergiendo exclusivamente las patas en el agua. Ahuecan las plumas y descienden la cabeza hacia el agua para alzarla después dejando resbalar las gotas por el dorso. Al mismo tiempo, efectúan un aleteo convulsivo que permite un reparto homogéneo del agua. La colocación de recipientes profundos es un error, pues inhibe el baño y puede producir algún accidente. Tras retirar los baños, bandejas o piletas, se tira el agua sobrante y se sumergen en una solución de agua de lejía al 5 por lOO, en la que se mantienen cinco minutos. Posteriormente se enjuagan con agua limpia y se dejan boca abajo para que se sequen completamente.

 

Baño aves

 

Lo mejor sin lugar a duda es acostumbrar a nuestra ave a que esté suelta por la casa bajo nuestra supervisión y ofrecerla un cuenco para que se bañe. Así disfrutaréis ambos de la experiencia.

 

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