‘Ayúdale a volar’, voluntariado para aves huérfanas

Pollito

En 2021 participaron en el programa 75 particulares y 9 entidades que acogieron 187 polluelos, el 70% de los cuales se recuperaron. La colaboración ciudadana a través del 112 permitió que el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera batiera su récord histórico de ingresos, atendiendo a 1.112 animales.

El consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado Nájera, y el director general de Biodiversidad, José Luis Rubio, han presentado este miércoles en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘La Fombera’ la segunda edición del programa de voluntariado para la cría de aves huérfanas, ‘Ayúdale a volar’. “Esta iniciativa, que arrancó el año pasado promovida por la Consejería de Sostenibilidad, Transición Ecológica y Portavocía del Gobierno, fue todo un éxito, tanto por la acogida y valoración de los participantes, como por los resultados obtenidos, ya que los voluntarios consiguieron dar una segunda oportunidad a 187 animales, el 70 por ciento de los cuales logró sobrevivir gracias a sus cuidados”, ha destacado Dorado Nájera.

“El programa busca involucrar a los riojanos en la protección de la biodiversidad mediante la participación ciudadana en el cuidado de crías de aves huérfanas que han caído del nido, y que son acogidas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera gracias a las llamadas al 112 de las personas que las encuentran”, ha subrayado el consejero. Además, ha reconocido que “en los últimos años, estas cifras han aumentado sensiblemente, gracias a la sensibilización de la población”. A este respecto, ha explicado: “Los voluntarios pueden acoger en domicilios particulares, centros o residencias a estos polluelos durante un tiempo que oscila entre dos y cuatro semanas, alimentarlos, con los medios proporcionados por el programa, y prepararlos para su vuelta al medio natural”.

 

 

‘Ayúdale a volar’ se dirige a particulares y familias que quieran contribuir al cuidado de las aves de su entorno más cercano, pero también a centros o residencias que trabajen con personas mayores, personas con diversidad funcional, colectivos en riesgo de exclusión social, etc. El consejero ha hecho un balance del programa de acogida de aves huérfanas que comenzó el año pasado: “Se inscribieron en el programa 251 particulares y 16 entidades. Finalmente, acogieron animales huérfanos 75 particulares y 9 colectivos, que ayudaron a tener una segunda oportunidad a 187 animales de 19 especies diferentes. De ellos 132, el 70 por ciento, lograron recuperarse y fueron devueltos al medio natural, un porcentaje muy alto que anima a seguir adelante con el proyecto”. La mayoría de los animales acogidos fueron crías de aves silvestres que no son especies amenazadas, rapaces ni aves de gran tamaño, especialmente vencejos, aviones y gorriones, junto a especies como palomas torcaces, urracas, tórtolas y paseriformes como verderones, verdecillos, o jilgueros, entre otras; también se incorporaron al programa dos crías de ardilla.

Un voluntariado inclusivo que educa en valores

Pero además de involucrar a la sociedad en la conservación de las aves autóctonas y del apoyo que los voluntarios realizan en la protección de nuestra biodiversidad, Dorado Nájera ha remarcado que “la iniciativa ‘Ayúdale a Volar’ es un voluntariado que educa en valores, en convivencia y es también un voluntariado inclusivo, sin barreras, por lo que además de para las familias puede resultar una experiencia enriquecedora y con notables beneficios terapéuticos para determinados colectivos, como residencias de mayores o entidades que trabajan con personas con diversidad funcional, entre otras”.

La tarea de los voluntarios consiste básicamente en alimentar a las aves entre 5 y 7 veces al día (cada 2-3 horas) el tiempo necesario hasta que el polluelo esté en condiciones para ser devuelto al medio natural, entre dos y cuatro semanas, dependiendo de la especie y de su edad. A la hora de inscribirse en el programa, los voluntarios podrán indicar las fechas en las que estén disponibles, siempre entre mayo y septiembre, que es cuando se desarrolla el programa. También se encargarán de mantener limpia  la caja en la que se entregue el animal.

Dorado Nájera ha destacado la labor del personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera que “supervisarán todos los animales antes de la entrega, registrarán su ingreso y certificarán el correcto estado sanitario de la cría”. Por ello, ha agradecido “el trabajo que desempeñan estos profesionales en la recuperación de nuestro patrimonio natural riojano y al resto del equipo de la Dirección General de Biodiversidad por su profesionalidad”.

Además, el consejero ha insistido en que “los participantes deben recordar en todo momento que se trata de animales silvestres, no de mascotas, y que si los tocamos o acariciamos podemos poner en peligro su adaptación a la vida en el medio natural, que es el fin último del programa. Del mismo modo, deben ser conscientes de que a pesar de los cuidados, siempre hay un porcentaje de crías que no sobreviven”.

Material y asesoramiento al voluntario

Los voluntarios recibirán, junto con el ave/s que hayan decidido acoger, la autorización de tenencia de aves silvestres que deben rellenar y todo el material necesario: caja/transportín, papilla, insectos, vitaminas, jeringuilla… así como información detallada para la alimentación y cuidado, tanto de las crías en general como de la especie que se vaya a llevar a casa.

Además, mientras dure el acogimiento, el voluntario tendrá a su disposición el teléfono 608 179225 (en horario de 8:00 a 14:00 horas y de 15:00 a 20:00 horas, todos los días de la semana) en el que el personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera podrá resolver cualquier duda que surja durante la crianza, y desde el que se informará también sobre la evolución del animal y se indicará el momento en el que esté listo para ser liberado.

Como el año pasado, ha informado Dorado Nájera, “conforme vaya avanzando el programa se organizarán sueltas colectivas en las que los voluntarios tendrán oportunidad de compartir con otros participantes la alegría de ver cómo comienzan su nueva vida las aves recuperadas gracias a su ayuda”.

Para inscribirse en el programa hay que rellenar el formulario que aparece en la página web www.larioja.org/ayúdaleavolar. ConfirPara cualquier duda o consulta respecto al mismo pueden llamar al teléfono 941291100 Ext. 33165/33716 o escribir un correo electrónico a ayudaleavolar@larioja.org

Récord de ingresos en el CRFS

En La Rioja, el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera es el espacio de referencia para centralizar la colaboración ciudadana en relación al hallazgo de fauna silvestre. Trabaja desde 1985 en la recogida, recuperación, rehabilitación y devolución al medio natural de fauna silvestre hallada con problemas de supervivencia autónoma (polluelos y otras crías, animales heridos por disparos, electrocución, atropellos, etc.) y colabora en el seguimiento de las causas que amenazan a sus poblaciones, contando para ello con el personal, protocolos, medios materiales e instalaciones necesarias.

“El pasado año 2021, el centro recibió el ingreso de 1.112 animales silvestres vivos, la cifra más alta desde la puesta en marcha de la instalación y un 41 por ciento más que en 2020. Una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años gracias a la sensibilización creciente de la población, y que ha permitido que a lo largo de la pasada década el número de ingresos se haya casi multiplicado por cuatro, pasando de 288 en 2010 a la cifra actual. Más de la mitad de los animales ingresados consiguen recuperarse y ser devueltos al medio natural”, ha remarcado el director general de Biodiversidad, José Luis Rubio.

Aunque el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Fombera (CRFS) acepta todo tipo de animales silvestres, la mayor parte de los ingresos son aves, ya que son fácilmente visibles por el observador y además presentan un mayor número de especies que los otros grupos. De hecho, el pasado año de los 1.112 ejemplares ingresados vivos, 970 eran aves. El mayor número de ingresos se concentra en el verano, especialmente durante los meses de julio y agosto. En esta época se desarrolla el periodo más crítico para la vida de los individuos jóvenes y fundamentalmente para las aves.

No obstante, Rubio ha puntualizado: “Con todo, no siempre que veamos un pollito en el suelo significa que tenga problemas; cada especie tiene un comportamiento diferente y algunos merodean cerca del nido antes de volar perfectamente. Por eso, la mejor forma de ayudar, antes de cogerlo o de tocarlo, es siempre llamar al 112. Ellos nos pedirán toda la información que podamos aportarles y valorarán si necesita ser ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre. En ese caso, el personal del centro pasará a recogerlo y, si comprueba que está sano y tiene posibilidades de salir adelante, se cederá a alguno de los voluntarios del programa”.

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