Las almohadillas son estructuras resistentes formadas por piel engrosada y tejido adiposo que protegen huesos y articulaciones de las patas. A pesar de su dureza, son muy vulnerables a lesiones, sobre todo en perros activos, ya que esta zona es la que más contacto tiene con el suelo y soporta el peso del animal. Las heridas en las almohadillas de los perros son bastante comunes y pueden aparecer por cortes, quemaduras, rozaduras o incluso grietas por sequedad.
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Tipos de heridas frecuentes
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Cortes y laceraciones → producidos por cristales, piedras o metales en la calle.
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Abrasiones → rozaduras por correr en superficies ásperas.
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Quemaduras → por asfalto caliente en verano o superficies heladas.
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Grietas o fisuras → por sequedad, sobrepeso o ejercicio intenso.
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Ampollas → al caminar largas distancias sin preparación.
Causas frecuentes
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Superficies calientes (asfalto en verano, arena de playa).
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Cristales, piedras u objetos punzantes en el suelo.
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Ejercicio intenso en terrenos ásperos o caminatas muy largas.
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Productos químicos o sal de deshielo en invierno.
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Sequedad o falta de cuidado en las almohadillas.

Síntomas
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Cojera o resistencia a caminar.
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Sangrado o costras visibles.
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Lamido excesivo de la pata.
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Enrojecimiento, inflamación o dolor al tacto.
Primeros auxilios en casa
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Inspección: revisa con calma la almohadilla afectada, buscando cuerpos extraños.
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Limpieza profunda: utiliza suero fisiológico o agua tibia. Si hay suciedad incrustada (arena, tierra), retírala suavemente con gasas estériles, si no puedes acceder a ello, no utilices pinzas, podrías dañarle más la almohadilla, ves directamente al veterinario.
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Desinfección: aplica clorhexidina diluida al 0,05–0,1 %. Evita yodo en exceso porque puede dañar el tejido, si lo utilizas dilúyelo con agua.
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Control de sangrado: si la herida sangra, coloca una gasa estéril presionando durante unos minutos, hasta que cese la hemorragia.
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Protección con vendaje: el objetivo es proteger de infecciones, evitar que el perro lama la herida y permitir que pueda caminar un poco mientras cicatriza.
- Reposo: limita los paseos hasta que cicatrice.
🐾 Cómo vendar correctamente una almohadilla
El vendaje debe proteger la herida sin cortar la circulación ni generar rozaduras.
Pasos para vendar
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Colocar una gasa estéril sobre la herida, que servirá de colchón y absorción.
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Acolchado con algodón o gasas alrededor de los dedos y la almohadilla, para evitar presión directa.
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Venda suave (autoadhesiva o de tela) alrededor de la pata, empezando desde los dedos y subiendo unos centímetros por la pierna, para dar estabilidad.
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Asegurar el vendaje con cinta médica en la parte superior (nunca sobre el pelo directamente, siempre sobre la venda).
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Comprobar circulación: tras el vendaje, aprieta una uña del perro; el color debe volver en 2 segundos (si no, el vendaje está demasiado apretado).
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Cambiar el vendaje cada 24 horas o antes si se moja o ensucia.

Cuándo acudir al veterinario
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Si la herida es profunda o sangra en exceso.
- Si ves algún cuerpo extraño.
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Si notas pus, mal olor o inflamación (signos de infección).
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Si tu perro no apoya la pata o muestra dolor intenso.
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Si la lesión no mejora en pocos días.
Prevención
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Pasear en horas frescas para evitar quemaduras.
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Revisar las patas después de cada paseo.
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Usar botines protectores en terrenos duros, nieve o calor extremo (mejor pasear en horas frescas)
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Hidratar las almohadillas con bálsamos específicos.