En los últimos diez años se han descubierto 742 nuevas especies de fauna y flora en la cuenca del Congo, según revela el nuevo informe de WWF. Este trabajo documenta los estudios de cientos de científicos/as de universidades, organizaciones conservacionistas e institutos de investigación de todo el mundo.
Revela una asombrosa variedad de nuevas especies, incluidas plantas, invertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos desconocidos hasta ahora.
Entre estos descubrimientos se encuentran orquídeas únicas, nuevas especies de café, ranas con garras, cocodrilos, peces eléctricos, búhos, arañas, tortugas e incluso una especie de mono conocida localmente como «lesula».
Protegamos los valiosos ecosistemas del Congo
Los hallazgos ilustran no sólo la riqueza de la cuenca del Congo, sino también la gran necesidad de realizar esfuerzos de conservación para proteger sus frágiles ecosistemas. Conocida como el ‘pulmón de África’, la cuenca del Congo es el mayor sumidero de carbono del mundo. También es la mayor turbera tropical del mundo. Abarca seis países, su selva tropical proporciona seguridad alimentaria y un sustento esencial para las poblaciones indígenas y locales y sirve de hábitat crítico para especies en peligro de extinción.
WWF trabaja junto a gobiernos, organizaciones asociadas, comunidades locales y grupos indígenas para proteger estos ecosistemas. Desde los programas de biovigilancia hasta la certificación FSC de las concesiones madereras, nuestro objetivo es garantizar que las generaciones futuras experimenten las maravillas de la cuenca del Congo
El informe también destaca el papel de los conocimientos indígenas en la conservación. Las comunidades indígenas, que han coexistido con estos bosques durante generaciones, son clave para preservar y comprender esta biodiversidad. Muchas de las especies de este informe, aunque descritas recientemente en la literatura científica, han sido familiares para las comunidades locales durante generaciones.
Los gobiernos de la región han acordado poner el 30% de sus tierras bajo algún tipo de protección para 2030 y WWF está apoyando para identificar estas áreas y protegerlas eficazmente.
La certificación madererar como herramienta de conservación
Un estudio reciente en Gabón y la República del Congo reveló que en las concesiones madereras certificadas por el Consejo de Administración Forestal (FSC) se encuentra un mayor número de grandes mamíferos que en los bosques no certificados. La certificación de la sostenibilidad es, por tanto, un método probado tanto para proteger la biodiversidad como para crear beneficios económicos para las comunidades y los gobiernos.