Un ciudadano francés de 66 años ha sido detenido por las autoridades después de que se encontraran en el congelador de su casa 117 gatos muertos. Este suceso ha conmocionado a la localidad de La Roquette-Sur-Siagne, cerca de Cannes, en Francia.
El anciano se ha declarado como un gran amante de los animales, que pensaba que no hacía nada malo «excepto poner a los gatos a dormir».
La casa de los horrores
Desde el mes de diciembre las autoridades habían estado investigando la casa del sexagenario, recopilando las suficientes pruebas para poder registrar el terreno.
La AEPA, Asociación de Investigadores de Protección Animal, autoridad que investigaba el suceso, había recibido denuncias anteriores por maltrato animal desde años atrás. En el año 2019 se recuperaron 58 gatos por otra intervención.
Los vecinos habían denunciado que la casa desprendía fuertes olores, así como maullidos persistentes de los ocupantes felinos. Después de unos meses consiguieron la orden de registro y se encontraron con un dantesco panorama. Además de los gatos encontrados en el congelador, también se encontraron felinos enterrados en el jardín de la casa.
Se han recuperado cuarenta gatos que se encontraban en condiciones deplorables, desnutridos, con heridas y con enfermedades. Una vez se restablezcan serán puestos en adopción.
Consecuencias
El hombre, sin antecedentes penales, ha sido puesto en libertad hasta que llegue el juicio porque según las autoridades su estado psicológico era frágil y tiene que volver a ser evaluado. Pero esta vez tendrá que responder ante los tribunales. La fiscalía de Grasse ha abierto una investigación.