Por primera vez en el mundo, científicos veterinarios de la Universidad de Montreal han encontrado una manera de registrar la actividad eléctrica del cerebro de los gatos mientras están despiertos, utilizando electrodos escondidos debajo de gorros de lana tejidos a mano para lograr este efecto.
Cuando se les realiza una prueba de dolor crónico debido a enfermedades comunes como la osteoartritis, los gatos despiertos tienden a sacudir y masticar los electrodos colocados en sus cabezas para producir electroencefalogramas (EEG).
Para evitar esto, normalmente se administran sedantes a los gatos durante el procedimiento.
En un estudio publicado en el Journal of Neuroscience Methods, un equipo liderado por Éric Troncy y Aude Castel , del Grupo de Investigación en Farmacología Animal de Quebec de la UdeM, desarrolló una nueva técnica para mantener los electrodos en su lugar.
Les pusieron gorros de punto. En total se examinaron 11 gatos adultos que padecían osteoartritis.
Después de evaluar su estrés y dolor mediante los estímulos transmitidos por los electrodos, los científicos sometieron a los gatos a estímulos calmantes, como luces de colores y olores reconfortantes, para aliviar su dolor.
Nuevos caminos
El estudio, que está empezando a ser noticia en todo el mundo en publicaciones como New Scientist , «abre nuevas vías para el estudio del dolor crónico felino y su potencial modulación mediante intervenciones sensoriales», concluye el equipo de investigación.
Próximo paso: una campaña nacional e internacional para dar a conocer este trabajo.
El coautor Aliénor Delsart , estudiante de doctorado, presentó recientemente resultados preliminares sobre varias aplicaciones de evaluaciones de electroencefalogramas (incluida la sensibilidad al dolor) en la Royal Society of Medicine de Inglaterra.
“Ahora planeamos obtener financiación del Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Naturales de Canadá , en asociación con empresas privadas, para permitirnos establecer una verdadera firma EEG del dolor crónico y proponer muchas otras aplicaciones que permitirán automatizar el detección del dolor crónico en el futuro”, declaró Éric Troncy.
Un ejemplo: una colaboración con el profesor de psiquiatría computacional de la UdeM e investigador del CHU Sainte-Justine Guillaume Dumas para probar la sincronicidad de las ondas cerebrales entre los gatos (y también los perros) y su dueño.