Los parásitos, tanto internos como externos, suponen una severa amenaza para los gatos, por ese motivo es importante desparasitarlos desde muy pequeños. Hay que tener en cuenta que esos parásitos pueden afectar a los felinos vivan donde vivan, tanto en áreas urbanas como rurales.
Parásitos externos
Los felinos también están expuestos a ellos, sobre todo a pulgas y garrapatas, aunque también son sensibles a los ácaros. Los dos primeros se alimentan de la sangre del animal y actúan sobre todo en los meses más cálidos. Prevenirlos es tan sencillo como emplear pipetas para gatos.
Pulgas y garrapatas pueden transmitir diferentes enfermedades a los animales. Algunos gatos son incluso sensibles a la picadura de las primeras y desarrollan dermatitis, cólicos o problemas intestinales. Los ácaros, por su parte, son los causantes de la sarna, provocando costras y caída de pelo, además de un gran malestar.
Los antiparasitarios gatos se presentan en diferentes formatos. Por un lado, están las pipetas, que se aplican directamente sobre el pelaje del felino en la zona del lomo. Su fórmula se adhiere a la piel y es absorbida por el organismo. Duran varias semanas y lo que hace es emitir un olor y sabor desagradable para los parásitos.
El otro gran tipo de antiparasitarios son los collares, que actúan como repelente, son muy resistentes y su acción se prolonga durante varios meses. Hay otras fórmulas para proteger al animal, como los espráis antiparasitarios, cuando ya hay síntomas de infestación, o champús y lociones específicos para esta función.
Parásitos internos
Pueden provocar problemas de salud muy serios en los gatos, sobre todo si son muy jóvenes. Por ese motivo, es importante estar siempre pendientes de cualquier síntoma que puedan presentar. Los más habituales son lombrices, anquilostomas, ascárides, giardiasis o tenia.
Aunque puede haber sintomatología específica para los diferentes parásitos internos, hay ciertos síntomas de alarma que no se deben pasar nunca por alto: diarrea, sangre o moco en las heces, hinchazón alrededor del ano, vómitos y diarrea. Estos dos últimos síntomas pueden provocar la deshidratación del animal.
También para los parásitos internos hay métodos de prevención y tratamiento muy eficaces. Lo más habitual es emplear pastillas o pastas específicas que debe ingerir el animal, aunque también cabe la posibilidad de empelar pipetas especiales si el felino es muy reacio a ingerir comprimidos.
Consejos importantes para proteger a tu gato
La prevención es fundamental, por tanto, es importante que sigas los consejos de tu veterinario y desparasites a tu gato con la frecuencia que te indique. Es la mejor forma de mantenerlo protegido frente a esos molestos y dañinos parásitos, tanto internos como externos.
Una buena higiene, por otra parte, es fundamental. También lo es revisar con detenimiento el pelaje del felino de vez en cuando, eso permitirá detectar la presencia de parásitos externos antes de que puedan provocar problemas serios.
Y, por supuesto, si empleas algún producto desparasitario, debe ser siempre específico para gatos y bajo prescripción veterinaria. No todos los productos son iguales ni se aplican en la misma cantidad según el peso del animal.
