La disminución del apetito en perros y gatos durante el verano es un fenómeno común y puede atribuirse a varias razones, muchas de las cuales están relacionadas con los meses de calor. Aquí se detallan las principales causas:
1. Temperatura elevada
- Regulación de la temperatura corporal: Tanto perros como gatos tienen mecanismos de regulación de la temperatura corporal que pueden afectar su apetito. Durante el verano, es más difícil para ellos disipar el calor, por lo que comen menos para evitar generar más calor a través de la digestión.
- Reducción de actividad física: Con temperaturas más altas, los animales tienden a ser menos activos para evitar el sobrecalentamiento, lo que reduce sus necesidades energéticas y, por lo tanto, su apetito.
2. Cambio en los patrones de comportamiento
- Cambio en los horarios de comida: Es posible que prefieran comer durante las horas más frescas del día, como temprano en la mañana o tarde en la noche, y no durante el calor del mediodía.
- Mayor consumo de agua: Aumentar la ingesta de agua para mantenerse hidratados puede hacer que se sientan más llenos y, por lo tanto, menos inclinados a comer.
3. Efectos fisiológicos
- Metabolismo: En climas cálidos, el metabolismo de los animales puede disminuir ligeramente, reduciendo su necesidad de calorías.
- Cambios Hormonales: La exposición prolongada al calor puede influir en los niveles hormonales que afectan el apetito.
4. Factores ambientales y psicológicos
- Estrés por calor: el estrés causado por el calor puede llevar a una disminución del apetito. Los animales pueden sentirse incómodos y menos dispuestos a comer.
- Disponibilidad de alimentos frescos: Durante el verano, la calidad de los alimentos puede verse afectada si no se mantienen frescos, lo que puede hacer que los animales los rechacen.
5. Hidratación
- Aumento de la ingesta de agua: La necesidad de mantenerse hidratados puede llevar a que beban más agua, lo que puede causar una sensación de saciedad temporal y reducir el interés por la comida.
6. Prevención de problemas de salud
- Prevención de golpes de calor: Comer menos puede ayudar a prevenir problemas de salud relacionados con el calor, como los golpes de calor, que son más comunes en los lugares donde hace mucho calor.

Estrategias para manejar la pérdida de apetito
- Ofrecer comidas en horas frescas: alimentar a los animales temprano en la mañana o tarde en la noche cuando las temperaturas son más bajas.
- Mantener la comida fresca: asegurarse de que la comida no se eche a perder debido al calor. Ofrecer porciones más pequeñas y frescas con más frecuencia.
- Hidratación adecuada: asegurarse de que siempre tengan acceso a agua fresca y limpia.
- Ambiente fresco: proporcionar un lugar fresco y sombreado para que descansen, lo que puede ayudar a reducir el estrés por calor y mejorar el apetito.

Conclusión
La reducción del apetito en perros y gatos durante el verano es un comportamiento normal influenciado por el calor, la necesidad de mantener la temperatura corporal y la reducción de la actividad física. Entender estas razones y ajustar el manejo de la alimentación y el ambiente puede ayudar a asegurar que los animales se mantengan saludables y cómodos durante los meses calurosos.
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