Muchos tutores de gatos han notado que sus felinos reaccionan de forma extraña cuando perciben el olor a lejía o productos con cloro. Algunos gatos se sienten atraídos y empiezan a frotarse contra superficies que han sido limpiadas con estos productos, mientras que otros parecen entrar en un estado de excitación o euforia similar al que experimentan con la hierba gatera. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Razones por las que los gatos se sienten atraídos por la lejía
1. Similitud con feromonas felinas
Una de las teorías más aceptadas es que ciertos compuestos químicos en la lejía tienen una estructura similar a las feromonas que los gatos utilizan para comunicarse y marcar territorio. Las feromonas son sustancias químicas que los gatos liberan a través de glándulas situadas en su cara, patas y base de la cola. Cuando un gato detecta una sustancia que se asemeja a estas feromonas, puede reaccionar frotándose contra la superficie, restregando su cabeza o incluso rodando en el suelo, como si estuviera marcando su territorio.
2. Olor fuerte e inusual
Los gatos tienen un sentido del olfato muy desarrollado, aproximadamente 14 veces más potente que el de los humanos. Esto significa que perciben los olores con mucha más intensidad. La lejía tiene un olor penetrante y volátil que puede captar rápidamente la atención del gato, generando curiosidad e incluso una respuesta instintiva. Algunos gatos pueden sentirse estimulados por este aroma de la misma manera que lo hacen con otros olores intensos, como el de la menta o la valeriana.
3. Efecto similar a la hierba gatera (catnip)
En algunos casos, el cloro y sus derivados pueden provocar una reacción en los gatos parecida a la que tienen con la hierba gatera o la valeriana. Estas sustancias afectan el sistema nervioso felino, generando una sensación de placer o euforia temporal. Algunos gatos pueden mostrarse juguetones, inquietos o incluso entrar en un estado de relajación después de haber olido una superficie limpiada con lejía.
4. Instinto de marcar territorio
Cuando un gato se encuentra con un olor extraño o nuevo en su entorno, su primera reacción puede ser marcarlo con su propio olor. Al frotarse contra una superficie impregnada de lejía, el gato está dejando sus feromonas para cubrir o enmascarar el olor, reclamando ese espacio como suyo.
¿Es peligroso que los gatos huelan o laman la lejía?
Sí, la lejía es un producto químico tóxico para los gatos si lo inhalan, lamen o caminan sobre una superficie mojada con ella. Algunas de las consecuencias de la exposición a la lejía pueden incluir:
- Irritación en la nariz, ojos y garganta
- Vómitos y malestar estomacal si la lamen
- Quemaduras en las patas o la piel si caminan sobre una superficie con residuos de lejía
- Problemas respiratorios si inhalan una gran cantidad de vapores
¿Cómo evitar que tu gato se acerque a la lejía?
Si tu gato se siente atraído por la lejía, es importante tomar precauciones para evitar intoxicaciones:
✔ Diluir la lejía: Si necesitas usar lejía para limpiar, mézclala con agua en una proporción segura (por ejemplo, una parte de lejía por diez de agua) para reducir su intensidad.
✔ Enjuagar bien las superficies: Después de limpiar con lejía, asegúrate de enjuagar con abundante agua y ventilar el área para eliminar los residuos y los vapores.
✔ Usar productos de limpieza alternativos: Existen limpiadores menos agresivos y seguros para gatos, como el vinagre o el bicarbonato de sodio.
✔ Mantener la lejía fuera del alcance del gato: Guarda los productos de limpieza en un armario cerrado para evitar accidentes.
⚠ Recomendaciones ⚠
El extraño amor de los gatos por la lejía es un fenómeno curioso que probablemente se debe a la similitud de sus compuestos con feromonas, la intensidad del olor y su posible efecto estimulante. Sin embargo, es fundamental evitar que los gatos tengan contacto directo con la lejía, ya que puede ser peligrosa para su salud. Si notas que tu bigotudo se frota contra una superficie con lejía, es mejor limpiarla bien y observar cualquier signo de intoxicación para evitar riesgos.