En los últimos meses se ha producido un cambio de tendencia: cada vez más se adoptan animales, en especial perros y gatos. Y aunque no hay ningún estudio académico que explique con detalle las razones que han impulsado este auge de las mascotas, los implicados en el sector coinciden en que la soledad provocada por el confinamiento y las restricciones es lo que ha animado a los españoles a buscar un animal de compañía.
A falta de datos oficiales, las cifras estatales más actualizadas sobre mascotas que ofrece ANFAAC, la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, a través de su encuesta bianual, estiman que, en España, desde 2019 hasta 2021, el número de perros ha aumentado un 38% al pasar de 6,7 a 9,3 millones y el de gatos otro 38% al pasar de 3,7 a 5,8 millones.
En este sentido, ¿existe algún motivo por el que los españoles se decanten tanto por los gatos? La razón del aumento de la popularidad del gato entre los españoles se debe a que es un animal que está por descubrir y cada día más personas se dan cuenta de las ventajas que tiene la convivencia con ellos, como que sean más autónomos y gestionen mejor el tiempo que pasan sin sus dueños; pero que también sean en mayor o menor medida unos maravillosos compañeros de vida, cariñosos, dulces y juguetones. Asimismo, los gatos son también mascotas muy limpias y aseadas. Pero eso no quiere decir que cuidar de un felino sea una responsabilidad menor.
Para que la adaptación sea más fácil, es muy recomendable pedir consejo y escuchar al personal de la asociación o refugio del que lo adoptemos, pues convivir con un felino también puede suscitar muchas dudas y preguntas sobre su comportamiento o sus manías.
Es importante dedicarle tiempo de juego y de mimos, pero también hay que garantizarle su propio espacio en la casa. También es fundamental el arenero que se utilice y dónde se coloque. Lo recomendable es adquirir una bandeja resistente con un tamaño adecuado para el gato, ya sea abierta o cerrada, y colocarla en un lugar tranquilo y ventilado, a ser posible siempre en el mismo sitio. A su vez, la arena deberá amoldarse a la personalidad de nuestro gato y, por norma general, la prefieren de consistencias finas, es decir, que no se les claven en las patitas, de aspecto homogéneo, con bajo contenido en polvo y sin olores fuertes ni colorantes; y es recomendable hacer el mantenimiento de la arena de forma escrupulosa, eliminando heces diariamente y partes húmedas o aglomerados cada dos o tres días.
En definitiva, desde Sanicat defendemos que la adopción de un gato (y de cualquier animal) no debe ser fruto de un acto impulsivo, sino basado en la reflexión. Si se ha dado el paso de adoptar, hay que hacerlo a conciencia y con responsabilidad, porque asumir el cuidado por muchos años de un ser vivo es un gran compromiso.
Autor: Ignacio Duch, Pet Care manager de Sanicat
