Llegas a casa y aunque no lo veas, sabes que tu gato se ha hecho pis donde no debe. ¿Y cómo lo sabemos? Simplemente por el olor de su orina. El pis de los bigotudos huele especialmente fuerte debido a la presencia de urea y otros compuestos volátiles, lo que puede hacer que sea detectable incluso en pequeñas cantidades.
Olores naturales que disgustan a los gatos
Hay una serie de olores que a los gatos no les gustan. Son naturales, fáciles de conseguir y aplicándolos en forma de espray, podemos hacer que nuestro bigotudo desista de acciones que consideramos no deseadas. Estos son:
Vinagre blanco
El vinagre blanco es un repelente natural que puede ayudar a mantener a los gatos alejados de lugares no deseados. Mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua en una botella de atomizador y aplícalo en las áreas problemáticas. El olor desaparecerá a medida que se seque. Recomendamos que el vinagre sea blanco destilado porque las otras variedades de vinagres: de arroz, de manzana, de vino tinto pueden manchar las superficies donde lo empleemos.
Cítricos
A los gatos les disgustan los olores cítricos y suelen evitarlos. Puedes colocar cáscaras de cítricos, como limones o naranjas, en las áreas donde no quieres que tu gato haga pis. También puedes utilizar aceites esenciales cítricos diluidos en agua y rociar la mezcla en esas zonas. O mezclar un poco de zumo de limón o lima con naranja o pomelo, añadir agua en la misma cantidad y rociar el sitio donde quieres cambiar el hábito.
Aceite de menta
Algunos bigotudos no soportan el olor a menta. Diluye unas gotas de aceite de menta en agua y aplícalo en lugares problemáticos. La concentración no puede ser demasiado fuerte porque puede llegar a ser irritante para tu gato.
Aceite de lavanda
El aceite esencial de lavanda puede ser otro repelente efectivo. Diluye unas gotas en agua y rocía la mezcla en áreas donde no quieres que tu gato haga pis. Además esta solución ayuda a relajar a los “uñitas”.
Pimienta de cayena o pimienta negra
Los gatos suelen evitar los olores picantes. Espolvorea una pequeña cantidad de pimienta en polvo en las áreas problemáticas. Asegúrate de no poner demasiada para evitar que el gato pueda inhalarla o ingerirla.
Uso de lejía y amoniaco para desinfectar
Cuando nuestro bigotudo se ha orinado en un lugar no permitido, queremos limpiarlo y desinfectarlo lo antes posible. Es muy común hacer uso de la lejía o el amoníaco para fregarlo. ¡Es un error! Estos productos atraen a nuestros bigotudos y lo que querrán a toda costa es restregarse en ellos. Si lo consiguen, el gato se acicalará y acabará ingiriéndolo aunque sea en pequeñas cantidades. El amoníaco utilizado para fregar puede incitar a nuestro gato a orinar donde esté presente. Al parecerse mucho el olor al de su orina, él intentará hacer pis para que el olor que permanezca sea el suyo y así marcar su territorio. Debemos fregar simplemente con agua y jabón, con eso es suficiente.
Autora: Antonia Villalba