Este artículo es para denunciar un caso de violencia y maltrato animal brutal que ha sufrido una pequeña criatura indefensa, inocente y desprotegida, a manos de un sádico psicópata.
Las imágenes son realmente dantescas, capaces de revolverle en el estómago a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad.
Esta atrocidad ha ocurrido en Polinyà del Xúquer, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia.
El gato víctima del crimen, pertenecía a una colonia controlada por una compañera.
Podéis imaginaros el impacto que sufrió y el sentimiento de desolación, rabia e impotencia que tuvo y sigue teniendo.
No hay derecho a que ocurran estas cosas. Esto es un atentado contra la sociedad en general.
Ya existe, por fin, una Ley de Bienestar Animal que vela por los animales domésticos, entre ellos,vlos perros y los gatos, especialmente los gatos callejeros y de colonias.
Todo esto ya está regulado por la Ley de Protección y Bienestar Animal de 7/2023 de 28 de marzo, así que por lo tanto este acto es condenable.
Aunque más allá de una Ley administrativa, existen leyes o normas no escritas que todo ser «humano» deberíamos poseer.
Hablo de tolerancia, empatía, sensibilidad, sentido común y coherencia.
El salvaje que ha cometido este crimen es un ser despreciable, un psicópata, un sádico y un enfermo mental que anda a sus anchas por ahí.
Puede que sea tu vecino, tu amigo, tu hermano, un hijo, tu padre, etc. (Ya se sabe que es un hombre) La investigación está en marcha.
¿Realmente queremos a alguien así en nuestra vida?
Es para pensarlo, para pensarlo muy bien. Alguien capaz de hacer esto, es capaz de hacer cualquier cosa; insisto, cualquier cosa.
Voy a redactar lo que han hecho con el gatito.
Si eres muy sensible, tal vez no debas seguir leyendo:




No se sabe cómo lo mató, pero si se sabe lo que hizo después con él.
Lo descuartizó, le separó todos sus miembros, lo despellejó, le arrancó los ojos, las orejas, la cara.
Dejó esparcido por la colonia, algunas partes de su cuerpecito, todas bien separadas y todas puestas estratégicamente. Hay que decir que faltan partes del cuerpo. No lo dejó todo.
No había ni una sola gota de sangre. Se supone que hizo esto en su casa y luego fue a terminar su maquiavélico trabajo para regocijarse de su obra.
En verdad estamos frente a un ser despreciable, asesino y extremadamente violento.
En un pueblo tan pequeño como es Polinyà, todo el mundo debe conocer a este personaje.
Ni qué decir tiene, que este acto está denunciado.
Pero más allá de una denuncia en las autoridades, queremos hacer visibles estos actos de violencia extrema, porque pensamos que por un lado, se debe condenar el acto brutal que ha sufrido el gato, y por otro lado, se deben detectar a estas «personas» y que se sepa quienes son y, sobre todo, lo que son. Seres despreciables, violentos y criminales.
Autora: Anabel Timor
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