Entrevistamos a Tony, de profesión Guardia Civil, que realizando su trabajo de prevención de la seguridad ciudadana en Arganda, un municipio del sureste de la Comunidad de Madrid fue avisado de que en una nave podría encontrarse un animal abandonado. Como la ficción supera muchas veces a la realidad él nos relata que descubrió allí.
¿Qué viste cuando os acercasteis a la nave?
No vimos al animal del cual nos habían dado aviso pero desde la parte exterior de la nave puede observar una colonia de gatos bastante descontrolada. Cómo llevo en el mundo animalista unos años tengo contactos con bastantes asociaciones y les pedí ayuda por el tema de los gatos.
¿Cómo conseguisteis acceder a la nave?
Esa nave estaba alquilada, así que contacte con el inquilino y nos dejo entrar. Cuando entré me lleve la sorpresa de que la nave estaba totalmente abandonada en la que se almacenaban palets y moviéndolos empecé a ver cadáveres de animales, unos seis o siete entre los que se encontraban cachorros.
¿Qué animales convivían allí?
En la nave estaban conviviendo gatos adultos y cachorros, gallos, gallinas, un polluelo. Una tristeza que estos animales tengan que haber estado conviviendo con sus congéneres muertos, algunos de ellos en grave estado de descomposición o con sus esqueletos.
¿Qué hiciste cuando viste todo esto?
Dado que podía llevar a una sanción penal, dí las novedades pertinentes en mi trabajo, en el que desde el primer momento me he sentido muy apoyado. Se avisó al puesto de la Guardia Civil del Seprona de Rivas Vaciamadrid y se personaron allí, pidiendo al inquilino que se presentara en la citada nave y delante de él se realizaron las acciones legales. Una vez realizadas las pertinentes denuncias nosotros empezamos a sacar a los gatos, los gallos y las gallinas.
¿Se han sacado todos los animales ya?
Hemos sacado al noventa por ciento de los gatos, porque está nave está situada en un polígono muy grande y quedan como cuatro o cinco gatos adultos y dos cachorros. Los gallos, las gallinas y el polluelo, están actualmente con una persona de confianza y estamos buscando un santuario para que se hagan cargo.
¿Quienes colaborasteis para sacar a los animales de allí?
Han colaborado Izan Blanco (al que considero como un hermano), mi familia y la protectora «Con G de Gato» que me ha brindado todo el apoyo y la ayuda que he necesitado para sacar a todos esos animales. También ha colaborado Alicia Suárez de la protectora «Mi mejor amigo de cuatro patas« y particulares que han puesto su granito de arena.
¿Qué necesidades tenéis ahora mismo de ayuda?
Desde aquí quiero hacer un llamamiento para que por favor colaboren la protectora «Con G de Gato», ya que necesitan fondos para tratar a estos animales. Hay lactantes, gatos que pueden perder los ojos por las infecciones que tienen. El estado de todos ellos es imposible de describir, es una situación muy dolorosa. Una vez recuperados también habrá que esterilizarlos. Tienen un «teaming» desde solo un euro al mes. Es de gran para sufragar todos los gastos tanto veterinarios como de alimentación.
¿Crees que estos actos deben de tener consecuencias legales?
Es importante recalcar que estos actos deben de tener una consecuencia legal. Las protectoras están en su mayoría sobresaturadas, realizando importantes esfuerzos para rescatar y salvar a estos animales abandonados. Ellas les dan la integridad que otras personas les roban, por eso cuando se cometen estos actos tiene que haber una consecuencia legal, porque si no mañana lo van a volver a hacer. Al fin y al cabo siempre va a haber una protectora ahí que por altruismo va a salvar a estos animales, pero lo que no puede ser es que estos maltratadores se limpien las manos.
¿Crees que la Ley de Protección Animal tiene que ser cambiada?
Contundentemente «sí». A este país le queda mucho por avanzar en cuanto a protección animal se refiere si nos comparamos con otros países del entorno europeo. Necesitamos una mejora legislativa, ya no administrativamente que creo que se da respuesta, lo que necesitamos es que sea una respuesta penal. Desgraciadamente hace poco hemos visto el caso de Timple, en Tegueste y una vez más hemos podido comprobar la nula respuesta penal para los autores. Además hay que derogar otras leyes como la Ley de Perros Potencialmente Peligrosos que criminalizan a unas determinadas razas, así como a las personas que los tienen. Hay que tratar a los animales como «seres vivos sintientes», están indefensos y necesitan una protección legislativa.
Agradecemos el testimonio de Toni que se ha prestado a informarnos de todo lo acontecido y la situación actual de la ya bautizada como «la nave de los horrores».
Autora: Antonia Villalba
