Ha calcinado zonas de nidificación de especies “en peligro de extinción”, como la cigüeña negra, así como de otras aves amenazadas
A la espera de una valoración precisa una vez sea controlado definitivamente, el incendio declarado el pasado jueves en el municipio onubense de Almonaster la Real (aunque también ha afectado a otros colindantes) ha quedado estabilizado, tras arrasar al menos 12.000 ha de monte. De esta superficie, aproximadamente la mitad correspondían a plantaciones de eucalipto y coníferas. Varios miles de vecinos han tenido que ser evacuados y su vida no volverá a ser igual hasta que recuperen su paisaje y su patrimonio natural.
En cuanto a su impacto ambiental, si bien no ha afectado a ninguna zona protegida, las consecuencias para la conservación de la biodiversidad serán graves. El área calcinada albergaba varias parejas de cigüeña negra, especie incluida en la categoría de “en peligro de extinción” en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas. Además, el área quemada era zona de campeo de águila imperial ibérica, también catalogada como “en peligro”, y buitre negro, “vulnerable”. Destaca también la presencia de búho real, culebrera europea, alcotán europeo, águila real, aguililla calzada o azor común, todas ellas incluidas en el Listado Andaluz de Especies de Protección Especial.
Atrás quedan cuatro intensos días en los que el personal del Infoca ha trabajado duro enfrentándose a unas situaciones muy adversas. Gran parte de los efectivos ya han regresado a sus retenes, pero aún queda trabajando un importante operativo hasta que quede controlado definitivamente. A partir de entonces, será tiempo de hacer balance y comenzar sin dilación un plan de restauración que permita recuperar cuanto antes el patrimonio natural de estos montes andaluces.
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