Dos ejemplares de tortuga boba liberados en la costa andaluza atraviesan el Estrecho de Sicilia y llegan al Mediterráneo central

Dos ejemplares de tortuga boba liberados en el litoral andaluz en octubre de 2021 han conseguido cruzar el Estrecho de Sicilia, que separa Túnez y la isla italiana, y llegar al Mediterráneo central. Bautizadas como Ana y Marina, son dos de las grandes viajeras entre las 10 tortugas que fueron marcadas y liberadas en 2021 en la costa de Andalucía y Cataluña, en el marco del proyecto LIFE INTEMARES, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El objetivo de esta acción persigue mejorar el conocimiento de la especie durante sus primeras etapas de vida, en los denominados “años perdidos” por la falta de información de la especie en esta etapa de su vida,  y apoyar la conservación de la especie a nivel global.

En concreto, estos dos ejemplares fueron marcados y liberados en la costa de Fuengirola junto con otros tres, tras un año de permanencia en programas de cría en cautividad. La suelta de las otras cinco tortugas restantes tuvo lugar en Cataluña, en concreto, en la costa de Tarragona. Dos de ellas se han dispersado por el mar Balear, Bel·la y Vicent, y otra, Intemares, por el mar de Liguria, próximo a la costa italiana mediterránea, aunque en las últimas semanas todas ellas se han dirigido hacia latitudes más bajas. De los 10 ejemplares liberados en total, siete continúan emitiendo señales, mientras de los otros tres se desconoce, por ahora, el motivo de la pérdida de emisión.

Tras seis meses de seguimiento, los científicos han constatado que las tortugas procedentes de los programas de cría en cautividad se adaptan con éxito a su reintroducción en el mar, ya que se ha confirmado un valor alto de supervivencia.

Además, han comparado estos resultados con los obtenidos en los trabajos similares realizados en 2017 de marcaje satelital de otras 10 tortugas procedentes de programas de cría en cautividad, donde se ha comprobado que las zonas de dispersión entre los ejemplares de distintos nidos han sido diferentes pero que el grado de supervivencia es similar, lo que es un éxito para la conservación de la especie.

Medidas para su conservación 

Para reforzar su protección, se han identificado varias zonas importantes para la conservación de las crías y juveniles de tortuga boba liberadas en diferentes épocas del año. En otoño, el núcleo del área de campeo se encuentra entre las islas Baleares y las costas de la Comunidad Valenciana y Cataluña.

Sin embargo, en invierno, el área de importancia se desplaza hacia el sureste de la cuenca mediterránea, una zona cuya protección requiere de colaboración internacional. En este caso, la cuenca argelina sigue siendo la zona de mayor importancia, pero también continúa siendo relevante el canal de Sicilia, así como el área comprendida entre el delta del Ebro, el Cabo de la Nao en Jávea (Alicante) y las islas Baleares.

En esta línea, el estudio técnico, elaborado por la Asociación Eucrante, propone la designación en estas zonas de nuevos espacios marinos protegidos o medidas específicas para reducir la mortalidad de juveniles de la especie, con el fin de mejorar su estado de conservación.

Por otro lado, los resultados demuestran que el empleo de programas de cría en cautividad y de localización y seguimiento de nidos representan un factor clave para favorecer la colonización de la tortuga boba de nuestras playas, ya que los ejemplares estudiados han sido capaces de adaptarse al medio tras su liberación, como indica su alta tasa de supervivencia.

Gestión eficaz de los espacios protegidos 

El proyecto LIFE INTEMARES avanza hacia el objetivo de lograr una gestión eficaz de los espacios marinos de la Red Natura 2000, con la participación activa de los sectores implicados y con la investigación como herramientas básicas.

 

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