Decoración de los acuarios: rocas y madera

Una vez que hemos elegido el fondo de nuestro acuario, es cuando comienza el verdadero trabajo de decoración. Hay que añadir a este acuario que más bien parece el desierto del Sahara, elementos que lo hagan agradable visualmente para nosotros y atractivo para vivir para nuestros peces.

Hay tres grupos de elementos principales para la decoración de los acuarios de agua dulce: piedras, madera y plantas. Los acuarios de agua marina presentan diferencias en lo que respecta a los materiales a emplear. No se pueden emplear plantas (no sobreviven en el agua salada), ni madera puesto que el agua salada la destruye, ni un material al que los peces de agua marina no estén acostumbrados. En cambio pueden emplearse corales y «rocas vivas» en la decoración, elementos que no pueden utilizarse en los acuarios de agua dulce. Pese a que se ha intentado introducir como material de decoración para los acuarios de agua marina las algas, estas no se han implantado con fuerza en el mundo de la acuarofilia.

 

Piedras

 

Solamente empleando piedras de distintas formas y colores, podemos crear un magnífico efecto estético, aun cuando no llegásemos a introducir plantas. El empleo de piedras y madera es la única opción decorativa en los acuarios de cíclidos africanos, que desentierran y/o se comen las plantas, y en verdad se pueden conseguir maravillas únicamente con estos materiales. El uso de piedras en el acuario no tiene ninguna complicación ni peligro si se respetan ciertas normas básicas.
En primer lugar hay que elegir las rocas adecuadas para la decoración; las podemos recoger directamente del campo, pero atendiendo a ciertos detalles. En primer lugar huyamos de las rocas con colores muy vivos como de la peste. Este tipo de rocas suelen deber su color a la presencia de metales pesados en su composición, metales pesados que pueden liberarse en el agua de nuestro acuario y matar a nuestros peces.
En segundo lugar, hay que elegir rocas cuya composición no sea caliza o calcárea. Estas rocas van solubilizándose muy lentamente en el agua de nuestros acuarios, especialmente si es de PH ácido, liberando carbonato de calcio y otras substancias, que provocan cambios drásticos en su dureza y consecuentemente, en su PH. Estos cambios pueden fácilmente matar a todos nuestros peces o volvernos locos intentando controlar los parámetros químicos del agua. Existe una prueba bastante simple, aunque no infalible, para determinar si una piedra es calcárea. Basta con coger unas gotas de ácido clorhídrico (se encuentra en las tiendas bajo la denominación de salfumán o agua fuerte) y echarlas sobre la piedra en cuestión, si se produce efervescencia es calcárea y por tanto no válida, si no hay efervescencia a priori se podría decir que no es calcárea, aunque esto puede no ser así (no se vio la efervescencia o era muy débil).
Algunas de las rocas válidas para su uso en el acuario son el granito, la cuarcita, el basalto, los esquistos y la pizarra.
Es importante que aquellas rocas que vamos a usar en el acuario no presenten orificios o anfractuosidades en las que se podrían depositar restos muy difíciles de limpiar.
Una vez que tengamos ya las piedras que vamos a emplear en la decoración hay que prepararlas antes de introducirlas en el acuario. Para ello las lavaremos abundantemente con agua y las cepillaremos con un cepillo de cerdas duras para retirar todos los restos de tierra, líquenes, musgos…
A la hora de decidir sobre la ubicación de las rocas en nuestro acuario, además de criterios ornamentales o decorativos, hay que tener en cuenta criterios de seguridad y funcionalidad.
Las rocas siempre han de estar fijas en una posición estable. Si una roca se desestabiliza y cae de su posición, puede dañar a algún pez o incluso romper un cristal. La seguridad ha de primar siempre con respecto a los criterios decorativos. Si la roca no esta lo suficientemente afianzada no la coloquemos de esa manera o en ese lugar. Para dar mayor estabilidad a un conjunto, podemos pegar las piedras entre ellas para que se mantengan fijas mediante silicona. Las cuevas y grietas son estéticamente muy bellas, pero si el acceso a su interior es complejo, se convertirán en el basurero del acuario, pues en estos huecos se acumularán los restos, lo que puede provocar una subida en los niveles de nitrógeno (amoniaco, nitritos o nitratos). Si queremos hacer grutas que sirvan de refugio a nuestros peces, su interior se debe de poder limpiar con facilidad (levantando la roca por ejemplo).
No olvidemos que algunos peces excavan, y que por tanto pueden llegar a hacer caer una piedra que aparentemente estaba bien afianzada. Hay que evitar así mismo los bordes afilados o cortantes.

 

Madera

 

 

La madera es un elemento que puede crear un efecto estético muy bello en un acuario, aunque es algo engorrosa. Los troncos o raíces además ofrecen un buen refugio a nuestros peces e incluso algunas plantas pueden crecer sobre ellos (Musgo de Java, Helecho de Sumatra). Al igual que hemos dicho que un paseo por el campo nos puede servir para recoger rocas interesantes para decorar nuestro acuario, hay que decir que esto no es válido para la madera.

Como madera para los acuarios no vale cualquier rama o raíz que nos encontremos; La madera se pudre en el agua, y solo hay algunos tipos que resisten la inmersión permanente sin que su deterioro altere gravemente las condiciones de nuestro acuario. Aunque hay maderas como la del aliso que aguantan esta inmersión, no recomendamos que nadie busque la madera para su propio acuario. Aunque la madera que se vende en los comercios es cara, a la larga nos resultara mucho más barata que si la recogemos nosotros. La «madera para acuarios» suele ser generalmente madera procedente de turberas. En las turberas hay mucha humedad y el PH es muy bajo, la madera se va impregnando poco a poco con ácidos orgánicos procedentes de la descomposición, los cuales a su vez evitan que esta madera se pudra. Se podría decir que las ramas y raíces provenientes de las turberas están «embalsamadas». La presencia de estas substancias no evita realmente que la madera se destruya, pero lo hace tan lentamente que las substancias liberadas no llegan a ser nunca nocivas para los habitantes de nuestros acuarios.
Al igual que en el caso de las rocas, hay que preparar la madera antes de poderla utilizar en el acuario. Hay que cocer en agua la rama o raíz durante bastante tiempo antes de introducirla en el acuario, para que parte de los ácido húmicos que contiene se liberen y el agua no se tiña tanto de color marrón. Antes de la cocción habremos tenido que dejar la madera en remojo para que se empape y no flote.
A pesar de la cocción, y durante un periodo más o menos largo, la madera seguirá liberando en nuestro acuario substancias que teñirán el agua de color ámbar, pero esto pasará con el tiempo. Se puede hacer desaparecer este tono filtrando a través de carbón activado, pero así también se eliminan oligoelementos necesarios para el crecimiento de las plantas, por lo que es preferible aguantarse o renovar el agua con mayor periodicidad.
A la hora de colocar las ramas o raíces han de tenerse las mismas precauciones que en el caso de las piedras. Han de estar bien afianzadas, y hay que evitar aristas o bordes punzantes que puedan dañar a los peces.

 

Revisado 19 Agosto 2023 – Publicado 21 Ene 2014

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