Comportamiento problemáticos de felinos

Comportamiento problemáticos de felinos

Investigadores de la Universidad de Helsinki han descubierto una serie de conexiones mutuas entre el miedo, la agresión y el acicalamiento excesivo de los felinos. Identificar tales conexiones puede proporcionar medios para prevenir comportamientos problemáticos.

Los gatos son mascotas populares. En ocasiones, su agresión hacia los humanos y otros comportamientos problemáticos plantean desafíos a nuestra convivencia con ellos e incluso pueden resultar en el abandono de la mascota. Las causas que subyacen al comportamiento problemático pueden ser variadas y poco conocidas. Incluso a nivel internacional, se han realizado muy pocas investigaciones sobre el tema.

“Queríamos descubrir qué factores están asociados con el comportamiento problemático de los gatos, como el miedo, la agresión hacia los humanos y el acicalamiento excesivo. Utilizamos un conjunto de datos de encuestas recopilados previamente en nuestra investigación, que ya hemos utilizado para investigar la construcción de la personalidad felina”, dice la investigadora doctoral Salla Mikkola de la Universidad de Helsinki y el Centro de Investigación Folkhälsan.

 

 

 

La socialización es importante ya en la infancia

La encuesta incluyó más de 120 afirmaciones utilizadas para calificar los rasgos felinos.

El factor miedo incluía declaraciones sobre la reacción del gato ante los extraños, los ruidos repentinos y los cambios que se producían en casa. La agresión hacia los humanos incluía rascarse o intentar morder junto con cuidados, como cuando los cepillaban. El aseo excesivo incluía un aseo extenso e intensivo, así como la automutilación arrancando el pelo con los dientes, mordiendo o lamiendo.

“Investigamos el vínculo entre estos rasgos problemáticos de comportamiento y personalidad, y casi 30 factores conductuales, ambientales y biológicos. Por ejemplo, la socialización de los gatos con los humanos se asoció con el miedo. Los gatos que habían entrado en contacto con adultos desconocidos y niños menores de 12 semanas sólo unas pocas veces o ninguna vez tenían más miedo que los gatos que se encontraban con extraños semanal o diariamente. Los gatos temerosos también recibieron, en promedio, puntuaciones más altas en problemas con la caja de arena, agresión y aseo excesivo”, dice Mikkola.

Estudios anteriores también han demostrado que el miedo puede conducir a comportamientos agresivos, como silbar y morder, si el gato no ve otra salida a una situación aterradora. A partir de los datos no se pueden establecer causalidades directas.

“Hubo menos agresión y miedo en los hogares con más de un gato, pero no podemos decir con certeza a qué se debe. Puede ser que la compañía de otros gatos sea un estímulo importante para los gatos o, alternativamente, las personas no quieran buscar pareja para su gato agresivo debido a su naturaleza. Se necesita investigación realizada con un diseño diferente para explicar las causalidades”, afirma el profesor Hannes Lohi .